Recorro las cortinas de mi balcón para que entre algo de la brisa fresca de verano. En el departamento se había encerrado parte del calor proveniente del horno, ya que Diego se había decidido por hacer galletas cuando estábamos a 35 grados.
Me dirijo hacia la cocina para cerciorarme de que el castaño se encuentre despierto, porque no le habia bastado con hornear a pesar de la temperatura, sino que también me despertó en medio de la madrugada para que le ayudara a mezclar los ingredientes.
Pego uno de los parches refrescantes que mi padre me había enviado hace unos meses en su frente, al instante Diego abre los ojos y me sonríe.
— Soy yo, ¿O eres más bonita cuando estas enojada?
Mantengo la vista fuera de sus hipnotizantes ojos claros, sino fuera por el cariño que le tenía ya lo hubiera golpeado en su estúpido rostro.
— Quiero la mitad de las galletas que hornees, yo también ayude.
— Esta bien, pero no me hables en ese tono que siento feo.
Ruedo los ojos a la par que tocan el timbre.
Ambos caminamos y yo abrí la puerta. La pareja recién casada que se había mudado junto a nosotros a penas hace unos meses se miran entre sí algo apenados.
De la mano de la chica viene una niña pequeña, la cual talla sus ojos como si apenas se hubiera despertado y sostenía un muñeco de jirafa en la otra.
— Lamento despertarlos tan tarde, pero surgió un problema con mi madre y debemos ir al hospital - asentinos aún sin entender la razón por la cual esta conversación está surgiendo - La cuestión es, que no permiten la entrada a menores de edad, y no tenemos familiares cerca que puedan cuidar de la pequeña Evangeline.
La niña me sonríe y correspondo el gesto.
— Ven bonita, apuesto a que estas cansada.
Dejo atrás a Diego y a sus padres para que discutan lo demás, lo que yo haría sería distraer a Evangeline con tal de que no sienta tan repentino el que la dejen con dos extraños.
Acuesto a la niña en la cama, me pongo en uno de los extremos y unos minutos después entra Diego sosteniendo un vaso de leche y unas galletas que le ofrece a Evangeline con una sonrisa.
— ¿Ustedes no tienen bebés como mis papás? - negamos - Mi papi siempre dice que ustedes dos deberían salir porque se ven muy bien juntos.
Diego se recuesta en el espacio vacío, la pequeña queda en medio de ambos.
— ¿Estas cansada?, ¿O quieres hacer algo? - cuestiona el castaño, para evadir el tema.
— Solo terminó de beber mi leche y probablemente duerma, estoy algo cansada porque hoy tuve clase de natación y ballet, ¿Saben que es eso?, Yo todavía no soy muy buena, apenas entre hace dos años y me cuestan varios movimientos.
— ¿Qué edad tienes Evangeline?
La manera en que se dirigía hacia nosotros me daba algo de gracia ya que no pasaba de los siete años.
— Cumpliré 8 dentro de una semana, pero en la escuela a la que asisto me enseñan hablar apropiadamente. Por eso es que mi vocabulario es bastó, incluso podría decir que formal, pero eso solo con adultos.
— Verga, habla mejor que los dos juntos.
Golpeó la cabeza de Diego.
— No digas esas palabras enfrente de ella, pendejo - me doy cuenta de lo que acabo de decir - Si serás...
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lights on; barcagamer
Fiksi Penggemar"there ain't no love like our love." cover by @dylxnftale publicada 5/febrero/2021 terminada 10/marzo/2022