Mi primera...tutoría con Newt sería mañana mientras Hagrid da clase a nuestras correspondientes casas.
Ahora estaba de camino al gran comedor con mi querida Lunita.
-¿Nos podemos sentar con los chicos?- pregunta felizmente.
-¡Claro que si!- respondo inmediatamente.
Nos apresuramos a llegar hasta la mesa donde ellos acostumbraban comer, por supuesto que ahí estaban.
Los cuatro Weasley's, Harry, Hermione y Neville.
-Hola ¿Podemos sentarnos?- pregunta mi rubia amiga.
-No veo la necesidad de preguntar, siempre son bienvenidas chicas - responde Harry con una sonrisa.
Luna toma asiento entre Ginny y Neville, mientras que yo le mando una mirada a Ron quien comía felizmente pollo, alzó las cejas confundido y sin apartar mi vista de él me senté en medio de sus hermanos gemelos.
-Hola pequeña Ravenclaw- saludan al unísono.
Su hermano pequeño solo entre cierra los ojos en nuestra dirección mientras toma un pedazo de pan.
-Hola chicos - los saludo.
Procedo a servirme un poco de papas,arroz y pollo antes de que Ronald acabe con toda la comida.
-Entonces ¿Qué te quería decir Hagrid,__________?- me pregunta Hermione.
-Oh, nada bueno - dije encogiendome de hombros- Estoy a nada de reprobar su clase- expreso tranquilamente.
-¿Cómo puedes estár tan tranquila por eso?- cuestiona Neville con sorpresa.
-Porque, mi querido Neville- procedo a tomo el tenedor de George -Tengo un tutor particular que me ayudará con ello.
-Eso si es genial, desearía tener uno para historia de la magia- comenta Ginny con un puchero.
-Harry deberías ayudar a tu novia- digo tomando ahora la cuchara de Fred.
-Si Harry ¿No es lo que un buen novio hace?- dice la pelirroja en broma y nosotros reimos.
La comida continuó en varios temas, pero yo me mantenia más escuchando que comentando, pero, una mano en cada uno de mis muslos descubiertos me hicieron sobresaltar.
Volteo hacia abajo y miro sus grandes y pálidas manos en mi piel, una sonrisa traviesa aparece en mis labios.
De reojo veo a George y Fred quienes se muerden el labio inferior levemente tratando de no reír, mientras continúan comiendo disimuladamente.
Dejo los utensilios robados en mi plato para dirigir mis manos a la de los chicos, veo como se miran entre ellos confundidos, talvez pensaban que los apartaría, pero no, hice todo lo contrario...
Las subí aún más por mis muslos, tanto que la falda se alzó permitiendo que puedan acariciar más mi piel.
George acariciaba de arriba a abajo mientras Fred daba leves apretones.
