Calum me indicó el camino a seguir hacia el pequeño barrio privado. Estacioné el auto lejos de la entrada. Tenía que asegurarme de que no hubiera francotiradores esperándonos en la entrada. Era arriesgada la idea de adentrarnos en un barrio donde podría haber sobrevivientes, no sabía con que nos estábamos enfrentando. Calum insistía que eran buena gente, de cualquier manera no podía arriesgarme a que nos lastimaran.
Finalmente, cuando decidí que todo era seguro, bajamos del auto. Ambos estábamos armados hasta la coronilla, teníamos armas y cuchillos escondidas hasta en nuestras botas. En caso de que algo saliera mal, no tardaríamos en sacarlas y responder.
Ambos con rifles en nuestras manos, nos acercamos hacia el gran portón de metal. Calum se encargo de trepar una de las paredes para asegurarse de que el lugar no estuviese infestado de criaturas.
-¿Es seguro? –Pregunte mirando hacia los alrededores.
-Si… -Dijo dudoso.
-¿Qué sucede?
-Parece abandonado…
Intente abrir el gran portón pero fue inútil. Una cadena hizo ruido del otro lado del mismo. Tendríamos que trepar.
-Está cerrado.
-Bien, sostén el rifle, saltare hacia el otro lado y te atrapare cuando saltes.
-Claro.
Calum trepó la gruesa pared de concreto y rápidamente salto hacia el otro lado.
-¿Estás bien?
-Sí. Lanza los rifles hacia mí. –Y eso hice, lance los rifles hacia el otro lado y espere la siguiente indicación. –Bien, ahora trepa y salta el muro.
Estire mis brazos, di un pequeño salto y pase mi pierna derecha sobre el borde de la pared, luego la izquierda y pude sentarme sobre la misma.
-Salta.- Me indicó. Pero pretendía hacer otra cosa. Lance mi cuerpo hacia adelante y aterrice en mis pies. Le dedique una sonrisa triunfadora a Calum y el hizo una mueca de sorpresa.-Buen salto. –Dijo.
-Gracias.-Le sonreí nuevamente y le bese delicadamente la mejilla.
-Tendría que alagarte más seguido.-Comentó y ambos reímos.
-Tonto.- Dije todavía riendo. Tome mi rifle y seguimos con el recorrido.-Bien, devuelta al mundo real. ¿Hacia dónde nos dirigimos?
-Es por allí.-Señalo el camino de la derecha.
Caminamos unos 15 minutos en el pavimento que cubría las calles. Todas las casas parecían vacias, por las dudas, fuimos haciendo llamados en caso de que alguna persona viviera aquí. No dudaríamos en ayudarla si lo necesitaba.
Nos detuvimos en una de las casas de la cuadra. Era bastante grande mas era no muy lujosa. Se veía humilde, típica casa de familia que vivía en los suburbios.
Gire mi cabeza para ver a Calum, quien se encontraba contemplando la casa con una mirada de preocupación. Tomé su mano y respondió estrechando la mía fuertemente.
-Aquí es.- Dijo.
-Tranquilo.-Trate de calmarlo. Me acerque a él y lo abrace. Segundos después nos separamos pero nos mantuvimos mirándonos unos segundos más. Tome su rostro entre mis manos, acunándolo y le sonreí para luego darle un corto beso en los labios. –Todo va a estar bien, ¿sí?- El solo asintió, estaba nervioso.
No podía tomarlo de la mano en este momento, tenía que cargar el rifle, pero de no haber sido así, lo hubiese hecho.
Lentamente comenzamos a acercarnos a la puerta, pero nos detuvimos al escuchar a alguien gritarnos.
-¡Levanten las manos! –Grito una mujer detrás de nosotros y enseguida jalo el martillo del arma cuando vio las nuestras.- ¡QUE LEVANTEN LAS MANOS, DIJE!- No queríamos pelear, estábamos en total ventaja, a lo mejor llegábamos a otro acuerdo. Así que lo hicimos, soltamos las armas y levantamos las manos. Seguíamos de espalda a ella, por lo que no sabíamos a que nos enfrentábamos. Quizá tenía a una pandilla de matones detrás de ella. –Dense la vuelta.- Grito algo desesperada. Seguimos sus órdenes. Al darnos la vuelta, logramos ver quién era. Una muy asustada chica de unos… ¿20 años? Con una 9 mm apuntándonos a ambos. Sus ropas estaban completamente destrozadas y al ver su cuerpo pequeño se podía notar que no había comido en días. Estaba sucia a comparación de nosotros, su pelo estaba desordenado y tenía varias lastimaduras en sus brazos y cara.
Me observó de arriba abajo con una mirada que emanaba puro miedo. Su cara cambio completamente cuando desvió su mirada a Calum. Inmediatamente bajo el arma y él bajo los brazos. Ambos se quedaron viendo atónitos al otro, mientras que yo no tenía idea de que sucedía.
-Oh por dios… Calum…-Dijo ella con lagrimas brotando de sus ojos. Al parecer se conocían, obvio. El comenzó a lagrimear un poco e inmediatamente tomo a la chica entre sus brazos acogiéndola en un fuerte abrazo.-Dios mío, no puedo creer que estés vivo. Pensé que habías muerto y que estaba sola, completamente sola. No puedo creer esto, dime que no estoy soñando.-Dijo entre sollozos.
-No lo estás haciendo. Dios, te he extrañado tanto. Yo tampoco puedo creer que estés aquí. Esperaba que lo peor les hubiese sucedido.
Observe la escena mientras sucedía. No pude evitar sentir algo de molestia al no saber quién era esta chica. Esperaba una explicación al menos, antes de reprocharle a Calum que nunca me contara quien era esta muchacha.
Luego de unos minutos pareció haber recordado que yo estaba ahí. Y se disculpó por eso.
-Bueno ella es…-Lo interrumpí.
-¿Qué tal? Soy _______. –Dije estirando mi mano hacia la suya. Ella amablemente la estrechó y me dedico una dulce sonrisa.
-¿Y que eres de Calum? –Preguntó inesperadamente.
-Eh…yo soy…-No tenía idea de cómo responder a esa pregunta. Mierda.
-Ella es mi novia.-
Woah...
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The Last of Us- c.h
Fanfic"-En lugar de matarnos entre nosotros, formemos un equipo. No necesitamos más bajas, al contrario, juntemos fuerzas. ¿Qué dices?"