Hostilidad: del latín hostilitas. Cualidad de hostil. Es un sentimiento que combina indignación, resentimiento y acritud, acompañado de una actitud cínica hacia la naturaleza humana, que puede llevar a la violencia y al rencor. A menudo se expresa de formas muy sutiles que no incumplen las normas sociales, y su manifestación es muy similar a la de la ira.
***
Área montañosa al sur de Yunmeng, en un momento indeterminado entre la llegada de Wei Wuxian a Muelle de Loto y la partida de Lan Wangji de Nubes Recónditas.
—¡Wei Ying, a tu derecha!
—¡La veo!
Como si fuera un látigo, la enorme cola de una serpiente gigante se precipitó contra Wei Wuxian con tanta rapidez que apenas logró esquivarla. El ataque barrió todo lo que encontró a su paso, ya fueran árboles o rocas.
—¡Ten cuidado, idiota! —gritó Jiang Cheng.
—¡Eres tú el que debe tener cuidado! —gritó también Wei Wuxian, viendo cómo el reptil se acercaba velozmente a Jiang Cheng para morderlo con sus espantosos dientes.
Zidian en mano, Jiang Cheng asestó un duro golpe, haciendo retroceder a la bestia. Sin embargo, la serpiente se recuperó enseguida y los atacó de nuevo, emitiendo un fuerte siseo. Los dos saltaron y rodaron por el suelo para evadir el embiste.
—Esta vez te has superado —dijo Wei Wuxian, deteniéndose junto Jiang Cheng para recuperar el aliento.
—¿Y qué esperabas? ¿Acaso prefieres seguir practicando con demonios de montaña o fantasmas de poca monta? —dijo Jiang Cheng con sarcasmo— Pensaba que habíamos acordado fortalecer tu núcleo, ¡y precisamente por eso necesitas luchar con bestias de este nivel!
La criatura contra la que se enfrentaban no era insignificante. Se trataba de una Bashe (1), una serpiente mitológica tan grande que podía engullir un elefante de un solo bocado. Era el monstruo más peligroso de la zona, y ningún cultivador se atrevía a acercarse.
Todas las veces que Wei Wuxian y Jiang Cheng salían de cacería, se aseguraban bien de ir a lugares donde no hubiera gente. Era importante que nadie los viera cultivar juntos, y también que Wei Wuxian siguiera intentando pasar desapercibido. Lo segundo era difícil en Muelle de Loto, donde todo el mundo ya lo había visto, pero no cuando salían de Yunmeng.
—Pues claro que prefiero pelear con enemigos fuertes, pero aún no estoy en plena forma —dijo Wei Wuxian, esquivando un nuevo ataque de la serpiente, y gritó—: ¡vas a hacer que nos maten!
—¡Calla y concéntrate! —chilló Jiang Cheng, saltando hacia otra posición.
Ya habían seguido ese método muchas veces: los dos esquivarían los ataques del enemigo hasta agotarlo, y luego Jiang Cheng lo atacaría con Zidian, con cuidado de no dañarlo en exceso. Necesitaban que Wei Wuxian se esforzara para fortalecer su núcleo.
Sin embargo, esta vez Jiang Cheng no necesitaba contenerse. Ya le había asestado varios latigazos a la serpiente usando toda su fuerza espiritual, y la bestia no mostraba signos de fatiga. Empezó a pensar que Wei Wuxian tenía razón: tal vez habían elegido un oponente demasiado fuerte.
Si la situación se complicaba hasta el punto de temer por sus vidas, Wei Wuxian podía llamar a Wen Ning para que los ayudara, pero Jiang Cheng prefería no llegar a ese extremo. Hasta ahora, nunca habían tenido que recurrir a él, y Wei Wuxian tampoco podía usar técnicas de cultivación demoníaca si quería seguir fortaleciendo su núcleo dorado. Además, sus problemas de salud no habían desaparecido por completo; aún se sentía débil y había límites que no podían superar. Por eso, y a pesar de las advertencias de Jiang Cheng, Wei Wuxian siempre llevaba a Chenqing consigo.
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Una cura para el alma (EN REVISIÓN)
FanfictionDespués de poner fin a las artimañas de Jin GuangYao y sus secuaces, Wei Wuxian y Lan Wangji regresan juntos a Nubes Recónditas como matrimonio. Los dos han sufrido enormemente y por fin pueden continuar con su vida en común, amándose incondicionalm...