capítulo 4: triste realidad...

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Despertó con un fuerte dolor de cabeza y por raro que sonara, también le dolía las caderas...

Algo desorientado trató de levantarse de la cama pero no lo logró por tres razones...

La primera... le dolía demasiado la cintura, cualquier mínimo movimiento era comparado a sentir miles de espinas.

La segunda... no podía moverse ya que unos brazos estaban aferrados a su cuerpo.

Y la tercera... Quedó en shock al ver a
scourge "desnudo" a su lado.

No mentía, ese erizo no era de quitarse nunca su amada chaqueta de cuero.

Sintió un fuerte dolor de cabeza... Se estremeció al recordar algunos fragmentos de lo que pasó anoche...

-no puede ser...- murmuró asustado.

-buenos días primor- saludó scourge con burla.

-¡tú!... ¿Qué me hiciste?- gruñó enojado mientras le metía una patada.

Se hubiera reído de verlo en el suelo pero estaba tan indignado... ¿Acaso lo violó anoche?

Fue raro no verlo enojado, todo lo contrario, se reía del menor, sí que estaba de muy buen humor.

-dirás ¿Qué no hicimos?- sonrió coqueto.

-¿Qué?-

-admítelo Miles... Anoche fue intenso y te gustó- afirmó mientras le daba espalda.

Se podía ver claramente arañazos por todos lados... Esto avergonzó mucho al doble colas.

Y es que no podía negarlo, le había gustado... Era la primera vez que scourge se preocupaba por él, fue muy considerado, amable, cariñoso...

Había visto un lado nuevo de scourge... un lado desconocido pero a la vez atrayente...

-ten en claro que esto no se volverá a repetir- amenazó mientras se colocaba su ropa y salía de allí.

'Oh Miles... Claro que se volverá a repetir'

Con ese pensamiento se colocó denuevo su casaca mirando con picardía la cama deshecha.

Con ese pensamiento se colocó denuevo su casaca mirando con picardía la cama deshecha

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Scourge se aseguró de cumplir sus deseos... A pesar de las quejas de Miles, siempre lograba persuadirlo... El menor caía en sus manos una y otra vez.

Era una delicia verlo tan sumiso, solo unas cuantas caricias y palabras dulces son suficiente para llevarlo poco a poco a la locura, era un deleite verlo en éxtasis.

Cualquier lugar de su departamento era ideal para poseerlo, aunque al inicio Miles se resistía poco a poco iba cayendo.

Habían muchas dudas en su cabeza, el comportamiento del verdoso era muy extraño, le trataba como si fueran...

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