Flores para ti [Draco Malfoy's fanfic]

"Zach" es el nombre de un idiota

Su vestido era grande y espumoso, varias capas de tela, tul, y encaje, de tono rosado pálido, pastel. Estaba compuesto, de ser dividido en secciones, por una primera falda que daba la forma inflada, luego una enagua blanca, y sobre la enagua blanca una falda blanca. Sobre la falda blanca, rodeando toda la parte anterior y abriéndose como cortinas teatrales en la parte posterior, una falda rosada, recogida en la parte inferior, dándole formas curvas y continuas, similares a una "u" alargada. La parte de arriba era de la misma tela rosada, con la forma de un corset, ajustado a su cuerpo, acentuando cintura y pechos. Desde el corset hacia ambos lados emergían semicirculos delicados, de encaje blanco, para rodear sus brazos a forma de mangas.

Su pelo recogido en un elegante moño, desordenado a propósito, algunos mechones sueltos estrategicamente, su rostro delicado adornado por un suave rubor y brillo en sus labios.

Estaba usando el vestido que le dio, estaba aceptando su propuesta. Pero al lado de ella estaba Zach. Ahora sabía quien era. Zach la miraba ensimismado, y le arrancaría los ojos para que dejara de mirarla así. Solo él podía mirarla así. ¿Qué clase de nombre era Zach?

Zach ni siquiera se veía bien. Zach era un hijo de puta, tenía cara de mal parido, probablemente sus papas no lo querían e intentaron deshacerse de él pero eso solo acabo produciéndole deformidades. Zach era una mierda y un imbécil.

Había llegado un rato antes con Pansy. Pansy se veía decente, pero actuaba insoportable, porque esperaba su atención, y realmente la atención de Draco estaba en la entrada, esperando la llegada de Eliza.

Iba media hora desde que había aparecido y Zach solo la agarraba del brazo y la llevaba consigo, como quien pasea una mascota, y Eliza no hacía nada al respecto, solo se dejaba llevar, pero podía ver en su rostro la incomodidad.

Ariana McLeroy se unió al circulo dónde estaba y trajo consigo una botella. Draco no presto mucha atención, alguna gente se beso, no supo si alguna vez se menciono su nombre hasta que alguien lo agarro y estampó su boca contra la de él. No respondió y se alejo rápidamente.

—¿Que mierda te pasa, McLeroy?

—¿Gira la botella? Estamos jugando a girar la botella.

No presto atención a su explicación por buscar una vez más a Eliza, y ella lo miraba de vuelta cuando la encontro. Había visto eso.

Su amiga, sabiendo cuanto le gustaba Draco Malfoy, y él, mirándola despues de hacerlo, como si buscara provocarla. Zach, parado al frente suyo mientras bailaban, noto una lagrima caer por el rostro de Eliza. Zach se detuvo para tomar su cara y mirarla.

—¿Qué pasa?

—Nada.

—Hice todo lo posible para que esto sea perfecto, ¿que pasa?

—No tiene que ver contigo.

—Bueno, no dejes que arruine nuestra noche entonces— lo dijo con una sonrisa, y no supo identificar que predominaba en sus palabras, el deseo de mejorar su animo y ayudarla o el egoísmo de implicar que su tristeza arruinaría su noche. ¿Era una amenaza?

Zach la acerco a si mismo de nuevo y comenzó a moverse una vez más, bailando, su mano bajando solo un poquito en su espalda.

"Solo un poquito" hizo que Draco se molestara más que un poquito.

Pero ella debería ser capaz de sacárselo de encima de querer hacerlo.

Zach la guió, aun bailando, mas hacia la pared, mas hacia la esquina.

Ella debería ser capaz de sacárselo de encima de querer hacerlo, pero no le importó lo que ella quisiera, ni siquiera lo pensó, solo se acerco, agarro a Zach por el cuello de la camisa y lo tiro con tanta fuerza, más de la que había medido, hacia el lado, que calló al piso.

—¿Qué demonios te pasa Malfoy?

—¿Qué clase de nombre es Zach?— respondió, rodando sus ojos con molestia. Luego vio a Eliza, que cubría su cara con sus manos.

Asustada o triste. Draco le ofreció su mano a Zach y lo ayudo a ponerse en pie, manteniendo su agarre firme para acercarlo a sí mismo y evitar que corriera.

—Mantén tu distancia—murmuro entre dientes, antes de soltarlo y dejarlo escapar.

Sin pensarlo mucho dio vuelta hacia Eliza y apoyo sus manos a cada lado de su cabeza en la pared, atrapándola— así esta mucho mejor.

La besaba fuertemente, de algún modo lograba sacarla de aquel endemoniado vestido, dejaba un camino de marcas desde su cuello hasta su intimidad.

Trabajaba su boca mojándola, y luego la daba vuelta violentamente, inclinándola hacia adelante adelante, disponiéndola con el culo en alto y la espalda bien arqueada, sus manos inhabilitadas apoyadas en la pared.

Desabrochaba su propio pantalón, una mano agarrándola firmemente por la cintura, la otra buscando su entrada y una vez encontrada presionando en su espalda, manteniéndola quieta, dispuesta y en lugar mientras la penetraba.

Eliza lo miró sonrojada y pequeña entre él y la pared. Draco cerro sus ojos sintiéndose estúpido, se apretó el puente de la nariz con una de sus manos un rato, y luego despegó su otra mano de la pared también. Esos pensamientos invasivos, adueñándose de su cabeza, lo hacían todo más difícil y frustrante. Mostraban su anhelo por tenerla físicamente, tocarla donde quisiera, usarla, escucharla gemir, pero no podía hacerlo, no a ella, tan inocente y buena. Cada vez que el pensamiento de algo así cruzaba su mente, cada vez que sentía su cuerpo reaccionar en sus pantalones, se sentía avergonzado y culpable. No lo soportaba, no con ella.

—¿Por qué besaste a mi amiga? ¿Intentabas hacerme sentir celosa? Te dije que quería venir contigo y solo no supe como negarme, lo siento. ¿Cuantas veces mas tengo que disculparme para que me perdones?

—Estaban jugando a la botella, ella me besó mientras estaba concentrado—se encontró a si mismo explicando. ¿Cuando le había explicado algo a alguien?

—Concentrado— murmuró Eliza, algo de incredulidad en su tono.

—Mirandote— dijo, casi entre dientes y suave como aquel que no quiere ser escuchado. Ella lo miró raro, demandando, pero mas como esperando pasivamente, una respuesta— Estaba pensando en ti.

Lo dijo rápidamente, pero esta vez lo escuchó bien.

—¿Estabas pensando en mi?— no era una demanda, sino una pregunta suave, entusiasta y sorprendida.

—Usaste el vestido.

—Acepte tu propuesta, lo único que quería era venir contigo, lo siento tanto.

—Discúlpate de rodillas y con mi pene en tu boca—la empujó hacia el piso con su mano en el hombro.

Su boca se abría repentinamente, por placer, con la boca de ella envolviéndolo por primera vez, las manos de Draco encontrando su cabello para empujarla hacia si mismo.

—Te ves preciosa. Me gusta verte en el vestido que yo te di.

Eliza no podía estar mas sonrojada, vagamente lograba mirarlo cada cierto rato— gracias, es un vestido como de princesa, gracias por dármelo, me gusta mucho.

—Tengo más para darte.

—Te ves como una princesa— afirmo, casi en trance, pegado, viéndola.

Desde su altura tenía una vista excelente de sus tetas, tomaba todo su esfuerzo no mirar.