Cuando todo empezó yo estaba acostumbrado a usar muchos aparatos eléctricos como mi celular, así que este gran cambio me tomó algo de tiempo para acostumbrarme.
Un adolescente cualquiera con gustos normales y una vida igual, no tengo una actividad favorita aunque de ser así diría que es disfrutar el clima tan agradable y sentir esa brisa que recorre por mi rostro. Como ahora ya no se usan tanto las fábricas el aire y cielo se fueron limpiando poco a poco, por otro lado es importante ordenar los sucesos que me llevaron a tener un nuevo estilo de vida.
Un día como cualquier otro estaba algo molesto ya que no podía hacer bien las cosas y me lo repetían en cada momento: “tienes que poner atención a todo" pues no es mi fuerte si me lo preguntan. De la nada la tierra empezó a temblar, sorprendidos no sabíamos que hacer más que correr a la calle y gritar, tembló tan fuerte que algunas casas se empezaron a caer encima de nosotros quedando aplastados a excepción de mi por supuesto...
Cuando recuperé la conciencia estaba asustado buscando alguna señal de mi familia en vano, cuando encontré algunos restos quede inmóvil y empecé a llorar tan fuerte como podía al igual que las personas que lograron escapar de aquel temblor que fue causado por nadie más que la naturaleza cansada de todo el daño que había sufrido por culpa de los humanos. Seguido del terremoto el desastre siguió con fuego expandiéndose por las calles, sangre y gritos de personas. Todo era un caos, en cuanto a mí solamente entré a las ruinas de lo que alguna vez fue mi casa para buscar desesperadamente cosas que me sirvieran para salir de ese infierno aún sin saber lo que iba a pasar o lo que iba a hacer. Mi vida normal había terminado aquel día en el que la tierra se enojó. ☀️