26 de diciembre del 2020
Soy católica, por un motivo que no entiendo la iglesia me busca mucho (tal vez crean que con eso se me va a quitar lo borracha :v) esta vez me comprometí a ayudar a los niños que ayudan al párroco, les daria las batas que usan y les explicaría pasó por paso lo que tienen que hacer.
31 de diciembre del 2020
7:40 p.m.
Me encontraba en la iglesia acomodando los últimos toques de los niños, repasamos como tres veces lo que iban a hacer y los mandé a vestirse en lo que yo encendía el incienso.
Ya estaba cansada y mi papá había dicho que pasaría por mi en cuanto la misa terminara, pues asistiría mucha gente y probablemente no habría lugar para dejar mi camioneta en el estacionamiento.
8:05 p.m.
La misa inició, yo entraba y salía de la iglesia viendo a los niños, apoyándolos más que nada.
Daba una vuelta con los niños y luego salía a ayudar a los del incienso, hacia mucho frío y la pequeña "fogata" que armamos se apagaba todo el tiempo.
Lo que quería era llegar a mi casa, cenar con mi familia y despedirme de este odioso año.
8:50 p.m. (Aprox.)
La misa terminó, me tocó recoger las batas, apagar el incienso y despedir a los niños, realmente era agotador, me sobró tiempo antes de que mi papá llegara por mi y curiosamente mi novio vive cerca de la iglesia, quedamos que al salir me acompañaría al estacionamiento y platicaríamos un poco.
Estaba saliendo, y vi como ya casi la gente era inexistente en el lugar, solo quedaban los encargados que ya estaban cerrando todo.
Hay un callejón cerca de la iglesia que esa vez estaba oscuro, no se porque, si nunca está oscuro ahí, no me importo mucho y yo estaba dispuesta a pasar como si nada, de repente un par de manos me tomaron de la cintura y de las piernas, solte un grito por inercia, me removí incómoda y las ganas de llorar se hicieron presentes.
Me di la vuelta y pude ver a mi agresor, era joven, no lo reconocí pero era un muchacho de entre 17 a 19 años, mis ganas de llorar se hicieron aún más, pues no sabía que me iba a hacer, gracias al cielo mi novio pudo alcanzar a verme y fue a ver que había pasado, cuando nos vio el chico ese me bajo al suelo y se fue corriendo, el guapo (mi novio, así le digo :v) me abrazo y me empujo a la iglesia pero yo no me solté de su brazo, sabía que si lo soltaba era capaz de seguir al tipo ese para pelearse, y aunque no lo parezca, me sentía más segura estando con él que estando sola en la iglesia, eso es porque el ya es mayor de edad (tiene 19, llamen a la CIA :v) y además mi papá sabe que es muy responsable, la esposa del encargado pudo ver todo y se acercó a nosotros a ver cómo estaba yo, pero simplemente las palabras no me salían, qué hubiera pasado si el guapo no hubiera llegado?, y si nadie nos hubiera visto?, yo seguiría con vida? Esas y mil preguntas se apoderaron de mi mente, mire a mi alrededor y sin más me solté a llorar, estaba aterrada, quería estar ya en mi casa.
El guapo se despidió de la señora y nos fuimos al estacionamiento, me prestó su chaqueta ya que yo perdí la mía en aquel callejón, mi papá no llegaba y mi novio sacó su celular para que yo pudiera llamarlo, pues no tengo señal ahí.
En cuanto lo llame y le conté que tenía miedo, que quería que viniera rápido, que no se preocupara que estaba con el guapo pero que ya quería estar en casa.
Después de almenos unos cinco minutos la camioneta de mi papá se paró frente a nosotros y él se bajo muy asustado, lo abracé y volví a hundirme en el llanto, me subieron a la camioneta y el guapo le contó todo a mi papá, a lo que más le temo es a la soledad y en ese momento así me sentía, no podía parar de llorar de pensar que estuve a punto de formar parte de esa larga lista de chicas que ya jamás vuelven a aparecer, eso me ponía los bellos de punta.
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Hoy en día las cosas son más difíciles, ya no salimos con la misma confianza y las oportunidades de ser quien queremos ser se nos están yendo, yo no provoqué al hombre que me atacó, pues ese día traía un pantalón vaquero, unas botas y una playera blanca, además de mi chaqueta.
Tengan cuidado a donde quiera que vallan, lastimosamente a mi me toco vivirlo, no es algo de lo que este orgullosa pero me decidí por contárselos, ojalá lo tomen en cuenta y se cuiden mucho.
