Una despedida.

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5 años antes del incidente.

22 de julio, 7: 25 AM.

Mientras Aziza esta preparando las cosas para su mudanza a la ciudad del norte, su padre prepara el desayuno. A diferencia de otro día Frank tiene planeado que este sábado sea totalmente para su hija.

Baja a comer, corazón - dice Frank. Aziza baja y ve a su padre observado con alegría que todo lo que preparó se ve delicioso. No obstante no puede evitar sentirse nostálgica, sobre la mesa esta el mismo desayuno que su fallecida madre preparó antes de su partida. Su padre solo la miraba con una gran sonrisa, sonrisa que permitía ver muchas de las arrugas que acumuló con los años, mientras cuido día por día a su hija. De repente ella salta y lo abraza fuertemente. Mientras lo apretaba se percató de un olor a azufre, muy leve. Sin embargo, no le presto atención. Aziza no quería que ese momento fuera perturbado por tan insignificante rareza.

¡Extrañaré estas mañanas! - comenta aziza mientras lo suelta y con su mano izquierda limpia un poco sus ojos. Se aproxima a su silla y empieza a degustar de la comida con calma, mientras sus ojos se enrojecen y brillan poco a poco.

¿A qué hora te iras hoy? - pregunta Frank mientras apaga la estufa. ¿Estás feliz con que me vaya? - pregunta su hija con intención de reclamo. Mientras limpia sus lágrimas.

¡Claro que si, asi podré rentar la casa, y tomarme unos años sabáticos! - contesta Frank en medio de carcajadas. Tomando la silla y sentándose. Observa como Aziza queda entretenida viendo su mano derecha, a lo que él la esconde rápidamente bajo la mesa al sentarse.

Aziza nota que solo esta comiendo con una mano últimamente, aunque normalmente y como es siempre, tiene las dos manos sobre la mesa. ~¿sabes Padre? ¡Mejor me quedare en la universidad de aquí, ya no me voy, subiré a sacar todo de la maleta. Así no me perderé de estos desayunos!~ alega con descaro.

Frank no puede evitar reírse, al dejarse llevar por el momento levanta la mano que tenía escondida debajo de la mesa. En ese instante ve un vendaje rojo, por lo que Aziza se levanta y en un gesto con su mano, le pide la mano a su padre. Este ignora la petición de su hija. Aziza nota que su padre esta usando la ropa que tenía puesta una noche antes. Su padre al siempre estar en movimiento se cambiaba de ropa por lo menos unas dos veces al día. ~veo que no me he ido y ya estas cambiando tus habitos~ comenta Aziza, intentando persuadir a su padre y ver porque su mano tiene un vendaje.

Frank se levanta al instante de notar las intenciones de Aziza. ~En serio, ya estaba seguro de que te habías convencido de que era Frank~

Aziza nota que el olor a azufre es mas fuerte, el cabello del hombre que esta enfrente de ella empieza a caer, inclusive su barba desaparece. Su corazón se acelera, y retrocede poco a poco tratando de llegar a la salida del patio trasero. Al girar toma la perilla, abre la puerta y la cierra enseguida. Sin embargo, escucha el ruido de las viejas tablas que forman el suelo de la sala. Queda perpleja al notar que se encuentra en la puerta principal. Al frente de la sala de estar. Empieza a sentir vibraciones del piso, de las líneas que dividen el suelo sale un fluido negro que empieza a encerrarla.

Aziza mira hacia donde correr. Pero el líquido empieza a emerger de todos lados. Siente mucho vértigo y ganas de vomitar. Intenta gritar, pero su boca se llena por esta sustancia oscura. Sus lágrimas empieza a salir. Escucha como se acercan los pasos del hombre que estaba en la cocina. Al ver su sombra mira hacia los lados. Aún así ya es demasiado tarde, no puede evitar sentir el olor a azufre y su cuerpo es envuelto por esta sustancia. Cierra los ojos,de inmediato ya no siente la sustancia en su boca, el olor a azufre y mucho menos presión al rededor de su cuerpo. Al abrirlos, ve dos dedos que están cerca de su frente, un ser lleno de plumas, y ojos plateados.

~deberías dormir un poco más~ dice aquello forma humanoide. Aziza paralizada por el miedo, toma un gran respiro, sus ojos empiezan a sangrar de la cantidad de fuerza que utiliza para cerrarlos.  Uno de los dedos del ser que está delante de ella, empieza a penetrar su ojo izquierdo. Esa escena aterradora permite que su garganta se hinché y sienta poco a poco perdida de oxígeno. De inmediato empieza a sentir una mezcla entre debilidad, sueño y tranquilidad.

22 de julio, 8: 25 AM.

Aziza empieza a gritar sin parar, llorando y pateando. Siente dolor y tristeza. ¡Hija despierta! - dice Frank, con miedo en su mirada. Aziza abre los ojos y al ver a su padre, se tumba hacia la esquina de su cuarto, saltando de la cama.

¡Lárgate!, ¡Lárgate!, ¡Dejame sola! - grita con desesperación, mientras se acuesta en posición fetal, su padre se acerca a ella con pasos lentos, pero ella no deja de aferrarse al piso. Su padre coloca sus manos al rededor de su hija y la abraza a pesar de los golpes que esta le da. Aziza se percata de la suavidad de las manos de su padre. ~¡Soñe algo horrible, lo siento, papá, lo siento!~

Frank la levanta y la pone en la cama. ~Te traeré un poco de chocolate y hablaremos de ello~ pero su hija no suelta su camisa. Aziza lo abraza, ~¡No me dejes sola, por favor!~ Después de 10 minutos, al fin se calma y su padre se sienta para calmarla.

Nunca te había visto tan asustada, pero los sueños a veces solo son indicaciones de algo que percibimos y suprimimos, tranquila- añade Frank, mientras levanta su rostro y le da un beso en la frente.

Frank al verse en el espejo, nota que su ojo izquierdo en momentos es gris. Empieza a parpadear hasta que este vuele a su tonalidad café. Al soltarla, se levanta y  cierra las puertas. Su padre entra con chocolate caliente y le recomienda mejor quedarse un par de días más hasta que se sienta más tranquila.

Después de una conversación donde solo su Padre hablaba, ella accede a quedarse, por lo menos hasta que se sienta en buenas condiciones, después de todo desde ese sueño no deja de sentir vértigo. Cuando se queda solo en el cuarto, se acuesta y suspira profundo. "Es increíble", piensa. Mientras empieza a dibujar en el aire. Se da cuenta que en su techo hay un símbolo del cual no había prestado atención. Ya que la habitación de Aziza estaba decorada de pared en pared, hasta el techo con símbolos de todo tipo, desde simbología sumeria, alfabeto griego y letras de distintas partes del mundo.

Sus ojos no dejaban de ver que habían dos letras que lejos de ser símbolos antiguos, simplemente eran letras que estaban invertidas. Se pone de pie sobre su cama y alcanza con su mano el techo, pero el vértigo no le permite hacer movimientos congruentes. Termina empujando un poco el espació donde se encuentran una de las dos letras. Ve como in circulo al rededor del símbolo gira una vez, en forma de cuña, y cae un pequeño papel.

El mareo provoca que al dar un mal paso hacía atrás ella caiga hacía un lado de la cama, dándose un golpe con la pared. Suficiente para que entre enojo y confusión tome una almohada, le de golpes y la tome para gritar. Cuando se desahoga mira al techo, ve una H. Recuerda que algo cayó en su cama al tocar el techo, ve un trozo de papel que esta con puntos y líneas. Busca en su maleta una agenda y entre dos páginas coloca el pequeño papel, empieza con cuidado a rayar con su lápiz. Al ponerlas sobre la luz del sol obtiene la una oración corta, 'Non enim in inferno'. Al lado de la Inicial A.

¿'Non enim in inferno', A?- Se pregunta ella misma. Su respiración se corta. "Es la letra de Mamá".

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⏰ Última actualización: Jul 01, 2022 ⏰

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