Lo mire por un momento y respire profundamente. No quería que él notara mi miedo y tome valor para comenzarle a hablar. Todos los sentimientos que tuve los guarde en lo más recóndito de mi mente y lo mire fríamente. Esperaba que él me hiciera caso.
-Compañero-dije con voz temblorosa y no conseguí su atención. Me estaba maldiciendo por mis adentros por notar mi nerviosismo. Lo mire con recelo pero no me miraba.-Chico que no tengo la menor idea de como te llamas, me podrías devolver mi libro. Por favor.
-Me llamo Roberto y espera- río a carcajada y estiro su mano hacia a mi- Un gusto, chico tímido.
-No soy tímido- lo mire y estreche su mano. Su tacto era cálido y ya no sabia que hacer. Lo pensé un momento y tuve la idea de comenzar una charla con él- Soy Javier y el gusto es mío. Este... ¿Me podrías dar mi libro?
-Tranquilo saltamontes- sonrío y lo guardo en su mochila- Te lo devolveré si comienzas hablar conmigo. Ya sabes gustos, comida favorita etc...
-Eso es injusto pero bueno- suspire y lo mire con seriedad- Me gusta la música indie, el rock y el metal sinfónico. Mi comida favorita es la comida cantonesa y las ensaladas. Y ¿a ti?
-Tienes buenos gustos- sonrío y pensó un momento-Me encanta el rock,metal y casi toda la música. Me fascina la comida italiana, es tan deliciosa.
Aproveche cuando se distrajo y tome el libro de su mochila. Sonríe divertido por mi victoria y esperaba que no se diera cuenta de que algo le faltaba en su mochila. Me despedí de él y fui corriendo a la biblioteca de la escuela. Necesitaba mi espacio para relajarme y tranquilizarme.
Busque un lugar en la biblioteca para leer y memorizarme mi horario de clases. No era tan complicado pero necesitaba saber donde quedaban cada aula. Después de tanto tiempo de ver las páginas y de aprenderme el horario decidí escuchar algo de música. Esperaba que la música me ayudara a despejarme y a tranquilizarme.
La música no tapaba mis ideas, por que no podía creer que lo que me había pasado con él. Me sentí seguro por un segundo en mi vida. No podía enamorarme de él por que el amor homosexual era algo malo que siempre me había enseñado mis padres. No quiera morir y quemarme en infierno. Ni tampoco quería ver como mi familia se destruiría por mi culpa.
Respire profundo y recurrí a escribir en a mi destrozada libreta. Todos mis sentimientos, mis deseos y mis dolores estaba plasmados en las hojas y se podía notar que lagrimas estaban decorando las hojas. No podía imaginar que mi libreta callera en manos de personas equivocadas que me podía destruir con todo lo que tenía la libreta.
Escribí y escribí hasta que no pude más. Mire las hojas que escribí y no podía creer que sólo habían pasado dos horas y ya había escrito bastante. Mire el reloj y me espante por que faltaban dos minutos para que comenzará la clase. Tome mis cosas y abrace mi libreta para que no se me perdiera.
Corrí como loco hacia la aula por que tenía miedo de que el profesor no me diera la oportunidad de entrar en aula. Subí escalera y entre derrapando al aula. Mire que en la primera fila estaba Isabella y me senté atrás de ella. Me comenzaba a caer bien, era la primera persona que considera como mi mejor amiga. Tome su cabello alocado y lo comencé a trenzar.
-¿Que haces?- dijo con asombro y me mordí el labio para no reírme a carcajadas- Me gusta pero no suéltalo, así se me ve bien.
-¿Todo despeinado?- negué y era algo agotador y divertido que me gustaba hacer cuando estaba nervioso-Préstame un liga y te dejare libre.
-Esta bien- dijo con un suspiro y saco una liga verde de su mochila- Si le dejaste un nudo, juro que te dejo sin herencia. ¿Entendiste Javier?
-Tranquila-ríe a carcajadas y tome la liga. Amarre su cabello y me fascino como había quedado-Listo. Se libre como una ave.
-Wow, ¿Quién te enseñó ha hacer esto?- miro su trenza con asombro y pensé que se lo iba quitar pero se lo dejo.
Le dije que me había enseñado mi hermana para que la peinara en las mañanas. Ella no podía creer que fuera capaz de hacer algo tan maravilloso. Hablábamos de todo y poco a poco nos fuimos conociendo hasta que la maestra de historia universal había llegado al aula. Los primero días de clases siempre eran aburridos pero no podía faltar por que me bajarían calificación .
La maestra se presentó ante todos y ella pidió que nos presentaremos ante todos nuestros compañeros del aula. No quería pasar enfrente de todos y hacer el oso de mi vida. Escuchaba atentamente a todos mis compañeros presentándose y diciendo lo que les gustaba y lo que hicieron en sus vacaciones. Me sorprendí a ver a Roberto en la misma aula que yo y estaba parado enfrente del aula presentándose. Decidí prestarle atención por que me interesaba conocerlo.
-Soy Roberto, tengo 16 años-dijo con una sonrisa picara. Miro a todo el salón- Me gusta tocar el violín, la música rock y lo que hice en las vacaciones fue estudiar y trabajar con mis padres. Antes de irme a mi lugar, quiero que mi compañero Javier sea él siguiente en presentarse.
Todo el salón comenzó a gritar mi nombre. No pude controlar el color rojo de mis mejillas e intente esconderlo con una sonrisa fingida. Escuchaba como todos pedía que me presentara y tenía miedo de cometer una idiotez. La maestra me miro y sabia que tenía que pasar para que mis compañeros se callaran.
-Bueno, mi nombre es Javier. Creo que eso ya todos lo saben- dije con una voz temblorosa y mire hacia otro lado para que no vieran que están nervioso- Tengo 16 años. Mmm.... Me gusta tocar música clásica, me gusta tocar el piano. En mis vacaciones, pues... La verdad no hice nada interesante, solo me cambie de estado y busque escuela para cursar mi preparatoria.
Todos se quedaron callados y sentí que había cometido una idiotez. Camine hacia mi lugar con la cabeza hacia bajo. No tenía ganas de ver la cara de burla de los demás. Solo pude ver como la malcriada se levantaba de su lugar y comenzó a hablar de sus maravillosas vacaciones. Decidí ponerme los audífonos y no escuchar su voz de ardilla. Me sorprendió que la clase había terminado tan rápido con solo prestarse y hablar de todo sus gustos y vacaciones.
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Mariposas Rojas (Gay)
RomanceJavier es un joven que comenzará el primer año de su preparatoria. Todo lo que había creído podrá peligrar por algo que le cambió su vida en un abrir y cerrar de ojos. Tendrá que decidir si luchar por lo que les enseñaron sus padres o escoger una nu...