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BaehKo no volvió a ganarse al lado de Park, la dejó por un tiempo, cosa que le dio tiempo a la menor para ver a sus amigas.

YuGyeom había organizado todo un baile y toda una obra rápidamente, con tal de darle un poco de tiempo a la pequeña Park, y Jackson tuvo que ayudar a su mamá a hacer la publicidad.

JinYoung había hecho su propio vestido de graduación, con partes de otros vestidos, pues sus padres le prohibieron salir si no iba con el ese chico. Así que estaba haciendo su propio vestido, quizás no tan rosa, quizás no tan brillante, pero era algo especial para una ocasión especial.

El día de la graduación fue bastante difícil. Había ganado varios los reconocimientos. Su falda bien planchada y su camisa bien limpia, con sus calcetas estiradas y sus zapatos lustrados.

Para la fiesta, usó un vestido simple y soso, al igual que todos. Un vestido blanco y zapatos negros, con su cabello liso suelto. No hubo gran cosa, incluso cuando se dijo que JinYoung era la reina del baile, se le dio una corona postiza y un ramillete básico, aunque realmente la pasó muy mal cuando BaehKo la besó frente a todos.

Y bajó llorando del escenario, botando el ramo mientras corría al baño a limpiarse las lágrimas.

Se miró en el espejo, limpiando el maquillaje corrido.

¿Qué estaba haciendo?

Ya tenía 18 años y tenía opción de becas, ya que a escondidas había enviado cartas a la universidad para optar a ellas. Podía irse, tenía su futuro asegurado.

- bebé, ¿estás bien? - JaeBum entró, abrazándola por la espalda. - ¿quieres que lo golpee?

- ya no lo soporto. - se quejó la menor. - no sé a dónde ir.

‐ claro que sabes a donde ir. - le dijo la pelirosa, tomando su mentón. - ven conmigo. Nos vamos a una universidad y luego nos casamos.

- ¿de verdad?

- por supuesto.

Se quedaron un momento abrazadas. Realmente sentían la pena por no poder estar juntas como se debía, pero esta pesadilla ya estaba por acabar.

Al volver a la fiesta, BaehKo volvió a ser la misma rata miserable y aisló a JinYoung de sus amigos y compañeros. Ella estaba enojadísima por el hecho, así que intentó, zafar de él y apartarse.

Él la tomó más fuerte, asustando a la muchacha, pero no se dejó intimidar. Tiró más fuerte su brazo hasta que él la soltó, haciendo que ella se cayera hacia atrás contra la mesa de bocadillos. Fuera de la enorme mancha en su vestido, fue un fuerte golpe en su cadera y su brazo.

La fuente de ponche se cayó, afortunadamente no sobre ella, pero era todo un escándalo. JaeBum y Jackson iban a entrar a defenderla, pero ese sujeto seguía cagándola.

- nos vamos, estás haciendo un escándalo. - le dijo ese sujeto, tomando la mano de la chica para empezar a arrastrarla, sin embargo, ella paró. - me estás humillando, mujer.

JinYoung miró a ese sujeto, pensando fuertemente. No, no tenía nada que pensar.

- ¡no! - le gritó JinYoung. - te equivocas. Sí, sí hay algo más peligroso que un hombre humillado. - con tacones, la chica era mucho más alta que su pareja, por lo que se veía más intimidante, más aún cuando al caminar hacía sonar sus tacones. - no hay nada más peligroso que una mujer salvaje.

JaeBum dio pequeños brinquitos en su lugar, dando aplausos silenciosos, con una enorme sonrisa, aguantando gritos de emoción. JinYoung golpeó a ese tipo, muy fuerte, demasiado fuerte. Tirándolo sobre su culo. Claro, BaehKo será muy hombre y fuerza y blablabla, pero Park podía su propio peso sobre la punta de uno de sus pies.

- escúchame. - la menor volvió a tomar la palabra. - gente como tú hay en todo el mundo, son un peligro, pero cuando llegue el tiempo debido, ustedes arderán dentro de una enorme hoguera que ustedes mismos hicieron. Quizás no es hoy, ni vaya a ser mañana, pero cuando te toque ser la víctima vas a llorar en mis pies por piedad, y en lugar de hacer lo políticamente correcto, haré lo que Tarantino jamás describió mejor, violencia satisfactoria. Si vuelves a acercarte a mí, te daré la paliza de tu vida. Ahora, si me voy de aquí, no me sigas. Me iré, y no a casa. Me iré con mi novia, porque soy lesbiana. Entiende, no quiero tu miseria.

JaeBum corrió hacia la menor, dándole un enorme abrazo. Le dio un gran beso sobre sus labios, emocionando y sacando aplausos de sus compañeros. Realmente era lindo tener un gesto de amor en público, ya sin miedos ni temores. JinYoung abrazó a la pelirosa, disfrutando de ese dulce y esperado beso que hace tanto había anhelado presumir delante de todo el mundo.

Por fin se había cortado la soga del cuello que mantenía a la bailarina prisionera de sí misma, finalmente disfrutaba de la danza que quería y deseaba.

- ay, Ratona, cómo te amo. - dijo Im, bastante emocionada, tomando el cuerpo de la chica para alzarla en el aire como en esos bailes.

BaehKo, completamente humillado y... sin ser tomado en serio, se retiró de allí, dejando a esa chica con su novia. Después de todo, odiaba a la mujer que se supone sería su esposa.

- ahora, vamos a casa a cambiarte ese desastre de vestido. Dios, es que no te va. - así como a Park no le gustaba el color morado del cabello de Im, a Im no le gustaba que Park usara prendas que no fueran rosa.

Las chicas se retiraron del baile y fueron a la casa de la menor. Cuando llegaron, JinYoung subió a su cuarto y guardó toda la ropa posible, junto a sus pinches, colas, ligas, algunos zapatos y... sus zapatillas rosas brillantes.

- ¿¡qué demonios estás haciendo!? - gritó su madre al verla hacer eso.

- no me casaré con ese idiota, iré a la universidad y seré pareja de JaeBum. - respondió la chica sin más. - y si ustedes no quieren eso, tengo mis maletas listas.

- no puedes irte, ¡no vas a irte! - le gritó la señora.

- oh, entonces si quieren que me quede, deben aceptarme. - le dijo, sin ponerle atención. - mamá... siempre hice lo que tú siempre quisiste, de niña me dolía el cuerpo por las clases de ballet, aunque no las quería, pero me dijiste que yo podía hacerlo, que superaría el dolor y luego sería una gran bailarina, aunque me gustase más la actuación. Siempre tuve buenas notas, nunca hice una queja y he sido educada para darles el gusto. Por mí misma, soy una buena mujer, con sueños y metas, soy educada, soy estudiosa, sé cocinar y mantener una casa, que sea lesbiana no me cambia. Me quedaré si aceptan que soy así y ya, sin compromisos o acuerdos, ni siquiera deben pagar una universidad porque tengo becas.

- ¡es que no puede ser! - le gritó su madre. - tú no puedes hacer esto. Ni siquiera te atreverías a irte. Esto es un definitivo no. Si quieres seguir a esa serpiente, entonces vete de mi casa. Me avergüenza.

El corazón de la niña se rompió, con sus ojos volviéndose automáticamente rojos. Está bien... era el plan, y era dolorosamente sencillo.

Salió con su maleta, encontrándose con su padre en el camino.

- ¿sabes? Yo siempre fui lo que ustedes quisieron, lo único que yo quiero algo que ustedes odian sin razón. - mordió sus labios, con su labial borrándose. - ¿y sabes qué es lo peor? Es que si fuera un chico, tampoco apoyarías lo que yo deseara o nunca me darías una palabra de aliento. Contigo no lo intentaré.

JJPRETTYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora