•OBLIGADOS•

♡Cap. 13♡

Después de haber presenciado la felicidad de Marinette con otro hombre, lo único que deseo es desahogarme y lo primero que se me ocurrió fue ir al bar

- Señor bienvenido que le sirvo

- Una botella de tequila

- ¿la botella entera? -pregunto sorprendido-

- Sí ¿hay algún problema? No te preocupes voy a pagarla -dije colocando mi billetera sobre la mesa, estaba muy enojado y no quería que nadie me hablara y menos para llevarme la contraria- Me la traes y tengo que ir yo por ella

- En seguida señor -Se fue y unos momentos después regresó- Aquí está su botella

- Gracias -le dije y le hice señas para que se fuera-

empecé a beber sin importarme nada y lo único que quería era bloquear mi mente, no pensar en lo que vi, el solo hecho de imaginarme a Marinette en los brazos de otro me enloquece de celos y dolor, me tomo el tequila como si de agua se tratara y unas lágrimas caen

Pov. Marinette
Decidí regresar a la habitación después de que mi amigo Kim se fuera, al llegar me encuentro sobre la cama un hermoso ramo de rosas y una nota que decía "Feliz primer mes princesa" Att. Adrien. Woo si lo recordó, por una extraña razón me siento feliz, las rosas tienen un delicioso aroma, esperaré a que Adrien regrese para agradecerle el bello detalle, unas horas después escuché como tocaban la puerta y me levante de la cama para ver quien era

- ¿Adrien?

- Como te la pasaste con el imbecil que estaba en la playa contigo -entrando-

- Adrien estas muy tomado -cerré la puerta de la habitación-

- Si, por los celos que siento, quise ahogarlos pero fue imposible

- ¿Celos?

- Si, estabas muy a gusto con otro tipo, y yo me muero de celos

- ¿Que? No, es un mal entendido, el es un amigo que conozco desde hace mucho tiempo

- Como creerte, si no me amas, puedes buscar a alguien para pasar el rato

- No, yo no te seré infiel, respeto nuestro matrimonio, y tú no puedes reclamarme nada, crees que no vi como te la pasabas bien con otra

- Ella es mi prima, casi mi hermana

- ¿De verdad?

- Si

- Por qué estás celoso, si no tienes motivos, tu y yo no somos nada

- No te has dado cuenta verdad

- ¿De que?

-Se acerco a mi y ahora puedo sentir su respiración y eso me pone nerviosa- De que te amo

- ¿Que? No, estás muy tomado y estás diciendo incoherencias

- El alcohol que me tome no tiene nada que ver, te amo desde hace mucho tiempo y me atrevía a decírtelo, por miedo a tu rechazo

- Pero Adrien... -no pude terminar el colocó su dedo índice en mis labios-

- No digas nada, no ahora -dijo mientras me veía a los ojos- quiero que sepas lo mucho que te amo

después rompió la poca distancia que había entre nosotros y me besó, quise resistirme pero al final termine cediendo, con el pasar de los minutos el beso se hacía más intenso, luego aparto mi cabello para besar mi cuello, mis dedos se enredaron en su cabello dorado, me hizo caminar en reversa hasta chocar con la cama y nos recostamos con delicadeza y él quedo sobre mi

- Te amo, no sabes cuanto-dijo y después volvió a besarme- si me lo permites puedo conquistarte

Solo le dediqué una sonrisa y el volvió a besarme, bajo una vez más a mi cuello y entrelaza sus manos con las mías, no sabia si lo que decía era real o solo producto de su borrachera, pero me gusta, me gustan, sus besos sus caricias, aunque seguramente mañana no recuerde nada, él comenzó a bajar los tirantes de mi blusa, mientras mis manos desabrochan su camisa, no sabía que era lo que iba a pasar, aun no descifró lo que siento. De repente tocan la puerta de la habitación

- Alguien toca -le dije al oído-

- Deja, se aburrirá y se irá quien sea que este afuera

- Y si es importante

- No, no importa

- Siguen insistiendo

- Tiene que cansarse y se irá

- Mejor iré a ver quien es -me levanto y el me toma la mano-

- Te amo, nunca lo olvides

-Le sonrió- Me coloco una bata y abro la puerta

- Buenas noches, disculpe el Sr. Adrien Agreste

- Ya esta dormido, pero yo soy su esposa en que puedo ayudarle

- El señor dejo esto en el bar -dijo mientras me entregaba la billetera de Adrien-

- Bien yo se la daré, muchas gracias

-El joven asintió- Feliz noche, señora

- Feliz noche -dije y cerré la puerta- Adrien te trajeron est... -

Cuando lo vi, me doy cuenta que esta profundamente dormido, se ve... tierno,
no me atrevo a desearlo así que dejaré que se quede en la cama y yo decido acostarme a su lado, al poco tiempo también me quedo dormida.
Los rayos del sol son intensos y se hacen presentes atraves de la ventana, lentamente abro los ojos y siento un pesor sobre mi cintura y me doy vuelta con cuidado y me encuentro con el bello durmiente de Adrien, sonrió al recordar lo sucedido la noche anterior, le quitó un mechón que caía sobre su rostro, de repente él despierta

- Buen día -me saludo adormilado-

- Buen día, como amaneciste

- Tengo un dolor de cabeza insoportable-después se percata que esta en la cama conmigo- ¿Paso algo anoche? ¿Qué hago aquí?

- No te preocupes, no paso nada entre nosotros, llegaste muy borracho

- Así recuerdo que me tomo una botella entera de tequila

- ¿Una botella entera? ¿Por qué?

- Neceitaba desahogarme, por los celos que sentía

- Anoche te expliqué que él es un amigo que conozco desde hace mucho tiempo

- la verdad no recuerdo muy bien lo que pasó ayer

- Me lo imaginaba, sabía que no recordarías lo que dijiste

- ¿Que dije?

- Cosas sin importancia, era incoherencias causadas por tu borrachera

- Quiero saberlas

- Pero Adrien, que importa, si no lo recuerdas

- Por favor quiero saberlo

- Me dijiste varias veces que me amabas y me besaste

- En serio, entonces no fue un sueño

- Pero estabas muy borracho, así que no importa ¿o sí?

- Ahora que ya no estoy borracho, solo con una resaca horrible, puedo volverlo a decilo, te amo

- Adrien.... yo...

- No digas nada, solo me interesa que lo sepas y que no pienses que es una incoherencia -Le sonreí-

Decidimos que desayunaremos en la habitación así que pedí servicio al cuarto, después de haber llamado, solo teníamos que esperar, de repente mi celular empieza a sonar Adrien estaba más cerca del celular así que le digo que eche un vistazo para saber quién llamaba

- ¿Quie es? -pregunte con curiosidad-

- Es un tal Luka -dijo con seriedad-

No sabía como reaccionar, ¿qué rayos quiere Luka? ¿por qué me llama? ¿Después de mucho tiempo quiere hablar conmigo? ¿Que debo hacer? Contestar o no...