❥︎𝑆𝑜𝑙𝑜 𝑡𝑢 𝑒𝑟𝑒𝑠 𝑒𝑙 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑇 3

❥︎ 𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 31: Invertir nuestros lugares...

Narra escritora-chan✌🐸

Ambos ya se encontraban en la tina, Kakaroto mantenía a Vegeta entre sus piernas abrazando lo de la cintura

Vegeta: Kakaroto

Kakaroto: ¿Sí mi bella flor? -besandole el hombro-

El menor hizo un poco hacia atrás su cabeza pegando la por completo en el pecho de Kakaroto, lo vio y el más alto tan solo arqueo una ceja

Vegeta: ¿La próxima vez puedo ser el activo? Hay que invertir nuestros lugares al menos una vez, ¿Sí? -dice frunciendo el ceño casi con estrellitas en los ojos-

Kakaroto: .... -se le recetea el módem-

Vegeta: ¿Kakaroto?¿Puedo tomar tu silencio como un sí?

En el rostro del peli-palmera apareció una expresión un poco sombría y sonrió de lado mostrando sus afilados colmillos y le frotó la cara al peli-flama haciéndolo fruncir el ceño inflando sus mejillas

Kakaroto: No, no y no, no pienso dejar que me des por ahí atrás

Vegeta: ¿Porqué no? -inflando sus mejillas-

Kakaroto: -le da un leve toque en la frente- No me gusta la idea

Vegeta: Pero tal vez y te termina gustando -sonríe-

Kakaroto: No, gracias -cerrando los ojos-

Vegeta: Aaaaa -frunce el ceño haciendo un puchero-

Kakaroto: Quizas lo piense, aunque no te aseguro nada, no me gusta la idea -le besa la mejilla-

Vegeta: Bueno, creo que puedo conformarme con eso -entrecerrando los ojos haciendo un puchero con sus labios-

Kakaroto: Mientras tanto, -sonríe de lado- te quedas en tu lugar de pasivo

Vegeta: Bueno, tampoco me quejo -sonríe-

Kakaroto: Entonces, no me pidas invertir nuestros lugares -besandole el cuello-

El peli-palmera comenzó a deslizar sus manos de la cintura a los muslos del menor que lo vio entrecerrando los ojos, de pronto Kakaroto había levantado ambas piernas de su esposo pegandoselas al pecho

Vegeta: Waahh lo acabamos de hacer Kakaroto -pataleando un poco-

Kakaroto: Pero te extrañé mucho -mordiendole la oreja-

Vegeta: Mmm~ -cierra los ojos estremeciendose-

Kakaroto: Así que, pasemos tiempo juntos mi hermosa flor

Sonrió de lado entrando de una estocada sacándole un agudo y alto gemido al más bajo que tan solo se aferró a los brazos que lo rodeaban.

Ya se encontraban nuevamente en la habitación donde se encontraba el libro maldito, se encontraba el más bajo recostado en la gran mesa

Vegeta: Uhg, está vez mis caderas si duelen, -entrecerrando los ojos- y tú luces de maravilla

Kakaroto: -sonríe radiante- Pero si tu siempre luces de maravilla mi precioso Vegg