Prohibido Enamorarse de Dulce ©

Capítulo 45| La sorpresa de Dulce

Dulce

— ¿Estará bien?

— ¿Por qué se desmayó?

—Se pondrá bien, el desmayo fue producido por no alimentarse bien agregando el estrés almacenado, en unos días se recuperará si sigue las indicaciones debidas —escuché a alguien decir.

Parpadee muchas veces tratando de acostumbrarme a la luz ¿Luz?

Miré a mi alrededor, estaba en mi habitación ¿Cómo había llegado aquí? Mi respuesta no tardó en aparecer a mi costado.

El demonio era la respuesta.

Este parecía discutir con Darren en mi sofá grande, ambos llevaban los brazos cruzados y papá, él parecía hablar con el médico en la puerta de mi habitación.

—Papá...—Llamé con un nudo en mi garganta, no quería recordar pero lo hice, las lágrimas no tardaron en bajar.

— ¿Te duele algo? —preguntó Arthur mientras se acercaba a mí lentamente, como si fuera una pieza frágil que estaba a punto de romperse.

¿Qué si me dolía algo?
Me dolía hasta el alma, papá.

—Julie, papá... —fue mi respuesta mientras me aferraba a su pecho —Ella... murió.

Me agarré la cabeza con ambas manos al sentir un pinchazo, sentía que mi cabeza explotaría en cualquier momento.
—Hija, por favor, no llores...

Trate de tranquilizarme pero no pude, lloraba con desesperación mientras empapaba el torso de mi padre, él solo dejó salir un largo suspiro y me apegaba con fuerza a su pecho.

— ¿No me escuchaste? Papá, Julie...

—Lo se hija, lo sé —besó mi cabeza mientras sobaba mi espalda con suavidad —Su hija nos contestó y nos contó todo mientras estabas durmiendo.

— ¿Cuánto pasó? —Pregunté tratando de reincorporarme.

—No mucho —escuché a Damon acercarse sin embargo apartaba la mirada— Pasaron solo unas horas, te traeré algo para que comas.

Damon jamás me miró en el tiempo que estuvo dentro de mi habitación ¿Qué le sucedía?

—Dulce... —Darren corrió a abrazarme, no tarde y le devolví el abrazo.

— ¿Por qué? —Pregunté entre lágrimas— ¿Por qué se tuvo que ir?

—Ella no decidió eso después de todo fue un Accidente—fue todo lo que dijo.

—No puedo seguir —hable con voz ronca de tanto llorar —Me duele todo.

Y ese todo incluía mi corazón.

—Tienes que seguir —me apretó aún más a su pecho —Tu puedes.

—No...

—A ella le hubiese gustado que siguieras y lo sabes.

—Por favor, no hables de ella como si se hubiera ido para siempre... —un nudo en mi garganta me impidió continuar.

—Pero Dulce, es así, ella ya no está más aquí.

No hablé, ya no podía, solo quería dormir y no despertar.

Después de unos segundos papá subió con la comida, al parecer Damon tuvo que irse por un problema en su casa.

—Hija —mire la comida con desanimo —Mañana será el funeral de Julie, su hija vendrá desde lejos, ella quiere conocerte.

—Está bien. —una lágrima se deslizó por mi mejilla —Esta bien...Estoy bien —volví a repetir.