Todo lo que conocía Lena antes, era tristeza, vacío, caos y destrucción.
Todo lo que conocía Lena, era oscuridad.
Y era algo comprensible, ya que era un montículo de sombras que fue creada y manipulada meramente por Magica para infiltrarse y poder destruir a Scrooge.
En ese entonces, Lena no tenía otro objetivo en mente que no fuera ayudar a Magica y soñar con ser libre, aunque esto fuera solamente fantasía.
Pero la fantasía a veces se vuelve realidad.
Después de todos los eventos que pasaron durante ese tiempo, Lena por fin puedo ser libre para ser una adolescente normal ( si considerabas normal tener poderes).
Por un tiempo no supo exactamente qué hacer, siempre había sido una marioneta, que ahora ser una persona real que podía tomar sus propias decisiones y pensar tan libremente como gustase, era raro.
A veces se le olvidaba comer, dormir o que su cuerpo tenía necesidad básicas que debían ser atendidas. Las sombras no tenían que hacer nada de eso, de cualquier manera.
Lo intento todo para llevar una vida normal y que pensaran que estaba bien.
Práctico su magia lo más que puedo para que fuera estable, pintó, hizo origami, fue a terapia, hizo ejercicios tanto físico como de respiración, meditación, tocar un instrumento.
Pero nada de eso funcionó salvo lo primero, su magia había mejorado considerablemente estas semanas.
Seguía teniendo pesadillas e insomnio y con cada día que pasaba solo deseaba con toda su alma ya no existir.
Hasta que ya no fue así.
Nunca pensó que la vida podía ser tan hermosa y deslumbrante como cada vez que veía a Webby.
Muchas personas dicen que el sol era tan desagradable y que con sólo verlo, su brillo te molestaba los ojos.
Pero Lena no podía creer nada de eso cuando tenía a Webby en frente de ella siendo la persona más dulce y amable que pudiera haber conocido.
Desde que Lena vio a Webby supo que quería permanecer a su lado siempre, no importase como fuese, solo quería estar con ella.
Y ahora estaban aquí las dos juntas jugando un juego de mesa que, si Lena tenía que ser sincera ,no entendía mucho pero no le importaba. Solo ver el rostro de Webby cada ves que ganaba podía superar cual mal rato que estuviera pasando.
Le costó unos minutos darse cuenta que Webby estaba hablando con ella y en su rostro lo que divisó fue preocupación.
—¿Lena?— preguntó Webby lo más tranquila y calmada posible, no queriendo que la chica se sintiera presionada de ninguna manera a contarle algo que no estaba lista para contar.
—Estoy bien pink, sabes que esto sucede con frecuencia, no te preocupes por mi— contestó, levantándose de donde estaba, para sentarse al lado de ella y con su mano acariciar su cabello, para poder calmarla.
Y era verdad.
Desde que Lena había vuelto del reino de las sombras, había desarrollado esté hábito de quedarse mirando a algún lugar sin punto fijo y perderse en sus pensamientos. Al principio no fue tan grave, cualquier sonido o movimiento que fuese dirigido o no hacía ella interrumpía totalmente esto, pero estas últimas semanas se había vuelto tan grande, hasta el punto de que podía quedarse horas en ese estado e ignorar cualquier frase, persona o movimiento.
—Se que dijiste que era normal, pero eso no disminuye mi preocupación por ti— contesto Webby, acurrucandose en su pecho para recibir mejor las caricias.
—Lo se, pero no nos concentremos en ese en este momento. Por cierto, ¿Que estabas diciendo hace rato?
—Ahh nada, solo que volví a ganar— sonrió Webby.
—Estoy empezando a creer que haces trampa pink.
—No hago trampa, solo que tu eres una perdedora.
Y Webby no sabe como ocurrió, pero ahora tenía a una Lena con una mirada salvaje en su rostro, encima suyo, haciéndole cosquillas sin detenerse por las quejas que pudiese soltar esta.
Después de un rato de una guerra de cosquillas, que dejó como invicta campeona a Lena, se bajó encima del regazo de Webby para acostarse a su lado en la cama.
Con sus mejillas sonrojadas y sonrisas en sus rostros, se quedaron mirando el techo de la habitación un rato.
Solo ellas, junto al cómodo silencio que adornaba el cuarto, entrelazando sus manos, pensando en todos los acontecimientos que habían ocurrido hasta el día de hoy, pensando en las aventuras, en los traumas, en los sueños, en la diversión; pensando sobre ellas.—¿Sabes que tengo razón, verdad?
Lena voltio su cabeza para mirar a Webby.
—¿En que?
— En que, si te concentraras más, quizás podrías ganarme.
—Nah, soy mala en los juegos y me gusta ver tu rostro de felicidad.
—Vamos Lena, tienes que esforzarte, no es divertido si no te comprometes— Webby giro su cabeza solo para hacerle ojitos de cachorro triste a Lena.
Porque sabía que Lena no se podía resistir a esa mirada.
Y Lena no pudo resistirse.
—Esta bien— suspiró Lena derrotada—.Solo un juego más y es todo.
—¿Prometes esforzarte?—Pregunto Webby levantándose de la cama.
—Lo que sea por ti webbs.
Webby se emocionó por eso, abrazo a Lena y salió corriendo para conseguir un nuevo juego.
—¿Alguna petición en especial?— pregunto antes de salir de la habitación.
—Sorpréndeme.
Y eso bastó para Webby fuera en busca del mejor juego de mesa.
Y en esa noche de juegos, risas y derrotas; Lena lo supo.
Supo que Webby era su pequeño rayo de luz.
Supo que no importaba lo que pasase; no importa si era controlada otra vez por Magica, si era enviada de nuevo al reino de las sombras, no importaba cuántas veces saliera lastimada en una aventura o si incluso le dijeran que le quedaban dos minutos de vida.
Mientras que Webby estuviese a su lado, la vida no parecía ser tan sombría y horrible como le hicieron creer.
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Weblena✧
Romance"I'm a girl. I love a girl. And, i'm ok with that." •✧Porque Lena y Webby son demasiado homosexuales la una por la otra; y el mundo está bien con eso. ✧•