Año 2107 - NEUROISISLAUREN'S POV
No importaba cuántas veces me recordara que aquello era un asunto que no me concernía, y que cuanto menos tuviera conocimiento de ello, mejor sería para mí, para mi propia seguridad, para mi propia paz mental. Sin embargo, era inútil, pues ella era tan intrigante como descubrir un nuevo mundo.
Aunque quisiera que mi concentración se mantuviera unidireccional, hoy nuevamente se alternaba; oscilaba entre ella, paseándose por las salas, cautivada por los objetos que hallaba en su recorrido, y por otro lado, estaba la planeación de la cirugía que debía realizarle tras la culminación de su recuperación, donde debía implantar nuevamente un chip inhibidor que la controlaría.
Le dejé libre, una libertad relativa si así se le podía decir, una libertad dentro de su cautiverio, cautiverio cuyo camino desembocaba en su final. Ella no vivía, ella simplemente existía, y existía para darle vida a alguien más, que absurdo y vano propósito, pero no había nada que pudiera hacer para soslayarlo. Aquello era tan deprimente que me enfermaba.
Al cabo de un rato, no volví a escuchar a Tiana con su constante y resonante exhortación respecto a lo que el contenedor hacía, y yo estaba tan ensimismada en mi faena, que me olvidé del tiempo que había transcurrido desde el último informe proporcionado.
Recordarlo fue como un balde de agua fría que me puso de pie al instante para marchar en su búsqueda.
— Tiana, ¿y el contenedor? — pregunté mientras comenzaba a desplazar mis pasos fuera de la estancia.
— Lleva cuarenta seis minutos observando por la ventana.
¿Había una ventana?
— ¿Qué ventana?
— Al occidente de la cafetería, por el fondo, hay un pasillo largo con ventanas.
Cuando terminó la indicación, fue el rumbo que tracé. En solo instantes estuve en la cafetería, y con mis ojos, repasé el entorno en pesquisa de la puerta, hasta que la hallé. Entonces fui hasta esta y la abrí, y, los primeros haces naturales de una lluvia de estrellas golpearon en mis ojos, esbozada por el firmamento, con las montañas nevadas sirviéndole de cortina, mientras los óleos del panorama brillaban con luminiscencia en tonos blancos y azules. Y los colores la tenían también a ella, a su rostro embelesado en las montañas. Apenas se inmutó por el ruido de mis pisadas que la alertaron de la incursión de mi presencia, reflejado en su cuerpo que se sobresaltó ligeramente, pero que, tras atraparme en sus ojos radiantes de admiración, volvió a relajar su postura, retornando sus ojos al paisaje que le proveía la ventana.
Arribé a su lado, quedándome en afonía al compás del sosiego, con mi mirada también escapando por los cristales. Incapaz de fracturar el momento en el que ella dedicaba solemne admiración a las vistas.
Entonces, ella colocó sus manos extendidas en la ventana, como si sus deseos de estar allí en las montañas le hicieron añorar avasallar la barrera del cristal y llegar allí; presenciarlo de cerca. Debía ser la cosa más alucinante que hubiera visto jamás, lo supe por el brillo que se reflejó en sus ojos.
— También me resultó increíble la primera vez que lo vi — relaté de pronto —. De donde yo venía, no se podía apreciar los paisajes. Estábamos bajo tierra, en un maldito bunker lleno de militares, y todo cuanto veía allí, eran salas inmensas de soldados heridos y agonizando.
Cuando terminé, sus ojos estaban apuntando hacia mí, queriendo desvelar mis palabras y realmente deseaba que entendiera, quizá así todo sería más fácil, quizá este lugar no se sentiría tan solitario, así quizá ella no me resultase tan intrigante. Así tendría respuestas y no un cúmulo de preguntas.
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RESILIENCIA (Parte 1 Terminada)
FanfictionDentro de la sublevación de un futuro distópico, 6 mujeres se enfrentan a un entorno hostil que las orilló a evolucionar para sobrevivir, y así, hacerle frente a las adversidades presentadas por el planeta, y por el humano mismo. Se adaptaron al do...