Capítulo 9. No todo está perdido

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Llevábamos una hora de camino. Por la mañana, al despertarnos, nos despedimos de la mujer y le dí un fuerte abrazo a la pequeña Daphne. Raquel me dijo que íbamos a otro pueblo (menuda novedad). Pero al parecer este pueblo es también un refujio de animales de todo tipo. La idea me emocionaba ya que al haber pasado la mayor parte de mi vida en el orfanato no he visto mucha especie animal.

Por el camino, buscaba algún tema de conversación pero Raquel le ponía fin a todos demasiado rápido. Estaba claro que no quería hablar conmigo. La cosa era que no sabía por qué.

¿Y cómo se llama el pueblo?- le pregunté por segunda vez, pero me respondió igual-.

Diafa- me dijo en tono cansado-.

Bueno y...- decía mientras intentaba seguir su ritmo- ¿Y por qué me quieres llevar a la capital?-.

Oh, no te lo había dicho. Porque... Bueno...- me decía nerviosa-.

Cuando en Idial me contaste tu plan dijiste que me querías llevar a la capital a "cambiar la historia" y que habías tardado mucho en dar conmigo-.

Si. Te llevo a la capital para que reclames el trono- me suelta de un tirón-.

¡¿Enserio?!- dije entusiasmada y preocupada, respectivamente-.

Ya es hora, ¿no crees?- esta vez lo dice mirándome a la cara sin dejar de caminar-.

Su-supongo- le digo intentando alcanzarla puesto que en lugar de andar parece que se mueve a zancadas-.

Le haremos confesar a Casandra sus delitos-.

Eso va a ser imposible- le digo desilusionada-.

¿Por qué?- me pregunta Raquel- Motivos tenemos de sobra. Asesinato de reyes, abandono de su propia sobrina, petición de que todo el mundo ignore a esta... Es decir, a tí-.

El país vive mejor desde que Casandra gobierna, no nos van a creer...-.

¿Mejor? En hambrunas y guerras puede, pero, ¿matar gente sin motivos? ¿Exigencia de impuestos desorbitantes? ¿Prohibido bailar?-.

Me paré al escuchar la última queja.

Nos meterían en la cárcel si ve que damos muchos problemas...-.

Si, a ver quien se atreve a ponerle un dedo encima a la princesa perdida de Uriumn- me dice un poco enfadada-.

¡Pero nadie nos creería!- le espeto-.

¡Claro que sí! ¡Porque todo el mundo sabe que la princesa hace mágia y baila!-.

Habíamos dejado de caminar.

¿Lo saben?- le pregunto-.

El país entero. Tu madre y tu tía eran hermanas. Tu madre tenía poderes, al igual que tú. Y tú y tu... Y tu hermana también teneis poderes-.

¿Enserio?-.

Casandra invitó a tus padres a cenar en su palacio para asesinarlos allí y después conquistar sus tierras pero cuando embarcó para adueñarse de ellas... No las encontraron-.

¿Ah, no?- me sentía muy ingenua de no saber todo aquello-.

No. Borradas del mapa. Hoy le dicen a la gente que lo pueblos de Uriumn se destruyeron entre sí y que ahora solo quedan sus ruinas para que nadie se acerque a ellas-.

Que cosa más rara...- le dije, reflexionando de todo aquello-.

Para llegar a la capital todavía tendremos que pasar por muchos pueblos-.

Supongo que mejor caminar a estar encerrada en el orfanato-.

Si... Oye, ¿sabías que el orfanato en el que estabas, que por cierto es el mejor de todo Channep, antes no era un orfanato?-.

Eso del mejor... Pero lo de que antes no era un orfanato no lo sabía- le dije a Raquel-. ¿Qué era entonces?-.

Una casita de la realeza. Solo para tu familia, por decirlo de otra manera-.

Ahora todo lo de aquella parte del sueño encajaba. Aunque seguía sin saber que pintaba Catherineñññññ en todo eso. Cuando pensaba que había encajado dos piezas del puzle había una que no encajaba correctamente.

¿Tienes idea de por qué prohibió Casandra bailar?- le dije justo al tener la idea-.

¿Chorofobia?- me dice ella como respuesta-.

Jajaja, puede ser- le dije al recordar la reacción de Casandra en mi sueño al saber que sus hijas habías estado bailando ballet-.

¿De qué conoces en que consiste la chorofobia?-.

He leido mucho sobre las leyes de Channep y en un apartado leí que Casandra podría tenerle miedo a bailar-. Le dije después de pensarlo-. Estupida ley...-.

Si, que pena que no puedan ver tus dotes artísticas-.

Y he aquí a la adivina Raquel- dije aburrida de que se supiera mi vida mejor que yo-.

¡Mira, hemos llegado a Diafa!- me dijo exaltada-.

Diafa era, en pocas palabras, una jungla. Los edificios formaban un largo pasillo en el centro de la inmensa vegetación.

No tenía ni idea de que existiera una jungla tan enorme en Channep- le dije impresionada-. ¡Ni siquiera sabía que en Channep hubiera una jungla!-.

Bueno pues, ya lo sabes- me dijo-. Venga, vamos a comer-.

No sentamos en un bar y pedimos unas grandes hambuerguesas y unos mega batidos de fruta.

Un mono apareció de repente pero nadie le prestó demasiada atención. "Aquí lo raro sería no encontrarse a uno" pensé. El mono se paseó por entre las personas hasta llegar al bar, en el que le dieron un plátano con chocolate.

Vaya...- dije cuando el mono se fue-.

¿Es la primera vez que ves un mono?- me preguntó Raquel-.

Si, es muy... Mono- dije entre risas-.

Un extraño pájaro se posó en mi cabeza. Aquella situación resultaba vergonzosa, ¿tenía a caso cara de rinoceronte? Pero Raquel le tendió una mano y, en lugar de alzar el vuelo asustado, se posó en ella.

Era extraño ver como alguien conseguía acariciar un pájaro. Podría ser que estubiera acostrumbado pero el pájaro estubo con Raquel mucho rato y no se movió.

Es un colibrí- me dijo ella después de terminarnos las hambuerguesas-.

Parece que le caes bien- le dije-.

Quien sabe... A lo mejor este chiquitín solo busca comida- me dijo acariciandolo cuidadosamente con el dedo índice- pero ahí fuera hay muchas flores...-.

Te gustan los pájaros, ¿verdad?- le dije recordando el tatuaje que le ví-.

Son... Mágicos- me dijo hipnotizada en el pájaro-.

Alzó la mano con el pájaro en ella y dijo...

Vuela-.

El pajarillo voló y se predió de nuestra vista. Antes de que Raquel volviera a bajar la mano le ví el tatuaje de los pájaros en vuelo.

Bonito tatuaje- le dije sin pensármelo. Ya la tenía-.

DAPHNE 2 [sin editar ni corregir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora