Episodio 1

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Un sótano, abandonando y árido, donde los que conocen su ubicación temen entrar para no salir jamás, y los que no saben de su existencia, lo ignoran. Una tenue luz de sol entraba por una ventana, casi pegada al techo, a más o menos 2 metros del suelo, cubierta por barrotes ya oxidados. Las húmedas superficies de este lugar eran grises, pero por la completa humedad y la oscuridad, parecían de el color negro más oscuro.

En este lugar, se encuentra Lian. Un joven de aproximadamente dieciocho años, desaliñado, sucio, con algunas ojeras por la falta de sueño, su tez es tan pálida que claramente la luz del sol no había tocado en mucho su tierna piel. Su alimentación, era en escasas ocasiones, y si lograba tener un bocado, era lo más asqueroso que podría llegar a probar. Se encontraba encadenado, en una esquina de la habitación, contra la pared y en posición fetal, mirando a la completa nada mientras su desordenado cabello grisáceo se pega a su rostro sudoroso. Estaba usando solamente una camiseta que le quedaba como un gran vestido de lo grande que esta era.

Se encontraba completamente deprimido, pensando en las mil cosas que se podrían hacer fuera de este sótano, sabiendo aun que no podría salir de ninguna forma... El sonido de unos pasos lejanos le sacaron de sus pensamientos. Levanto la mirada, y pudo ver como una sombra se movía debajo de la puerta de ese cuarto. Escucho como la llave entraba en su cerradura, y la metálica puerta se abrió, generando un irritante sonido de metal, que hizo fuerte eco en toda la habitación. Un hombre muy alto y corpulento entro a esta habitación, mirando a Lian, y sonriendo de una manera completamente macabra. Detrás de este, había otro hombre, mucho más alto que el anterior, y con un traje 3 piezas, que se veía bastante caro. El primer hombre dio unos pasos hasta quedar frente al chico, y así hablar.

-Felicidades, cala, tienes un nuevo amo...

(...)

Serian eso de las 4 de la tarde. El otoño había comenzado hacia unas semanas, y las hojas de los árboles de la ciudad de Valencia comenzaban a caer. En uno de los edificios de la ciudad, en uno de los departamentos, un chico, terminaba hacerle algunos arreglos finales a una canción que estaba componiendo. Esta era la última de un álbum en el cual este chico estaba trabajando, sin muchas ganas...

Este chico se llamaba Kaito Schmolov, aunque prefería que le llamaran kai (este también era su "nombre artístico" ), y tenía unos 20 años de edad. Kai había nacido con albinismo, provocando que su piel, su cabello, y el poco bello corporal que tenía, fueran de un tono increíblemente blanco, y que el iris de sus ojos fuera de un tono blanco grisáceo, tirando muy levemente a un rosa pálido. Usualmente, para contrastar con su piel, vestía de ropa negra, o de tonos muy oscuros, aparte de que solía cuidarse mucho de el sol, por su albinismo. Media más o menos entre 1.77 y 1.79 metros de alto, no sabía a ciencia cierta su estatura exacta. Su cuerpo era delgado, y algo ejercitado, solía salir a correr por las mañanas para mantener más o menos una figura estable.

El chico estaba en su estudio, con algo de molestia, ya que estaba obligándose a terminar una canción, con la que no estaba muy satisfecho, y siendo más concretos, no estaba cómodo con todo el álbum en general, pero estaba obligado a terminarlo como fuera. Su mal humor se vería interrumpido, por el sonar del timbre de su departamento. Al escucharlo, se levantó de la silla, y salió del improvisado estudio que tenía armado en su departamento. Este no era muy común, en especial porqué contaba con 2 pisos, en el de arriba estaban las habitaciones y su estudio, y en el de abajo, las cosas típicas de cualquier hogar (Sala de estar, cocina, etc.). Kai bajaba las escaleras, suspirando con algo de alivio, ya que por fin podía descansar de su molestia. Esos días estaba algo atareado con el álbum, por lo que no tenía mucho tiempo para encargarse de la casa, así que la disquera le recomendó contratar a un asistente o criado para ayudarle con eso. Sin embargo, lo que encontraría detrás de la puerta, no sería lo que esperaba.

I adore you... My angel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora