Please don't get married //Fargexby//

Parte única

Hacía 3 meses que Fargan y Alexby habían tenido una incómoda conversación. Ya que el menor había cometido el error de dejar aflorar sus sentimientos en el momento menos adecuado: la víspera de la propuesta de matrimonio que Fargan tenía preparada para Dulce, su enamorada.

Alex había sido rechazado, como era de esperarse. Fargan parecía realmente enamorado de la doncella y se había tomado a la ligera aquélla propuesta que Alexby le había hecho, puesto que luego de unos días las cosas no habían cambiado mucho.

Alex había optado por fingir que nada había pasado y seguía con la rutina normal que tenía con Fargan. Como compañeros de trabajo, patrullaban juntos todo el tiempo, y como amigos pasaban largas horas de diversión.

Por desgracia, fingir no borraba los sentimientos que crecían fuertes como un árbol en el interior de Alejandro. Con cada día transcurrido y cada momento que pasaba al lado de Fargan sentía que estaba cada vez más enamorado. Pero no podía decírselo, no luego de ser rechazado una vez.

- Dulce está de muy mal humor últimamente - se quejó el castaño.

- Normal, se estará dando cuenta del cabrón con el que se va a casar - se burló Alex. Fargan lo miró con desdén y Alex soltó una risilla - Estoy de joda, hombre - le sonrió - Seguramente está agobiada con los preparativos de la boda - esa respuesta si complació al otro.

- Tienes razón - se estiró - Yo tampoco me encuentro muy bien últimamente - El mal humor de su doncella comenzaba a contagiarse.

- No te estarás echando para atrás, ¿Verdad? - preguntó con modestia, aunque secretamente esperanzado.

- ¿Qué? ¡Claro que no! - decepción.

- Venga hombre - lo animó - Solo trato de hacer que te relajes - no era mentira.

- Lo se, y te lo agradezco - Fargan le ofreció una sonrisa y el corazón de Alex martilleó en su pecho. Un sentimiento familiar le inundó por completo, esas tremendas ganas de lanzarse contra él y comerle toda la boca. Se contuvo, como siempre.

- Si hay algo que pueda hacer por ti, no dudes en decirme - Alex le regresó la sonrisa con intención de producir el mismo efecto que Fargan provocaba en él, pero no hubo respuesta.

- No se que haría sin mi mejor amigo - Las palabras eran inocentes, pero se clavaron cual cuchillo en el pecho de Alexby, quien simplemente agrandó la sonrisa con intención de ser convincente.

- Si, ¿Qué harías sin mí? - por suerte había desarrollado la habilidad de fingir a la perfección.

- Bueno, tengo que irme - Fargan se levantó de la barra del bar en el que se encontraban. - Tengo prueba de traje con el sastre y no quiero llegar tarde - se despidió de su amigo y se marchó.

Alex fue capaz de mantener la sonrisa hasta que su compañero salió de su campo de vista. Rápidamente esa sonrisa se convirtió en mueca de dolor.

- Idiota - habló para sí mismo - Si solo supieras... - el dolor de su pecho volvió, como cada vez que pensaba en la idea de Fargan tomando como esposa a Dulce. Simplemente la idea le revolvía el estómago.

La boda sería en pocos días, y había tomado la decisión de no ir. No lo soportaría, estaba seguro. Así que fingiría que tenía una misión o se comería un puño de tierra para enfermar y no tener que asistir. Cualquier cosa que le sirviera de pretexto.

Terminó de beber su cerveza y se marchó del bar con el pecho adolorido y una cara de muerto.

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Los días seguían pasando y Alexby estaba más cansado que nunca. Fargan estaba demasiado ocupado con los preparativos de la boda como para atender sus obligaciones de policía. Y Alejandro, como el idiota enamorado que era, había aceptado cubrirlo sin ningún rechiste.