Prólogo

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— Yugi, sigo creyendo que es mala idea

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— Yugi, sigo creyendo que es mala idea.

— El que sea 2 años mayor que yo no me importa. Realmente me gusta.

— Déjalo en paz Tea— interrumpió Joey— después de todo en cuanto se acerque a él lo único que dirá serán palabras sin sentido, así que dudo que él le entienda algo.— se burló— En fin, creo que al final terminará dandose por vencido.

— ¡Nunca!— expresó el tricolor algo molesto.

— Oh ¿En serio? Dime qué número de intento es este— cuestionó Joey a lo que Yugi se sonrojó.

— El... dos-jdslnd...— bajó el volumen.

— ¿El qué?

— el dos-hdhas...

— No te escuchooo~

— ¡DOCE! ¡Es el doce! ¿¡OK!?

— Exacto. ¿Ves Tea? 

— Ya deja de molestarlo— lo empujó— Escucha Yugi, no me opongo a que salgas con alguien mayor pero... Es sólo que él no me da buena espina. 

— Sé que hemos escuchado diversos rumores sobre Yami pero son solo eso, rumores. Además, si en algún momento siento que no me agrada su forma de ser, simplemente me alejaré.

— Pero...

— Tea, estaré bien.

Sonrió inocente ignorando por completo su cruel futuro al lado de aquel considerado uno de los chicos más deseados del instituto.

El tricolor decidió avanzar hacia él y salir detrás del casillero dónde estaba oculto junto a sus amigos.
Con paso tembloroso finalmente llegó a donde Yami y su grupo de amigos se encontraban.

— Hola enano ¿vienes a hacernos reír de nuevo?— se burló uno de los chicos a lo que todos rieron. Pues el chico hacia referencia a las once veces anteriores que Yugi se había acercado a ellos y había dicho cosas sin sentido ocasionando gracia en los chicos.

— Basta Malik, deja al pobre chico.— habló Yami. Seguidamente este miró la carta que Yugi le entendía.— ¿Qué es esto?

— Uhh~ una carta de amor— se burló otro chico— Es la quinta que recibes en esta semana, deja un poco para nosotros.

— Cállense, no me dejan oír al niño.

— Etto... Yo... Espero puedas leerla...

— ¿Y si no?...— cuestionó imponente mientras le arrebataba la carta al chico.

— P-pues... Yo... Yo dejaré de intentarlo...— respondió tan rojo como pudo. Después de eso simplemente salió corriendo de ahí y Tea y Joey fueron tras él.

— Lo hiciste llorar, ¿No viste lo nervioso que estaba?

— Temblaba como un chihuahua— ante tal comentario todos rieron con excepción de un tricolor lo cual fue notado por el resto y callaron.

— Yami, no pensarás en aceptarlo.

— Si, no nos dirás qué ya te aburriste de tu noviecita actual.

— ¿Dalia? Esa tipa es la que se aburrió de mi. Ya no me da lo que le pido. Creo que ya no me ama como cuando se me declaró— rió el tricolor— Es hora de tirar lo viejo y adquirir un nuevo juguete.— sonrió con malicia mientras estrujaba en su mano aquella carta dada por el "chihuahua"

— Que perdida de tiempo— susurró Malik

El día escolar había finalizado y Yugi se dirigía a la salida de la escuela en compañía de sus amigos quienes intentaban animarlo

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El día escolar había finalizado y Yugi se dirigía a la salida de la escuela en compañía de sus amigos quienes intentaban animarlo.

— No te desanimes Yugi — dijo Tea

— Si claro, seguramente tú has de estar muy feliz— reprochó decepcionado

— Admito que ese tipo nunca me dió buena espina pero no puedo estar feliz mirando que estás triste.

— Ya olviden a ese tipo — interrumpió Joey una vez estuvieron fuera de la escuela— mejor vamos al karaoke, eso siempre nos anima. Yo invito las bebidas

— No es mala idea. ¿Qué dices Yugi?

— Pues yo...

— Él no puede ir. Es una pena — interrumpió cierto chico quién rodeó con su brazo el cuello de Yugi

— ¿Yami?

— Hola mi amor. ¿Planeaba irte sin mi?— sin previo aviso el chico besó al tricolor pequeño quien se sorprendió demasiado por tal acción pero se dejó llevar por un momento— considera esto como un Sí a tu cursi cartita.

— Vaya forma de aceptar una confesión — expresó Tea un poco molesta por las anteriores palabras del chico, pero este simplemente sonrió de forma indiferente

— Bueno, ¿que les parece si celebramos esto?— sugirió el rubio en un intento por alivianar el ambiente de tensión que se había formado entre Tea y Yami— el plan del karaoke sigue en pie y puedes unirte a nosotros Yami.

— Sí, podríamos ir los 4 y-

— Que pena— interrumpió al pequeño tricolor— pero hoy planee una romántica tarde en compañía de mi nuevo novio y eso no los incluye a ustedes dos.

— Creo que es Yugi quien decide por él mismo — comentó la castaña con gran molestia

— Pues yo...

— Cariño— lo interrumpió de nuevo pero esta vez tomó su rostro con delicadeza y lo giró para que lo mirara— realmente planeé algo con amor para tí, para celebrar nuestro primer día de noviazgo. Pero si un karaoke es más importante para tí entonces...

— No, no, no es eso. Yo quiero ir contigo. Quiero celebrar nuestro noviazgo y estoy seguro que mis amigos lo entenderán ¿Verdad?— los miró

— Por supuesto— dijo Joey

— Lo entendemos— dijo Tea no muy convencida

Yami sonrió ante su victoria. Tomó la mano de Yugi y casi jalandolo se lo llevó en dirección opuesta a dónde sus amigos se dirigían.
En esa pequeña trampa de elección, Yami se dió cuenta que Yugi era más vulnerable de lo que pensó, era de fácil manipulación y eso le haría fácil muchas cosas. Sin embargo, también descubrió que con Tea como su amiga, tendría muchas piedras en su camino de dominación total sobre su nuevo juguete, por lo que su primer movimiento debería ser que Yugi se alejara de sus amigos, algo fácil de lograr pues ya antes había hecho eso con sus anteriores parejas.

Continuará...

Amor tóxico pero adictivo || Por favor lee la descripciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora