No había nada que Iroh deseara más que descansar un rato.
La tela de la sábana estaba rozando su piel, poniéndola roja de tanto movimiento contra la aspereza de las cuerdas, sus ojos estaban cubiertos por una venda, dejándolo a oscuras en esa fría habitación, permitiéndole a sus temores hacerse presentes.
Esto normalmente sería un juego de niños si se encontrara en una de sus misiones, escapar de ese tipo de situaciones era algo para lo que había entrenado durante años, tenía la experiencia para marcharse cuando quisiera, pero no podía sólo irse.
Había algo mucho más peligroso en ese momento que el hecho de encontrarse cautivo, la sola idea de desobedecer las órdenes de él le ponía los pelos de punta y le obligaba a mantener la cordura por las consecuencias que podían acarrear sus acciones.
Era curiosa la forma en la que se sometía por un chico varios años menor, dejándose a su merced en una situación de la que estaba seguro sus antepasados sentirían vergüenza, él era un hombre con un cargo alto en su país, príncipe de la Nación del Fuego y un líder innato, pero, por más que sonara ridículo, no se arrepentía.
Dejó sus divagaciones de lado al pensar en una solución para este problema, debía cumplir con su deber, aceptar que él mismo se había metido en eso y acatar todo lo necesario.
Se removió incómodo al escuchar como la puerta sonaba indicando que alguien había entrado, ese alguien estaba caminando en su dirección, se detuvo en alguna parte del dormitorio y movió uno de los cajones buscando algo.
Iroh suspiró, los nervios apoderándose de su cabeza y gritándole que escapar de ahí sería una excelente opción. Negó callando sus pensamientos.
---Eres un buen chico, Iroh--- su voz masculina, tan ronca y juguetona, le hizo tragar grueso, la sensación de excitación iba en aumento, sintió un peso en la cama---. Te quedaste tal como te lo ordené, justo lo que se esperaría de un capitán del ejército. Bien hecho.
Una mano, cálida comparada con la frialdad de las corrientes de aire que golpeaban contra su piel desnuda, se aventuró por la extensión de su rostro, parando en la venda que cubría sus ojos y tanteando el terreno como si no quisiera liberarlo de la oscuridad. Con algo de dureza la tela fue quitada, exponiendo su vista a una habitación demasiado iluminada para ser una casa de verano. Iroh le miró.
Mako estaba con el ceño fruncido, observando las partes de su cuerpo llenas de marcas, tal vez con culpa o con modestia; llevaba un atuendo sencillo, digno de un detective en el mejor momento de su carrera, con la bufanda roja alrededor de su cuello, cubriendo un par de mordidas que Iroh sabía no había desaparecido todavía.
Él menor tomó su barbilla, haciendo que sus miradas se encontrarán, la dureza en su parte baja se intensificó.
---Has estado un poco callado desde que llegaste aquí---dijo con un atisbo de alegría, quitándose el par de guantes que llevaba puesto y poniendo especial atención en el sudor que ya empezaba a mojar el colchón---. Dime... ¿Te has sentido sólo?
La pregunta era de doble sentido, Iroh suspiró, entendiendo que ya todo había comenzado de nuevo.
No dijo nada, no tenía el permiso de hablar todavía.
Mako sonrió evitando tocarle incluso cuando él se veía desesperado por recibir un castigo, entornó los ojos y se levantó de la cama.
Dejó los guantes sobre el escritorio y tomó una caja mediana que Iroh no había notado antes, la examinó sin escrúpulos.
---He estado hablando con Asami estos últimos días--- mencionó con un tono aburrido, como si el contárselo no fuera de importancia---. Ella y Varrick han trabajado mucho en una nueva línea de productos, ya sabes, les encanta crear artefactos útiles--- Iroh frunció el ceño al sentir que el asunto de sus pláticas con Asami de repente le involucraba---. Ella lo llamó "El futuro del placer humano", ingenioso, ¿No crees? --- pasó a quitarse el chaleco, dejando a la vista una camisa blanca---. Aún están en desarrollo, pero tienen muy buena calidad, ya los han probado en personas, me enteré que Korra es una de ellas--- abrió la caja y mostró una especie de bala de metal enorme---. Dime, ¿Estás dispuesto a probarlo conmigo?
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Deseo [Iroh II/Mako]
FanfictionUno de sus tantos juegos empezaba a ponerse divertido. (...) Historia con contenido Yaoi (Gay) si este tipo de genero no es de tu agrado te recomiendo no entrar a este Fanfic a insultar sin motivo. La Leyenda de Korra: Michael Dante DiMartino y Br...