Llegué tarde del trabajo, cansada y desde luego no me apetecía cocinar.
Hacía mucho calor esa tarde en Bogotá, así que me deshice de toda mi ropa sudada que había llevado durante el día, era raro el ambiente se notaba claustrofóbico debido al calor.
¿Dónde está la lluvia cuando uno lo necesitaba? - pensé
Me quedé solo con la tanga más pequeña que tenía y un fino y pequeño kimono de satín por encima.
Estaba exhausta, el trabajo me estaba consumiendo la vida, no sabía como salir de la rutina diaria, casi no tenia tiempo para mi y menos para la relación que había comenzado con María José, mi maravillosa Poché, dios, como me gustaría que estuviera aquí y no en su viaje por Miami.
Para variar y frenar la creciente angustia que tenía por no ver a mi novia decidí pedir un domicilio. No tenía animo de cocinar, ni menos de limpiar el desastre que seguramente dejaría al hacer mi propia comida, así que tome mi celular y pedí una pizza.
Escuché a los pocos minutos al repartidor estacionar en el jardín; me asomé por la ventana y vi cómo llegaba a la casa sacándose el casco de la motocicleta.
La chaqueta le quedaba justa y apretada y cuando me fijé un poco mas me di cuenta que había dejado unos milímetros abierta, lo que permitía ver su escote.
Era delgada y su cuerpo fibroso, su melena suelta al quitarse el casco enmarcaba su bonita cara de rasgos finos y definidos.
Ella llevaba la caja y la bolsa con los refrescos en sus manos pequeñas y bonitas, con las uñas pintadas de un rojo vivo.
"Era el postre perfecto para acompañar mi cena"- mordí mis labios al imaginar a aquella mujer bajo mis brazos.
Abrí la puerta luego de escuchar el timbre.
"¿Daniela Calle?" - preguntó mientras yo asentí con asombro, dios, no podía creer lo hermosa que era - "Traje su pedido" - dijo con una sonrisa que ilumino mis ojos.
"Genial, tengo mucha hambre" - respondí mordiendo mi labio inferior. Pude notar su sonrisa ocultarse tras la caja de pizza, la cual me la estaba dando en mis manos.
"Dios, he estado tan hambrienta.... , estaba tan antojada de esta pequeña y deliciosa..... - pausé- ... pizza"- Le contesté con mi expresión más lasciva a ver si ella pillaba el doble sentido.
Quería provocarla para saber hasta dónde podía llegar.
Ella me sonrió y un color escarlata se formó en sus mejillas.
"S..son 12 con 50"- dijo nerviosa y bajando su mirada hasta mi kimono, el cual se estaba abriendo favorablemente permitiendo ver mi lencería.
Al darle la espalda para buscar la cartera en mi bolso me incliné un poco mas de la cuenta y sin doblar las rodillas .Por medio del espejo de la sala pude ver cómo su vista se clavó en mis nalgas abriendo sus ojos y mordiendo sus labios.
Quería jugar con ella.
Era un hecho.
Estuve un poco más de lo necesario inclinada y su mirada seguía puesta en mis piernas y trasero. Rápidamente giré mirándola a los ojos, lo cuales inmediatamente giro y posó su vista en mis manos donde tenía el dinero.
"Ten, aquí hay 5, 10, y 50 centavos...."- le susurré pasándole el dinero en sus manos. "Y ten, 20 dólares de propina" - dije guiñando el ojo.
"No puedo aceptar más de lo que le ha salido la pizza"- susurró aún mirando sus manos con el dinero en ella. -"Solo puedo recibir el 10% de lo que pidió"
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One Shot [Caché]
FanfictionCortos Caché. Cada página es un ff diferente. Ninguno tiene relación entre sí. Disfrutalos!