Aisha gritó cuando sintió que no podría aguantar más al hombre sobre ella.
- Aisha... con esto, si tienes un hijo mío tendrás una excusa para para permanecer a mi lado.
Las lagrimas brotaron de sus ojos al escuchar sus palabras, entonces, él, que había estado prestando más atención a su cuerpo, con un leve estremecimiento se detuvo en seco. Y le miró directamente a los ojos.
- Solo... aguantame un poco más... - susurró con una voz dulce y tranquila con la intención de tranquilizarla.
- Esteban... - ella lo llamó con voz llorosa.
- ¿Mmm? - preguntó antes de continuar penetrandola con la misma intensidad.
- Por favor... ¡Ja! Ah, ah... - no pudo decir lo que quería al sentir la oleada de placer que le invadió.
Aisha durante un momento se preguntó
"¿Cómo terminamos asi?"
Sin embargo no pudo preguntarse eso por mucho tiempo porque pronto su mente se quedó en blanco y cayó dormida.
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- ¡Hermana mayor, ya llegué!
La pequeña niña gritó antes de asomar su pequeña y tierna carita por la habitación.
- Disculpe la intrumisión.
Se disculpo brevemente antes de entrar, puso una bandeja más grande que ella en el piso, se volteó y cerró la puerta. Pero se tropezó con sus pies al darse la vuelta.
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Pero pronto se levantó para nuevamente agarrar la bandeja y seguir con su camino.
- ¿Hermana mayor, dónde estás? ¿Por qué no estás en la cama? Deberías estar descansando...
Entonces, luego de sus palabras, una bella y mediana niña apareció detrás de ella. Y preguntó con un tono ligeramente irritado
- ¿Qué haces aquí de nuevo? Madre se enojará otra vez si te ve aquí.
- Jejeje, siempre que no me mire aquí estará bien.
Ella esbozó una sonrisa escantadora e inocente luego de decir eso. Y ante esa sonrisa que tanto apreciaba, ella también esbozó una leve sonrisa.
Y la pequeña niña notó esa leve sonrisa, y con una gran sonrisa exclamó
- ¡Woa! ¡La hermana mayor sonrió! ¡Mi hermana es tan hermosa! - sin embsrgo pronto endureció su rostro al escuchar los halagos de su hermana menor.
- No digas tonterias, Aisha, no estoy sonriendo - contrario a sus duras palabras, su voz se escuchaba ligeramente alegre y su rostro estaba notablemente sonrojado.
- Ahora, hermana mayor acuestate, te traje el desayuno.
- Bien.
Ella caminó un poco para llegar a la cama y sentarse para esperar a que Aisha llegara donde ella.
Cuando Aisha llegó, le ayudó a subir y acomodarse.
- Gracias, entonces... hermana mayor Rebecca, di "ah"
- Esto es humillante...
- Jejeje, hermana mayor, ya deberías haberte acostumbrado~
Aún asi, Rebecca, pese a que dijo que era humillante, dijo "ah" y esperó a que Aisha le diera de comer.
Cuando esta le daba la cucharada de comida, ella solo masticaba tranquilamente.
- Hermana, ¿qué tal está la comida? Es lo único que pude tomar... perdón si no es suficiente.
Cuando Aisha estuvo con ganas de llorar pensando que talvez no logró llenar el estomago de su hermana, sintió que algo cálido se posó sobre su cabeza.
Al levantar la vista para ver que era, vió que era la mano de Rebecca.
- ¿Hermana...? - la llamó como si no pudiera creerlo.
Esto está bien, después de todo no puedo comer mucho - dijo eso y se detuvo un momento pensando en sus próximas palabras. Antes de finalmente sonreir y decir - Gracias, Aisha.
Los ojos de Aisha se pusieron vidriosos ante esas palabras, y se tiró a los brazos de Rebecca. Esta, visiblemente avergonzada y sorprendida, acarició torpemente la cabeza de Aisha en sus brazos.
Asi estuvieron un rato hasta que Aisha logró calmarse.
Rincón de la escritora: [1]: Muy corto, lo sé, ya veré si luego hago los cápitulos más largos o los dejo asi de cortos.
[2]: ¡Permitanme tener el honor de decirles que esta novela será una novela ilustrada! Si, como lo leen, ¡una novela ilustrada! Cada cápitulo tendrá una imágen. Pero solo 1. Esta puede estar al inicio, en medio o al final, depende del momento.
