Un día como cualquier otro...

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Hola me llamo Abigail, tengo 28 años e intento abrirme paso en el mundo laboral, estudié Lic. en administración y comencé a mandar currículos a las empresas de mi ciudad, vengo de familia de nivel socioeconómico medio, así que en la universidad trabajaba y estudiaba para ayudar a mis padres, tengo dos hermanos siendo yo la mayor, ellos aún estudian en la prepa y uno en la universidad, Santiago de 17 y Diego de 21.

Sali de mi casa hace dos años para estar más cerca del trabajo y para tener más independencia, rento un departamento cerca del centro de la cuidad, comparto la renta con una compañera que con el tiempo se ha hecho mi amiga se llama Alejandra, ella es Lic. en derecho y anda corriendo todo el tiempo, tiene 29 y es de complexión media con un ligero sobrepeso, pero eso hace que tenga un trasero de antojo con ganas de darle unas nalgadas -que lo he hecho jugando pero es otra cosa- es de cabello lacio y unos senos enormes, de estatura promedio un poco más alta que yo, tenemos horarios de trabajo distinto pero casi siempre cenamos las dos, y hacemos de todo, ver pelis salir al cine, alguna vez me ha sorprendido en la ducha o yo a ella momento en el cual puedo observar su linda piel y esos senos enormes, cualquiera podría pensar que somos pareja pero no, ella tiene su novio, que me cae mal por cierto, me da mala espina.

Yo mido 1.65, ni alta ni baja, aunque en mi trabajo la mayoría son altas y además usan tacones entonces me quedo chaparrita a lado de ellas, piel clara, además soy delgada y mis bubis son de tamaño normal, bueno está bien un poco menos del tamaño normal, uso lentes de armazón delgado aunque el grueso esta de moda, lo prefiero así, mi cabello no es ni chino ni lacio, es quebrado, casi todos los días me lo alacio aunque eso me lo maltrata, odio mi cabello, mis ojos son cafés claros y me considero bonita, en la universidad muchos chicos me invitaban a salir pero siempre me concentre en los estudios, por ultimo mi culo pequeño pero respingón y firme, soy inmune a la gravedad todavía, además que me gusta correr todas las mañanas al parque, si, mi sueldo no me alcanza para el gym, pero bueno todo un paso a la vez.

En la empresa donde estoy llevo 6 meses y he subido de puesto por la experiencia que ya traía de las otras empresas en donde he estado, además de mi dedicación, esfuerzo y empeño para hacer mis actividades.

Hablare del tema que me trajo a esa situación tan incomoda, pero antes comentaré un poco el contexto de mi situación sexual, tuve un novio anduvimos un año y termine hace dos años, fue un compañero de trabajo y fue muy mala experiencia, era muy posesivo y celoso y al final quien me engaño fue él, así que fui al psicólogo y me dedique a trabajar en mí, así que no he tenido otras relaciones y no aceptado invitaciones de compañeros del trabajo actualmente, pero eso no significa que no me masturbe de vez en cuando, me gusta mucho leer libros eróticos y disfruto mucho el tocarme, en mi departamento espero a que Alejandra se duerma y después hago lo mío y duermo de lo mejor.

Aunque creo que últimamente lo hago más seguido y por alguna razón miro a las mujeres en la calle y compañeras de trabajo sobre todo y no puedo evitar verle las piernas o su escote y más de la de mi jefa que es gerente del departamento en donde estoy y la otra gerente, son unas diosas.

Mi jefa no sé su edad, pero debe andar en los 38 a 42, no le doy más, se llama Angelica, es rubia natural, 1.75 unas piernas largas y divinas, un culo en forma de corazón cuando la miras de espaldas, unos senos que demandan la mirada de los hombres que laboran en la empresa, es de infarto esa mujer, y tiene un carácter muy amable y risueño, es la jefa perfecta, la más hermosa y elegante de la empresa, pero ella no es mi preocupación ni mi causa de estrés, si no la otra gerente.

Laura, edad 40 tal vez 45, no lo sé y no me interesa saberlo, cabello negro y lacio, tez blanca, alta muy alta, diría que su belleza compite con Angelica, solo que ella usa lentes, son casi de la misma estatura, pero lo que tiene de bonita lo tiene de mal carácter, un genio de los mil demonios, excesivamente perfeccionista, sus asistentes renuncian después de un mes o menos, tiene una voz demandante e incluso cruel, estoy hablando más de su personalidad pero es lo primero que salta a la vista, una mujer fuerte y dominante, es un tren para trabajar llega antes que los demás y se va al último.

Una vez a la semana tengo que ir a su gran oficina a que revise el plan de proyecto y nos autorice a seguir con los objetivos, es mi momento de mayor estrés, una vez me regaño y casi salí llorando, fue mi primera vez que presente el informe y no sabía como debía ser y en lugar de orientarme descargó conmigo su enojo de la semana fue un viernes lo recuerdo, pero fue la última vez, las demás veces me enfocaba en hacerlo del modo que ella lo aceptara, era un miedo que había creado en mí.

Hoy era un viernes, un día anterior tuvo una junta y no pude entregárselo y que me firmara de recibido, entonces llegue temprano como acostumbro y al notar que ella ya estaba en su oficina mandé un correo preguntando a qué hora podía pasar a verla para el informe, a lo que me contesto en menos de un minuto que pasara en cuanto yo pudiera.

Sali corriendo al baño, me mire al espejo retoque mi cabello, mi ropa, llevaba una falda lila, casi siempre las usaba a la rodilla, y zapatos de piso, no suelo usar zapatillas, me cansan mucho, y una blusa blanca con lila, después de haberme retocado, me dirigí a mi oficina tome el informe y se lleve, toque la puerta, escuche su voz de trueno,

-Pasa Abigail

-Buenos días Licenciada, le traigo- apenas iba a terminar la frase y me interrumpió

-Déjalo en el escritorio, da un minuto en lo que envío un correo- y no despegó su vista de la pantalla.

Siéntate- me dijo- en lo que reviso el informe, esta vez hay detalles en los que quiero mas prisa de su departamento para tenerlo antes de fin de mes, Angelica está enterada- tomando el archivo mientras yo me sentaba y miraba hacia el piso evadiendo su mirada y esperando que terminara de revisarlo y me dijera que estaba bien para largarme de ahí y continuar con mi día, salir temprano y terminar con mi semana feliz de la vida, ¡además es quincena! quiero llegar y desvelarme viendo series con Ale y comer chucherías.

En esto veo que sus piernas están cruzadas, lleva un traje gris, falda gris y blusa negra que se le ven divinas, ropa de marca pienso yo, la falda a media pierna y usa medias negras, con encaje alcanzo a perseguir, me pregunto si su sujetador también será negro y de encaje, el tiempo sigue su curso, se escucha el reloj marcando los segundos y el ruido del papel al pasar de una página a otra, se recarga en su sillón y muerde el lapicero, se ve hermosa concentrada así.

Vuelvo a mirar el piso y ahora veo sus zapatillas y veo como se quita una y juega con ella con su mismo pie, es tan sexi, y no sé porque estoy pensando en ello, en tomar su pie, bajar su media y acariciarlo suavemente, acercarlo a mi cara y besarlo tiernamente, y después algo un poco más atrevido y morderlo, ella sigue jugando con su zapatilla, vuelve a cambiar de hoja y cambia de posición las piernas una encima de la otra y por un instante veo un poco más allá de sus piernas, y mi vista se pierde en esa parte entre sus piernas, esas piernas de infarto, miro un poco su piel a través de su media, la curva detrás del talón, su pantorrilla...

¡por dios! Que estoy pensando, comienzo a sentir un pequeño calor en mi entre pierna, dirijo mi mirada hacia un cuadro de pintura en la pared, pero al hacerlo no estoy segura, pero creo que ella estaba mirándome, y si lo hizo... ¿se dio cuenta que tenia mi vista fija en sus piernas?, intento pensar que solo fue mi imaginación, y me concentro en la noche estrellada de Van goh, los tonos de azul, toda una obra de arte, como la mujer sentada enfrente de mí, vuelvo a mirar de reojo sus piernas en eso me interrumpe y me sobresalto.

-Listo, solo hare un par de modificaciones, y si todo marcha bien el próximo mes arrancamos el nuevo proyecto- lo comenta en tono serio y no veo ni pizca de alegría por el nuevo proyecto en el cual hay muchas expectativas.

-Si licenciada lo comentaré con Angelica- en eso me devuelve los papeles, y sin querer rozo su mano a lo que retiro mi mano rápidamente y mi propia brusquedad me sorprende y caen en la orilla de la mesa los intento agarrar pero caen al piso después, con la cara roja y diciendo le pido una disculpa me agacho a recogerlos y pero antes de levantarme miro sus piernas y tengo una mejor perspectiva por un par de segundos, me levanto me acomodo los lentes y ella esta vez si que notó que miré sus piernas, le deseo buen día y salgo de su oficina cerrando la puerta lo más despacio posible, mientras la observo y ella ya está tecleando en su computadora mientras toma el teléfono, y cierro la puerta y después doy un gran suspiro, y pienso ¡que nervios estar con ella! ¡pero objetivo cumplido!, pero ese solo era el comienzo de un día que nunca voy a olvidar...

Sin bragas en la oficinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora