Las ciudad era brillante, el ruido de los coches en el tráfico, las voces y el caminar típico de la gente. El olor a humo era anormalmente estimulante, relajante, familiar.
Las luces de los ventanales le daban vivacidad a el cielo nublado. La lluvia amenazaba con caer, la brisa era acaudalada y fría, despejando la mente.
Sin duda la vista era hermosa desde arriba pero un poco triste y vacía. La gélida mirada contrastaba con el ambiente, la deslumbrante ciudad se reflejaba en sus pupilas, dándoles un toque de fragilidad y melancolía; una piedra en el corazón si llegaban a tocarte. La lluvia comenzó a empapar a la delgada silueta roja, el mármol blanco se lleno de pequeños charcos, logrando la ilusión de un gran espejo.
Los transeúntes pasaban, sin notar nada. algunos sacaron sus paraguas, otros corrieron a resguardarse dentro, otros simplemente lo descartaron, sin inmutarse.
La pequeña llovizna termino en una tormenta que arrasó con varias sombrillas, ahuyentó gente y a la pequeña persona carmesí.
Se estaba muriendo.
Y no era por ser exagerado, el cansancio físico y mental casi lo tumban. Los aromas eran difusos, cuando respiraba el olor y sabor a hierro era alarmante. Su vista brumosa y desencajada no servía de nada, y la espalda lo estaba matando.
Todo era un maldito desastre, desde su persona a su estado mental. Las ropas anteriormente blancas y suaves, estaban pintadas de un rojo oscuro. no había ni una parte de la prenda intacta.
el cuerpo le picaba y dolía, la incomodidad de la ropa al rozar con su piel y el ardor que esta le causaba a sus heridas paralizaron su cuerpo.
La poca conciencia y energía que le quedaban se desvanecieron, dejando descansar a su malgastado ser.Los suaves susurros de las cortinas que eran sopladas por el viento lo despertó. Estaba acostado en una suave cama, el dolor que sentía antes poco a poco iba desapareciendo, como si nunca hubiera estado ahí.
Se levanto mansamente, observando sus alrededores. La habitación estaba un poco vacía, las paredes eran de un color blanco a medio pintar, La poca luz que entraba por la ventana le daba un aire ambiguo. Solo había una cama, un estante con libros y una planta resaltaba en el ventanal.
Parpadeo extrañado, claramente hace unas horas estaba al borde de la muerte, pero se sentía entero. Se levantó de la cama con lentitud, una vez que sus pies tocaron el pisó se sintió anormalmente sano. El dolor que siempre estaba en el echo de tan solo respirar había desaparecido, no le dolían los huesos y no sentía la debilidad constante que lo asaltaba.Recorrió con la mirada una segunda vez la habitación, buscando un espejo. Al ver mas detalladamente el cuarto se dio cuenta de algunas cosas que habian pasado desapersividas. El espacio era pequeño pero no muy estrecho y no había un baño o un espejo. Los libros se podían contar con las manos y los cajones del estante estaban polvorientos sin nada de objetos.
Camino hasta el librero y checo los libros con mas detenimiento. En total eran 8 libros, casi todos hablaban de la herbolaria, flores o hierbas. Solo había uno que resaltaba un poco, Era un cuento infantil.
Lo tomo con cierto cuidado y lo leyó. Las hojas estaban gastadas por el tiempo, la portada era sencilla y minimalista. De alguna manera sintió un fuerte vinculo con este objeto, lo cerro cuidadosamente y lo volvió a dejar del mismo lugar donde lo tomo.
Camino en dirección a la ventana, el aire aventaba las cortinas. Recargo sus manos en el alfeizar y miro con calma el panorama. Era un campo de arroz, el aire se respiraba mas fácil y se sentía la calma de lo rural.
Un fuerte dolor en la muñeca lo asalto, cada vez mas intenso y recorriéndolo de pies a cabeza hasta quedarse estancado en lo mas profundo de su cerebro. Cubrió su cara con las manos en un intento de controlar la inmensa agonía que sentía.
De la misma manera que apareció se fue, pero para Faramir era tan vivido como hace un momento.
Un zumbido retumbo en sus adentros, causándole un leve temblor.Sistema: [~Querido host me presento, soy el sistema 01119C, deseo poder trabajar juntos por miles y miles de mundos~ \_(*≥υ≤*)_/]
Faramir no aguanto mas el dolor y la poca conciencia que le quedaba se esfumo.
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La Señal
RomanceFaramir, un anfitrión con un pasado de aguas turbias y un tonto ex loto blanco enlazado a 01119C, un sistema un poco caprichoso y manso, Van por miles y miles de mundo sin saber que les depara el destino, hasta que... Host:¡Pequeño C, el loco psicóp...