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Otra vez la misma noticia, un autobús repleto de adolescentes había desaparecido completamente, su última vista fue su entrada a aquella calle, aquella que recorre por la calle de la casa que todos hablaban en el pueblo entre murmullos, con la piel erizada y los ojos abiertos como los de un plato. Sin embargo, era muy extraño hablar sobre ello, ya que la juventud en estos tiempos se enfocaba más en la diversión, en fiestas, alcohol, sexo, ¿hasta quién sabe? En romance.

Un grito desgarrador hizo estremecer a los presentes quienes suspiraron como era anual, mientras seguían su desayuno como si nada hubiera ocurrido.
De nuevo el joven Byun había tenido una pesadilla, un hombre desfigurado con quemaduras graves y manos de cuchillas, estaba bañado en sudor, y su respiración agitada, su pecho subía, y bajaba de forma desesperante, su cabello rojizo despeinado entre el sudor. Hasta que decidió levantarse rápidamente e intentar llevar su día normal como siempre.. Era un día normal, una pesadilla normal, en su nueva casa

solo esperaba lo haber asustado demasiado a sus padres, y no haberle quitado el hambre de nuevo a su hermanita, quien siempre se preocupaba y rezaba por el bien de él, para que sus pesadillas cezen de una vez, ya que los horribles gritos que soltaba el menor eran de tal fuerza que la primera vez pensaban que alguien se había escabullido por la casa a atacar al joven Byun.

Sus ojos estaban delineados tan perfectamente que las mujeres al pasar lo envidiaban por la buena precisión y lo deseaban por la belleza que emanaba hasta por los poros. Sus manos en sus bolsillos y los pasos calmados hacía su locker, con una sonrisa amable en sus labios devolviendo la mirada a aquellos que se atrevían a verlo directamente a los ojos por largos segundo, hasta que finalmente se detuvo en su respectivo locker, introduciendo la contraseña, acomodando sus cosas con calma

— ¿chico nuevo? — habló una voz detrás suyo

BaekHyun se giró ni muy lento, ni muy rápido, cerrando el locker, apoyándose en éste mientras acomodaba los libros entre sus brazos abrazándolos, observando a las dos personas que se encontraban delante suyo

— lo soy — respondió cortésmente

— soy Doo Kyungsoo, él es Kim Jongin — exclamó el más bajo de los tres

El bajo que le había hablado era pelinegro, ojos color marrones como la semilla del café, y sus labios rosados en forma de corazón, mientras que el chico que estaba a su lado era moreno, cabello castaño, ojos marrones, con aros en sus orejas y cadenas alrededor de su cuello

— me llamo Byun BaekHyun — sonrió

ambos chicos esbozaron una sonrisa invitando al castaño a almorzar junto a ellos, quien sin perder tiempo, aceptó.
allí se encontraban los tres almorzando, y hablando de forma amigable, entre risas, intento de murmullos, molestando a Kyungsoo por su baja estatura, o a Jongin por su piel morena, o a Baekhyun por sus facciones femeninas que llamaban bastante la atención. Hasta que todo el comedor quedó en silencio, y un grupo de chicos caminaba delante suyo, uno de ellos se acercó específicamente a su mesa.

Era más alto que los tres, su cabello negro como la misma oscuridad que poseen las sombras, sus ojos eran de un color intenso, al verlos fijamente podías quedarte totalmente petrificado observandolos.

— ¿cómo te fue en el entrenamiento? — le preguntó Jongin al desconocido

— agotador, pero es importante que sea así, la próxima semana empiezan los torneos

Baekhyun estaba tan detenidamente observandolo que el alto se había percatado de ello, estrechando su mano hacía el pelirrojo, ofreciéndole un "cálido" saludo de bienvenida

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⏰ Última actualización: Apr 06, 2021 ⏰

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