Kyu u are the one(Kyuhyun Fanfic)

Capítulo 30

Sophie's POV

Estaba acabando de vestirme en mi habitación cuando escuché que la puerta de la entrada se abría después de que alguien llamara por lo que terminé de ponerme los pantalones y salí por el pasillo.

Pero nada más asomar la cabeza, retrocedí. Leeteuk y Kyuhyun estaban en el salón hablando y quería escuchar sin que se dieran cuenta de que ya había salido a ver si sacaba información interesante.

-¿Y qué tal? ¿Te funcionan mis consejos-dijo Teuk. ¿Consejos?

-Todavía no los he puesto en práctica-dijo bufando.

-¿Y a qué esperas? ¿A que venga otro?

-No, es solo que quiero...

Habría seguido escuchando a escondidas si Eyael no hubiera venido corriendo hacia mí así que no me quedó otra que entrar al salón con el semblante cansado aunque no lo estuviera. Fingí sorpresa al ver a mi hermano.

-Pero...¿tú no deberías de estar en tu casa recuperándote del resacón?-pregunté.

-¿Tú no te acuerdas de haberme visto ayer vestido de enfermero intentando que me dejaran hacerte las pruebas?-contestó con el ceño fruncido.-Ah, no. Que estabas medio ida.

-¿Pero no tenías una fiesta? ¿Qué demonios hacías trabajando?-me crucé de brazos y apoyé el peso sobre una pierna.

Leeteuk suspiró y se pasó la mano por el pelo.-Al final se canceló porque al amigo que celebraba la fiesta le encasquetaron a los primos pequeños. Estuvo toda la noche intentando que los niños se fueran a la cama.

-Y tú te fuiste a trabajar...sí, lo que haría cualquier persona en su día libre.

-No quería quedarme solo en casa por Navidad-replicó.

-¿Y tus demás amigos?-pregunté, y él simplemente se encogió de hombros.

-Seguro que lo que pasa es que te gusta alguna compañera tuya y preferías estar allí que con tus amigos-le dijo Kyu con una sonrisa.

-Quién sabe-le dijo el otro con una sonrisa de oreja a oreja.

-Vaya par de bobos. Voy a darle de comer al perro, podéis seguir con vuestra conversación sin mí.

***

Un rato después entraron los dos a la cocina y no dejaron de hablar, como si yo no existiera. Al menos para Leeteuk porque Kyuhyun me miraba de vez en cuando pero apartaba la mirada cuando yo fijaba la vista en él. Estaba tan fresco por la mañana... seguramente se había lavado el pelo porque aún lo tenía húmedo y le caía de una forma muy sensual por el cuello y la cara. La camiseta de manga larga le marcaba los músculos de los brazos y el pecho y su risa me provocaba mariposas en el estómago. En otras palabras: Kyuhyun era la perfección personificada.

Me puse a leer y al rato Kyu se me acercó por detrás y puso su cabeza en mi hombro.

-¿Qué lees?-me preguntó.

Sin levantar los ojos de la página le respondí.-Un libro cualquiera, ¿qué más te da?

-Sí me da. Me importa todo lo que haces-replicó con un leve ronroneo frotando su mejilla contra la mía.

-¿Qué haces?-pregunté riendo-. Me haces cosquillas.

-Pues sí que tienes cosquillas en sitios raros-contestó.

-Cállate, ¿y el pato?-pregunté mirando hacia los lados.

-Se ha ido hace poco, lo llamó un amigo. Estabas tan metida en la lectura que ha decidido no despedirse así que dijo que luego te llamará-contestó.

-Genial-dije volviendo a concentrarme en el libro. Pero Kyu volvió a frotar su mejilla-. Para-protesté-, ya te dije que me hace cosquillas-me miró detenidamente y acercó una mano a mi cuello. Me encogí de inmediato-.Kyuhyun, ¿no estás pensando hacer lo que creo que estás pensando hacer?

-Ooh...así que tienes cosquillas aquí, ¿y...-dijo acercando la otra mano hacia mi barriga-aquí?

-Ni se te ocurra, te advierto que me pongo muy peligrosa cuando me hacen eso, me pongo a dar golpes hacia todos lados-repliqué tras levantarme de golpe. Estaba retrocediendo y él iba a por mí.-Cho Kyuhyun, no te lo voy a decir dos veces ¡No!-Kyuhyun se abalanzó sobre mí pero me dio tiempo a apartarme y salir corriendo en dirección a mi cuarto. Oía su risa y la mía resonar por toda la casa.

De pronto, cuando iba a cerrar la puerta de mi habitación él me cogió de la muñeca y tiró de mí provocando que perdiera el equilibrio y cayera. Pero Kyu pasó una mano por mi espalda y me enderezó aunque no me soltó, sino que me acercó más a él.