Love Me Like You Do

¡¿Y dime que quieres liam?! ¡¿Te doy todo?! ¡¿Ya no tengo más que darte?! – un ojiazul, gritaba casi llorando a un castaño más alto que él.

No… Me falta tu corazón, como cuando éramos más jóvenes, cuando éramos novios, siempre que me veías sonreías y mi corazón se aceleraba, tus ojos antes brillaban, ahora son opacos, tus labios eran el mejor sabor de todo el mundo, ahora saben a un amargo adiós – el castaño trataba de no derrumbarse, de no caer a los pies del que alguna vez fue su amado.

Louis no sabía que decir, su boca solo quedo entreabierta tratando de decir algo, que jamás salió de sus labios, solo estaba ahí, parado como una estatua, que estaba siendo derrumbada, sin piedad alguna.

Solo quiero que me contestes algo, ¿todavía me amas? – mentir, fue lo primero que se le vino a la cabeza, pero que caso tenia mentir, si la verdad, era muy doloroso, pero al fin de cuentas era verdad y él quería con todo su cariño a liam, pero ese era el problema, lo quería, mas ya no lo amaba.

No, ya no te amo – su palabras fueron hirientes y ardientes dagas, que atravesaron el frágil corazón de liam, el sabia la respuesta, incluso antes de que su amado ojiazul la dijera, pero aun así fue muy doloroso, más de lo que se imaginaba, oírle decir eso.

¿A….alguien más ocupa tu corazón? – él quería oír la respuesta, pero temía que dijera que sí, no sabía qué pasaría si dijeron eso.

Si – frio y dolor, eso era lo que sentía liam, amaba con su corazón a esa pequeña persona, que alguna vez le juro amor eterno y ahora se lo arrebataba para darle su corazón a alguien más.

Agarra tus maletas y vete lou – louis sabía que eso iba a ser doloroso, pero no se imaginó, que él lo echara de su casa, así sin más.

¿Y lo nuestro? Lo echaras al drenaje, ya no harás nada para salvar lo poco que queda – los ojos de louis se tornaron más azules debido a sus lágrimas, que no impidió que cayeran a sus pies.

Ya no hay un nosotros, lou. Créeme que quiero llorar y no dejarte ir jamás, pero si no te hago feliz, no se para que sirvo en tu vida, alguien tienen tu corazón lou y esa persona no soy yo, no le arrebatare su vida, como el me la arrebato a mí y quisiera ser egoísta y pesar solo en mí y no dejarte marchar, pero yo no puedo ser así, te amo demasiado para hacerte sufrir – los ojos color miel, se anegaron en lágrimas, que corrían furiosas, por el rostro de liam, él no quería ver a la cara a louis, sabía que si lo hacía, se derrumbaría y no soportaría verle marcharse.

Te amo – no supo que fue lo que en realidad lo que le destruyo los muros alrededor de su corazón, saber que su amado no lo amaba o saber que su amado lo quería engañar.

Me amabas lou, ahora solo me quieres. Toma tus cosas lou no hagas esto más difícil – aunque quería ser fuerte y no dejarse caer louis, no podía, no podía creer lo que había hecho, se sentía basura, que no merecía un espacio en la tierra.

¡No! No me iré –sus palabras fueron claras y sin vacilación alguno, pero su corazón se apretaba cada vez más, al tratar de aferrarse a algo que le mismo había demolido.

¿Te acuerdas de nuestra boda? – sus ojos se agrandaron y no por sorpresa o vergüenza, si no por el doloroso recuerda, que en algún momento fue el más feliz.

Nunca la olvidaría – trato de sonreír pero no pudo, ni el recuerdo de ese maravilloso día, lo hacía sonreír.

Mis votos de amor – una fugaz sonrisa, que se convirtió en una mueca de dolor, se dibujó rápidamente en el rostro de ambos chicos.

“Te juro amor eterno, Louis Tomlinson y poyarte y amarte aunque no estés conmigo y quiero que me prometas una cosa.                                                                                                                                     Si alguna vez te llegas a enamorar de otra persona, por más dolorosa que sea la despedida, quiero que te vayas con esa persona, antes de que lo nuestro se convierta en un martirio para ambos.                                         Y prometo no morir en el intento de dejarte ir y me prometerás que no voltearas a verme, aunque te lo ruegue de rodillas. “– la vos de liam cayó en un pequeño susurro, sin poder decir algo más.