Capítulo XXXI

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Todos sabemos cuándo algo anda mal sin que nos digan una palabra, ese sexto sentido que se activa ante algo que presentimos, eso era lo que sentía en aquel momento, y no, no era porque había llegado tarde, después de mucho tiempo y el último día de la semana, era algo más.

La primera hora de clase había finalizado y esperé fuera del salón a que el profesor se fuera antes de ingresar, fue en ese momento que sentí que algo iba mal.

Cerca de la entrada de la puerta, un grupo del salón estaban discutiendo, lo que no me puso un poco incómoda ya que siempre he tratado de evitar ese tipo de situaciones.

Por eso nunca peleas con Cay me dije antes de apresurarme y pasar al grupo para encontrarme a un par de compañeros que estaban escuchando la conversación del otro grupo.

Negué con la cabeza antes de seguir mi camino e ir a la parte trasera del salón donde empecé a preocuparme.

Katrina, Linda y Aysel estaban retiradas de nuestro lugar habitual hablando casi en susurros y aunque no se podía escuchar claramente lo que se decían sus rostros dejaban sin duda alguna que algo andaba mal.

Katrina tenía frustración escrita en el rostro, mientras que en el de Linda la duda era clara; sin embargo era la expresión que mostraba Aysel la que me dolía.

Resignación.

Aysel tenía una derrota total escrita en el rostro pero también el miedo.

Me acerqué a Ariana y Rave que estaban sentadas en su sitio habitual.

—Ven chica, te guarde sitio aquí —dijo Ariana quitando su mochila de una carpeta delante de ella.

—Gracias —le respondí dejando mi mochila en el lugar antes de sentar y girarme a verlas— ¿Saben que pasó con ellas? —pregunté a Ari y Rave señalando disimuladamente a donde estaban muestras otras tres amigas.

—Ni idea.

—No chica.

Respondieron Rave y Ari al mismo tiempo.

—Desde que llegaron se alejaron para conversar —agregó Rave.

¿Qué habría pasado?

—Por cierto ¿Sabes dónde está Cay? —me preguntó Ari.

—Sí, estaba desayunando en el comedor —le respondí— No debe tardar en llegar —agregué.

Había hablado hace unos minutos con Cay, quién me dijo que ya estaba de camino y...

—Creo que pasó algo en el comedor —les comenté a mis amigas.

—¿Cómo qué? —preguntó Rave.

—No sé — le respondí encogiéndome de hombros— Cay dijo que tenía algo que contarnos —dije.

Normalmente no decía nada, pero uno de los cambios que tenía era el que me había vuelto un poco más conversadora.

—¿Qué será? —cuestionó Ari.

Volví a fijar mi vista en mis tres amigas, me preocupaba lo que conversaban.

Katrina se veía molesta y Linda tenía una determinación más firme en su rostro, lo que dejaba a Aysel quien negaba a las palabras de las chicas.

—Ya llegó —dijo Ariana de la nada quitando un cuaderno del asiento a lado suyo.

—Gracias, chica —dijo Cay llegando a donde estábamos.

No me había fijado que mi amiga ya había llegado por estar mirando a mis otras amigas.

Bonita casualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora