hug me | jihan (EDITANDO)

02

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Alguien sacudió el hombro del joven, haciéndolo abrir sus ojos y ayudándolo a despertar de aquel sueño en el que se encontraba consumido. Miró a su alrededor, tratando de encontrar una respuesta de donde se encontraba y porque el transporte en el que viajaba se encontraba vacío, y fue ahí donde sus ojos se toparon con los del conductor, esperando a que Jeonghan bajara, puesto que la ruta había llegado a su fin.

-¿Donde estoy?-preguntó el pelirrojo, levantándose rápidamente del asiento que había tomado

-En la estación de autobuses muchacho-dijo el conductor-Te quedaste dormido y me di cuenta hasta ahorita, yo ya termine con la ruta por lo tanto no puedo regresarte-el chico abrió los ojos de golpe y un poco asustado-Pero no te preocupes-dijo palmeando el hombro del chico-Aún no es tan tarde para que puedas tomar algún taxi, de hecho justo a dos cuadras encuentras una tienda de conveniencia para que llames a alguien si no tienes dinero en el celular

-Muchas gracias-dijo el chico apurado, se despidió de aquel amable señor y comenzó a correr fuera del lugar

Una vez que piso las afueras de la central de autobuses, pudo reconocer las calles, no era tan lejos de su casa, solo tendría que caminar algunas cuadras y llegaría sano y salvo. Comenzó a caminar a paso avanzado ya que necesitaba un buen baño y cerrar los ojos hasta el siguiente día. La tarea por hacer no le preocupaba por que la podría hacer al siguiente día en cuanto llegara a la escuela, ya que siempre llegaba 30 minutos antes del inicio de las clases, tiempo perfecto según el.
Dejó de correr cuando recordó su teléfono celular, seguramente tendría varias llamadas perdidas de su mejor amiga y alguno que otro mensaje de su madre.

13 llamadas perdidas de Hong JiJi
21 mensajes de Hong JiJi

Una sonrisa se formó en sus labios al leer el contacto de su mejor amiga en la pantalla de su celular, sabia el gran regaño que le esperaba por no responder a su llamado, pero era aquello lo que volvía más divertida su amistad.
El hecho de que Jiseon se comportara como una madre preocupada por sus hijos siempre había sido algo característico de aquella chica. Es por eso que tenía muchos amigos, por su bonita personalidad y disposición de preocuparse por los demás para ayudarlos.

Jeonghan seguía caminando y aunque tenía ansias de sentir su colchón, primero se dirigió a una tienda de dulces que se encontraba unas calles antes que su casa. Compro lo primero que vio, pago y salió de ahí. Normalmente debería de dar vuelta a la derecha y seguir caminando por otras 3 cuadras pero primero dio vuelta a la izquierda y solo camino 1 cuadra, ¿porque? Porque esa dirección era la de Hong Jiseon.

El chico tocó el timbre sobre la pared, sujetando con fuerza la bolsa llena de dulces en su mano derecha. Ya había imaginado a su mejor amiga gritando y regañándolo por no saber de su paradero. Le divertía hacerla enojar y burlarse de sus pucheros aunque derritieran a cualquiera.
Escuchó como la puerta se abrió y detrás de ella apareció una persona, pero no quien el esperaba.

Jeonghan abrió los ojos en grande y sintió como el calor subía a sus mejillas como hormigas buscando comida. Tres veces parpadeo y hasta la bolsa de dulces que sujetaba se cayó al suelo. Rápidamente cubrió con las dos manos su mirada y las palabras aún no podían salir de su boca.

-¿Vas a pasar?-dijo el pelinegro

Jeonghan estaba nulo de palabras, por lo que elevó su dedo índice en un intento de señalar el abdomen desnudo de Joshua, pero parecía que este no captaba la idea; el otro chico dudoso bajo su mirada hacia donde Jeonghan apuntaba, dándose cuenta que no había algo que cubriera sus abdominales bien trabajados, a este también se le pintaron las mejillas de rojo, corrió escaleras arriba y aún dejando la puerta abierta, se escabulló hasta su habitación mientras la vergüenza se apoderaba de él.