Amor Entre Cazadores (Lady María x Lector)

Viejo Yharnam.

Tus heridas sanaron, saliste del taller y lo primero que viste al salir fue a la muñeca entablando una conversación con Gehrman y María.

- ¿Al novato le costó vencer a Gascoigne? - preguntó Gehrman.

- Si, incluso con mi ayuda fue un rival difícil de vencer - respondió María.

Te acercaste hacia los cazadores y ellos te miraron.

- ¿Te sientes mejor? - preguntó Gehrman.

Asentiste como respuesta y una imperceptible sonrisa apareció en el rostro de María.

- Novato, iremos a la Capilla de Oedon y de ahí iremos por una peligrosa bestia que ronda por Viejo Yharnam.

- ¿Viejo Yharnam? - preguntaste algo confundido.

- Te lo diré en el camino, prepara tus cosas porque iremos ahora mismo.

- Buen cazador, te hice una nueva bolsa que te ayudará a cargar más objetos, también es más resistente al daño por lo que no te tienes que preocupar por perder tus objetos.

- Vaya, gracias Muñeca.

Agarraste la bolsa y la pusiste en tu cintura. María sacó de uno de sus bolsillos las Gemas de Sangre y la cajita musical.

- Creo que esto te pertenece.

- Merci.

Agarrás los objetos y los guardaste. Gehrman los miró y se fue al taller. La cazadora se fue a una de las lápidas y tú la seguiste.

- Partiremos desde la Capilla, ¿Entendido?

- Oui.

Ambos desaparecieron para aparecer en la Capilla de Oedon. Al llegar viste al hombre encorvado, te le quedaste mirando pero te diste la vuelta mirando hacia otro lado. María caminó hasta salir de la capilla, le seguiste y Eileen apareció desde las sombras.

- Que sorpresa verlos por aquí - dijo Eileen.

- Un "hola" también estaría bien - afirmó María.

- Solo estoy de paso, otro cazador perdió el raciocinio y ahora está borracho de sangre.

- ¿De quien se trata? - preguntó la mujer.

- Si no mal recuerdo su nombre era Olek, un explorador de tumbas - respondió Eileen.

Ibas a hablar pero Eileen te ignoró y se fue dejándote solo con María.

- Ella es así, vamos, tenemos trabajo que hacer.

No hubo respuesta por parte tuya, solo le seguiste el paso llegando a unos escalones que llevaban a una zona baja de la capilla. Ninguno de los dos habló, era hasta cierto punto incómodo, el único sonido que había aparte de las pisadas de tus botas eran los truenos de una tormenta que se estaba formando en la lejanía.

- María, ¿Sabes que es Viejo Yharnam? - le preguntaste a la mujer.

- Pues la verdad no, no estuve cuando ocurrió el incidente - te respondió.

- ¿Incidente?

- Por lo que tengo entendido, tuvieron que quemar todo el lugar para asegurar la muerte de las bestias, pero algunas sobrevivieron y se quedaron.

- ¿Quien en su sano juicio prendería fuego un pueblo solo con el fin de mantener a raya simples bestias? Eso, es hasta cierto punto inhumano.

La mujer permaneció callada, siguieron caminando llegando a una pequeña estructura rodeada por un pequeño grupo de hombres junto a sus rabiosos perros.