†Memorias de una rosa marchita.†

†Capitulo 12.† Escapando del rayo.

5:30 am.
Bajé del avión con la demás gente, esta ciudad de EEUU era muy grande, demasiado. No sabía donde estaba el supuesto internado, ni si quiera sabía donde estaba situada. Llevaba algo de dinero, me acerque a una máquina expendedora cerca del aeropuerto, meti una moneda y elegí una barrita energética, esperé a que saliera pero se quedó atascasa. -Mierda.- Dije algo confusa y me lié a agitar la maldita máquina, aun así sin ningún logro de que saliera la barrita. Derrepente se acercó un chico vestido con uniforme, le dio un leve puñetazo a la máquina haciendo que la barrita saliera.
-Toma.- Dijo él dandome la barrita.
-Gra-gracias..- Dije algo colorada y tomé la barrita energética en mis manos. -Soy Luna. Luna Morgan.-
-Soy Scott Evans. Encantado dulzura.- Me dió dos besos y aprovechando la oportunidad le pregunté.
-Oye, ¿por casualidad sabes dónde está el internado Rulls is live?-
-Sí, fuí alli hace dos años, sigueme encanto.-
-Vale..-
Cogí mi maleta y me llevo hasta allí, ya eran las 7:10 am.
-Bueno, si necesitas algo llámame, éste es mi número.- Sacó un papel pequeño y apuntó con un boli su número entregandomelo. -Ya sabes 602322445.- Me guiñó un ojo y se fue de allí. Entre en el internado haciendo los papeleos y etc, me metí en mi habitación, coloque mis cosas y lo primero que hice fue quitarme esta pesadilla de tinte barbie y darme el mío naranjizo. Me puse el uniforme horroroso, era una falda lisa en tono verde pastel, admito que el color no estaba nada mal, una camiseta azul marina con el escudo en un pequeño lado del pecho y unos tacones negros. Mierda tacones no. Odiaba los tacones y siempre los odie, no me estabilizaba en ellos, y bueno aqui con mi móvil y mi música, escuchando "Standby" de extremo duro. Esperaba y pasaban las horas hasta que comenzaran las clases.
                           ***
8:10 am.
Salí de alli a donde el iterinario ponía, iba como podía con los tacones, y bueno ya sabéis. Las clases eran horribles, las chicas me odiaban y los chicos me miraban raro. Era todo tan irreal, pasaron dos meses muy duros, todo era tacones, maquillaje y zorreo por aquí y por allá. -Puta mierda.- Me dije a mi misma en un tono medio. Decidí irme de alli a la madrugada. No aguantaba más era todo un castigo, y encima me hacían bullyn un grupo de chicas, un día me llegue a pegar con una tal Regina, era ag, para colmo me sancionaron a mí limpiando los vestuarios de ambos sexos y los chicos gastaban sus bromitas pesadas tipicas de "podrias recogerme a mi otra cosa". Dios. Era un horror, asique hice mi maleta y a la madrugada me escapé, eran las 4:37 am. No sabía donde ir y para colmo empezó a llover, estaba empapada y mi pelo chorreaba por todas partes.