Capítulo 30. "Juicio. Parte III"

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Alemania, 24 de abril del 2019.

Bella.

Dudo me ha dejado claro que no debo secuestrar a nadie del jurado de Marco, además, debo actuar con inteligencia y no con impulsividad.

- La respuesta es de sí o no, joven Tremblay - todos están tensos - ¿Tiene o no tiene contacto con la mafia italiana?

- Ya le dije que de tener contacto no estaría aquí - rueda los ojos.

- ¿Es un no retundo?

- Sí.

- ¿Sí tiene contacto?

- No - sonríe de lado.

- ¿No tiene contacto? - pregunta estresado.

- Sí.

El abogado desiste, cansado de Damián. Tienen una hora interrogándolo, pero Damián está siendo insoportable. Puedo ver cómo Marco está arrepentido de haberlo escogido como testigo. Se ha extendido tanto el juicio que tomaron el tiempo del receso.

Damián ha pasado toda la hora jugando con sus respuestas, evitando responder lo que se le pide, haciendo el proceso lento. Por lo que sé, cuando es respuesta de sí o no, se debe ser conciso sin dar explicaciones, pero Damián es difícil de llevar sobre todo si tiene como meta desesperar al abogado.

Es un manipulador.

- Aún quedan cuatro preguntas - reconoce, exhalando con pesadez - ¿Por qué hay tantos rumores sobre su apellido?

- Me parece que eso no es de su incumbencia, abogado - raspa su barbilla con su mano con una sonrisa - ¿Soy yo o usted está algo obsesionado conmigo? ¿Este juicio es para debatir el tema de mi amigo Marco o para averiguar mi vida?

- Son preguntas que sirven para facilitar el caso, debe responder concretamente - rueda los ojos, repitiendo la misma frase que ha dicho duran una hora.

- ¿Ah, sí? - se ríe - ¿De qué le sirve saber con quién me acuesto? - levanta una ceja - Lamento decepcionarlo, pero no me van los hombres - susurra, ignorando el hecho de que todos pueden escucharlo.

El jurado vuelve a quejarse ante la osadía de Damián. El juez principal pide orden por enésima vez.

- Señor Tremblay - lo regaña -, esto es un tema serio.

- ¿No le parece serio que un abogado quiera saber mi vida sexual? - bufa, haciéndose el molesto - No es su maldito problema.

La sala vuelve a estallar en quejas por el vocabulario de Damián. Él sonríe complacido de molestar a todos, es un hincha pelotas.

- Señor Gólubev, le pido que tome asiento - el juez le cancela sus preguntas.

- Pero...

- Señor Tremblay, vuelva a su asiento - exhala molesto -. Señor Queen, tiene treinta minutos para defender a su cliente.

Damián se levanta de un salto y camina hacia al lado de Mica. Gólubev se sienta molesto, en toda la hora que estuvo con Damián no pudo demostrar nada ya que Damián se encargó de voltear el asunto. Así que Gólubev no ha dicho nada en concreto y ni siquiera su cliente está presente.

- Estoy disgustado, Señoría - Mijaíl se pone de pie con otro lote de carpetas en mano. Le pasa una carpeta a todos -. El acusador ni siquiera ha dejado su nombre o apellido en sus denuncias contra mi cliente. Como pueden ver todas las denuncias tienen una flor de sello, misma flor que identifica el maletín del abogado novato y de varios jueces del jurado - camina alrededor de la sala -. Creo que las cosas hablan por sí solas, pero me tomaré la molestia de explicarlas. Este sujeto de acá - señala al abogado -, se encargó de denunciar a mi cliente por asesinato, posesión de armas, tráfico de mujeres, violación y extorsión. Todo ciudadano tiene derecho a denunciar delitos ante la ley, pero siempre será inocente hasta que se demuestre lo contrario - Mijaíl lo observa con desagrado -. El deber de la ley era iniciar una investigación en contra de mi cliente, luego, al encontrar las pruebas necesarias, un juez debe firmar una orden de arresto, sólo si es necesaria, para que el acusado no perjudique la búsqueda de información - se gira, viendo a todos a la cara - ¿Dónde está la orden de arresto? - le pregunta al abogado. Gólubev saca una hoja del maletín y se la pasa a Mijaíl. Cuando la tiene en sus manos se ríe con descaro y se la tiende al juez - Me acabas de dar una orden de investigación, no de arresto. Si no sabes diferenciarlas, no entiendo que haces aquí - el juez escucha atentamente a Mijaíl - ¿Dónde está la investigación? ¿Dónde están las pruebas que condenan a mi cliente? ¿Si tuvieron tiempo de investigar por qué perdiste dos horas de tu tiempo interrogando a mis testigos?

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