Esta historia trata de una joven adolescente que creía en el amor a primera vista.
Por ese motivo sufre de un abuso psicológico por parte de su galán.
Al paso de los días un nuevo integrante se une a la historia y las cosas cambian para ella.
La his...
Mi nombre es Gabriela Nisa, tengo 15 años. Me enamoré del chico más lindo de mi clase, Tomás, pero aún no he tenido el valor para decirle sobre mis sentimientos, cada vez que lo miro en la escuela el corazón se me acelera, me sonrojo y no puedo moverme.
Sí, estoy en esa edad donde creía en el amor a primera vista, ese amor loco y desesperado, ese amor de juventud.
Tengo dos amigas que quiero mucho, Fernanda y Verónica, amigas de la infancia. Ellas me convencieron de declararme a Tomás, el punto es que estoy muy nerviosa y él a penas me nota.
Fernanda me ha ayudado un par de veces para que le hable, pero ni así he podido.
Verónica me a invitado a su casa para enseñarme a perder mi timidez.
O si lo olvidaba soy tímida para hablar con las personas y más con Tomás.
Una mañana en la escuela, caminaba algo distraída, teníamos examen de matemáticas y estaba un poco nerviosa pese a que estudie toda la noche tenía miedo de fallar. Me junte con las chicas y entramos al salón, me senté en mi puesto y vi a Tomás: lindo, guapo, capitán de fútbol, alto, de piel clara y un cabello rubio hermoso con unos ojos azules como el cielo. Todo un galán.
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Pronto mis amigas se dieron cuenta de que lo observaba he intentaron que volviera en si.
Verónica: Gaby!!! Despierta!!
Desperté al oír la voz de mi amiga. -S...Si, lo siento, ¿Que me decías?-
Verónica: Que si sabes como resolver estos ejercicios, yo lo entendí poco.
Fernanda: Tranquila yo te ayudo con las que no puedas.
Gaby: Si. Yo igual no hay problema (sonreí)
La campana sonó y la profesora entro al salón, sacó un montón de papeles y pidió a una de nuestras compañeras que las reparta. Mientras que ella retiro de cada alumno, celulares, mochilas, libros y cuadernos. Al entregarme Susy la hoja, casi me da un ataque. Eran problemas diferentes a los que teníamos que estudiar, pero tenía que lograrlo, así que empecé a resolver uno a uno cada problema pero fui interrumpida por una voz que me empezó a llamar.
- Pssss, pssss. Oye Gaby. (Susurraba)
Al darme cuenta vi a Tomás a mi lado sentado. ¿Cómo había pasado eso? Si el pasa la mayor parte atrás de todos y yo estoy en la segunda fila cerca a la pizzara. Pero no tenía tiempo de quedarme helada como otras veces, así que le contesté: - Que.... Que sucede Tomy? ¡Espera!, en verdad lo llame Tomy? (Pensaba en mi mente)
