La Mansión Watts

Capítulo 7: Una pincelada del pasado

Hace 30 años.

Hace 30 años que este caballero viudo llamado, William Watts, vive en esta mansión.
Quedó viudo después de 8 años de matrimonio con una hermosa mujer pero el después de quedar viudo solo le daría su tiempo a su única hija llamada, Selene. Selene al verse sin su madre tendría un vacío enorme que solo lo llenaría con la compañía un hombre, William igualmente tendría un vacío sin su esposa así que el conoció a esta hermosa mujer que un día llegó a su puerta siendo una vendedora de puerta en puerta y saldría siendo una mujer millonaria y esta mujer creo que ya la conocen, Constance, llegó a la mansión Watts y William quedaría enamorado perdidamente de ella. Constance dejó toda su familia, amigos y conocidos y se fue a vivir con él, Constance era una mujer feliz que hacía todo por ver sonreír a su esposo pero, su hijastra, Selene, le tenía mucho odio  por ella querer sustituir a su madre, Selene con el pasar de los días se sentía más y más sola, ella nesecitaba a alguien con quien pasar su tiempo porque su padre solo tenía ojos para Constance.
William se percataria de la soledad de su hija, así que el organizó una fiesta, fue una de las fiestas más grandes de la historia, todos asistieron, William se encargó personalmente de invitar a los hombres más apuestos de la época pero, Selene, no veía a nadie que le llamara la atención hasta que apareció el.
Alexis, el hijo de un magnate había entrado por la puerta y Selene quedó flechada por su belleza. Ambos se enamoraron. La boda fue una de las bodas más maravillosas de todo el lugar, eran el uno para el otro, una noche de pasión entre Selene y Alexis la dejaría embarazada de gemelos. Selene estaba emocionada hasta que una noche los dos se fueron a dormir como cualquier otra pero a la mañana siguiente Alexis se habría ido, Constance, William y Selene lo buscaron por toda la propiedad, hasta pensaron en su muerte pero esta no fue confirmada.
Selene estaba destrozada, ella se la pasaba en su habitación. Ella tuvo a sus gemelos en casa solo con la ayuda de Constance.
Una vez Selene estaba dándoles de comer a sus gemelos y Constance llegó junto a William, y Constance le dijo a Selene.

–He hablando con tu padre y sabemos que la mejor opción para ti, es que regales a tus gemelos, conozco a una familia que los querría.

–¡¿Qué?!, nunca voy a hacer eso, ¡Son mis hijos!. –Dijo Selene muy enojada–

–¡¿No has pensado en lo que dirá la gente?!, es un suicidio social si alguien se entera de que tus gemelos no tienen padre. –Dijo Constance muy seria–

–Nunca haré eso, que la gente piense que lo que quiera, yo no voy a regalar a mis hijos, y tu no eres tal para decirme que hacer. –Dijo Selene muy segura de si misma.–

–Lo harás, yo me aseguro de eso. –Dijo Constance un poco furiosa.–

Selene se abalanzó sobre Constance y William separó y empujó a Selene haciendo que cayera y golpeara su cabeza en el filo de una mesa, dejándola muerta.
William solo se preocupo por Constance, hasta que ella se percató que Selene no se levantaba y muy asustada le dijo a William.

–William... Selene esta muerta.

William fue a ver a Selene y ella no tenía pulso, William se asustó mucho y empezó a tener una respiración muy agitada, y Constance lo intento tranquilizar y le dijo.

–No te preocupes, yo sé que hacer, ve a la cama y acuéstate.

William se fue a la habitación corriendo y Constance tomó el cuerpo sin vida de Selene, y se fue al jardín y con Selene en brazos ella se fue hasta el lago y tiró a Selene allí.
Constance estaba un poco histérica y solo entró a la casa y oyó a los gemelos llorando y se fue para ver que era lo que ocurría y solo los acarició y les dijo.

–Tu eres Miles. –Constance señaló al varón.– Y tú eres la pequeña Emma.

Constance se los llevó en brazos hasta la cama de Selene y los acostó ahí y apenas tocaron la cama ellos se durmieron.
Constance se fue a acostar, y los días pasaban y William no quería hablar con nadie, hasta que una noche, Constance estaba mirando a los gemelos y oyó a William entrar, Constance como la buena esposa que era fue a saludar a su esposo pero la escena que vio la dejó sin palabras.
William traía a un hombre desconocido degollado entre brazos, Constance muy asustada le dijo.

–¡William!... ¿Quién es él?.

William no dijo nada y solo lo dejó en el piso y se fue de allí.
Constance hizo una respiración profunda y tomó al cuerpo de su brazo y lo llevó hasta el lago y lo tiró allí.
Y con el pasar de los días William llevaba a cualquier persona asesinada y Constance la llevaba al lago, William mató a una niña llamada Becky, y cuando llegó a la casa solo dijo.

–Se parecía demasiado a Selene.

El lago estaba repleto de cadáveres, pero el de Selene era el único que estaba tocando el fondo, como por arte de magia una noche Selene se salió del lago y fue a la casa a ver a sus gemelos y solo los tocó y le dijo con una voz muy desgastada.

–Los amo.

Y ella hacia lo mismos todos los días.
Salía del lago, entraba a la casa, veía a los gemelos y volvía al lago, era su rutina diaria, la cara de Selene se empezó a deformar conforme los años pasaban.
Hasta que una noche, William se despertó y fue al cuarto de los niños los cuales ya tenían 10 años, William los asesinó y los dejó en la cama donde dormían plácidamente.
A la mañana siguiente Constance se levantó como de costumbre a ver a los niños, pero ese día Constance encontró a los niños asesinados, Constance lloraba y lloraba, pero la furia que sentía la cegó, ella corrió hacia donde William y le empezó a pegar mientras le decía.

–¡¿Por qué?!.

Pero William no se inmutó, hasta que William le empezó a dar una paliza a Constance. Constance lloraba en el piso y de un golpe William la asesinó.
Pero Constance volvió a la vida o al menos eso era lo que ella creía, vio a los niños de nuevo y la furia se apoderó de Constance, ella agarró un veneno de mediana intensidad y le dio exactamente 5 gotas a William mientras el dormía, al día siguiente le dio de nuevo 5 gotas a William y lo dejó como ya todos sabemos.
Constance estaba destrozada al saber que su vida eterna sería en la casa del hombre que la asesinó.
Hasta que un día una noble mujer tocó la puerta, Constance salió a ver quien era y esa mujer le dijo.

–¡Hola!, me llamo Moira, buscó trabajo como limpiadora, ¿le interesaría contratarme?.

La amabilidad de la mujer fue tal que Constance accedió. Los días pasaban y Moira se iba percatado que algo en esa casa no estaba bien, pero Moira realmente nesecitaba el trabajo y de esa casa nunca se fue.
Hasta que una noche William con todas sus fuerzas se levantó de la cama y les escribió para que fueran urgentemente a unos doctores que una vez vio el la calle, los Brennan. Y ahí empieza la historia que ya conocemos.