U.C.

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*Perdonen el nombre de la chica, soy mala en nombre y aún peor en chinos.

-La hermosura de la diosa, la madre la desea...- esa es su forma de decir, que es hermoso.

-Es estresante - murmura sobre los gritos de la pequeña perfectamente brincando en sus brazos. Aplaudiendo con ganas.

No es dé mucha ayuda cuando Lao Wen brinca en su asiento, y aplaude al ritmo de su hija. Aumentando las energías de una niña energética por nacimiento de dos años.

Maldito Wen Kexing.

-Mamá...- llama removiéndose en sus brazos, y golpeando con delicadeza la boca del hombre, antes de tomar la túnica en sus pálidos puños - ¡mamá, mamá, mamá!

-¡Ah-Xu, Ah-Xu, Ah-Xu! - llama con el mismo ritmo que su hija, brincando y aplaudiendo.

Zhou Zishu rueda los ojos, buscando aquellas enseñanzas que su maestro se esmeró en enseñarle. La paciencia y concentración que aprendió tan atentamente a tener, a pesar de su mal humor. Y que ha aumentado con el simple hecho de ser pareja de Wen Kexing, tener una hija con este hombre, un discípulo totalmente escurridizo, que en cierta parte se ha convertido en su otro hijo.

Y Gu Xiang y su esposo, otra niña inquieta que genera cierto dolor de cabeza con su marido sumiso a niveles que no se consideran sanos. Y claro, las visitas casuales de un doble dolor de cabeza llamado Ye Bai Yi.

Solo tiene que practicar sus artes marciales para estar tranquilo.

Un resoplo de la comida preparada por su amante llega, golpeando su rostro y haciéndole fruncir el ceño. Que olor tan horrible.

Demonios. Maldice una y otra vez a Wen Kexing y posiblemente el hecho de haber salido de Tianchuang. Aunque fue la mejor decisión de su vida.

-Lao Wen...

-¿Si cariño?

-¿Vas a hacer que Zhang Chengling pelee con la gallina de nuevo?

Ese es su iniciativa para levantarse y correr a la cocina.

En el momento que escucha la bolsa de nueces, sabe que es su momento para retirarse.

-A-Zhou, mamá tiene que ir al baño ¿está bien? ¿Me esperas aquí? - la niña asiente con una sonrisa.

Pero apenas da un paso lejos, siente como sus pequeñas manos agarran su pierna.

-Mamá no.

-Mamá tiene que ir al baño solamente, viene en unos segundos - responde con una sonrisa, golpeando su nariz con su dedo en una caricia.

Por favor, que no haga una rabieta como su padre.

-¡Mamá, mamá! - llama entre gimoteando, las lágrimas empezando a llenar sus pequeños y redondos ojos tan parecidos a los de su padre.

Dando un paso mientras Zhou Zishu da otro, en dirección a la habitación.

-Espera a mamá aquí ¿si? No llores, A-Zhou, vengo en un minuto - pide besando las mejillas regordetas y húmedas por el llanto.

Acariciando su cabello negro en un moño.

Esta asiente, pero en cuanto ve a su madre abrir la puerta, se apega de nuevo a su cintura, soltando sollozos.

-Wenzhou, se buena cariño, mamá solo se va por unos segundos - responde dando un beso en sus manitas de princesa antes de prácticamente correr al baño. Antes de cerrar la puerta, grita: - ¡Lao Wen encárgate!

Zhou Zishu necesita vacacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora