Cap 5

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Itachi y Deidara llegaban a su universidad, recién tenían clases a partir de las 8:00 am, así que no había apuro.
Llegaron al estacionamiento y el Uchiha aparcaba el coche, Deidara agarró su mochila dispuesto a bajarse.

—Adiós, nos vemos luego -decía abriendo la puerta el rubio

—Ey... despídete bien -dijo el contrario con un expresión de súplica y una pequeña sonrisa, lo que causó un gesto avergonzado de sonrojo por parte del doncel

—Itachi... recién estamos haciendo oficial nuestra relación... no crees que es algo precipitado en la facultad...? -decía agachando la cabeza y jugando con sus dedos

El rubio por supuesto que quería besarlo, amaba el sabor y calidez que le transmitían sus labios, y la verdad es que hasta él mismo se sorprendía de su manera de actuar cuando está cerca del peli negro, tal vez está enamorado, quien sabe, pero lo que es verdad es que nadie nunca le había hecho sentir de esa manera al doncel, su corazón palpitaba rápido cuando se acercaban, las palabras en su boca se mezclaban, le costaba mirarle a los ojos, su estómago se revolvía con una sensación totalmente extraña, hay demasiadas maneras más para describir lo único que se sentía a su lado, lo protegido y querido que se sentía junto a él.
Le costó mucho hacer oficial su relación, no quería salir herido, pero el azabache se sentía de la misma forma cuando estaban juntos, de una u otra manera lograron entender que se sentían igual, y decidieron darle una oportunidad a sus corazones.

—No... quieres? -decía Itachi mirando al rubio con deseo

Deidara no lo pensó más, cerró la puerta de nuevo, dejó su mochila y plantó un corto y dulce beso en los labios del mayor,
Itachi le agradeció con la mirada, pero no estaba satisfecho, se giró un poco y con ambas manos agarró al rubio de la cintura y lo atrajo hacia él, dejando al rubio en sus piernas frente a él, ni siquiera le dio tiempo a reaccionar al rubio, Itachi agarró con una mano su cuello y lo acercó hacia su boca de un movimiento, sus labios y respiraciones rozaban, con la otra mano mantuvo el agarre en su cintura y apego el cuerpo del menor hacia él lo más que pudo, dirigió sus labios hacia la oreja del menor y le susurró.

—Lo siento, no puedo aguantar las ganas de besarte -con un tono que hacia derretir a Deidara por dentro

Itachi volvió a mirarlo a los ojos, él doncel estaba rojo hasta las orejas pero miraba al azabache como concediéndole el permiso de hacerle lo que quisiera, antes de que Itachi pueda besarlo, Deidara lo agarró del cuello y lo beso primero, al Uchiha le fascinó ese gesto, y con gusto le siguió el beso, era profundo, lleno de sentimientos, sus lenguas se encontraban en una danza peleando por el control, era un beso que transmitía de mil maneras el amor que se tenían, estuvieron un par de minutos en ese beso, pero por más que ambos quisieran que fuera eterno, necesitaban recuperar el aliento y bueno, también ingresar a clases.

—Itachi... Paremos... tenemos que... irnos...-decía cortando el beso e intentando regular su respiración

—Solo... un poco más -dijo el mayor y agarró al rubio del cuello

Tomó sus labios e introdujo su lengua hasta su garganta, Deidara no quería seguir, en verdad tenían que irse pero se rindió ante el azabache.

—Deidara! -se escuchó una voz y unos golpes a través de la ventana

El rubio se separó de inmediato y volteo a mirar a la voz correspondiente de su amigo Hidan.

—Hace 10 minutos empezó la clase! -gritó desde afuera

Deidara estaba como un tomate, sin decir nada bajo de las piernas de su oficial pareja, agarró su mochila y salió hacia dónde estaba el peli gris, antes de irse, giró su cabeza y se dirigió a Itachi

Ese doncel es mi vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora