Esta es la historia de un gran amor

Capitulo 1

La ciudad de goma

Se dice que muchas de las leyendas están basadas en hechos reales, talvez esta sea el caso o no ¿Quién sabe? pero este relato que les voy a contar parece tan real que no lo puedes creer, se trata de como los sentimientos de una persona pueden cambiar a otras, bueno no me extenderé mas y comenzare a relatarles la historia.

El año en que paso es incierto y tratar de averiguarlo sería ridículo solo sabemos que paso en una tierra como la nuestra, siempre ha sido vigilada por alguien era parte de su labor pero también le entretenía ver a las personas que vivián en aquel planeta, cada una de ellas era interesante a su modo había pasado muchísimos años viéndolos; tanto que decidió ayudarlos a progresar, a unos cuantos les otorgó la habilidad de estirarse con libertad, las personas que cambiaban y tenían esta habilidad decían haber sido bendecidos por una deidad que los protegía, no se equivocaban pues sabía que les sería útil, continuo viéndolos por años, la vida era pacífica habiendo grandes poblados desarrollados, decidió bajar al mundo de los mortales apareciendo en un pueblito como un persona mas que pasaba por ahí, camino sin detenerse hasta detenerse en la plaza más bella que vio, barias personas la observaron, en un solo parpadeo se transformó en un árbol gigante de caucho. De aquel árbol emanaba un aura que lo rodeaba haciéndolo madurar rápidamente, fritos caían de el y comenzaba a salir un líquido blanco.

-Este es mi regalo par ustedes- Se escucho una voz proveniente del árbol.

Los que estaban observando lo que sucedía no decían ninguna palabra pues no comprendían nada de lo que pasaba, pero aun así continuaban mirando y prestando atención mujeres, hombres y niños.

-Tomen todo de este árbol les ayudara en muchas cosas. – comento- son gente que amo y mi deber es protegerlos, verlos prosperar. – decía mientras el líquido blanco se juntaba para formar nuevamente su cuerpo. – soy aquel ser que les brindo sus bendiciones que es otro de mis regalos para ustedes, permítanme. – fue interrumpida por una persona de la multitud.

- esa chica salió del árbol. – grito la persona. -Isa dijo? – susurro para ella.

La gente murmuraba tanto que era difícil poner mucha atención a lo que sucedía, se concentraron el lo ocurrido recientemente; se dividieron si era real o solo era pura charlatanería lo que sucedía.

-silencio que no soy enemigo si no una aliada de ustedes. – lo dijo mientras se estiraba rápidamente tornándose amenazante. -pueden llamarme Isa. – lo dijo sin pensar a la ves que en su cabeza se decía. – vaya no estoy segura si ese nombre es el adecuado ¿O debo de corregirlo?

Sorprendidos por lo que pasaba la gente nuevamente cayo de inmediato espectando lo que sucedía, varios comenzaron a inclinarse reconociéndola como su diosa protectora.

-Mil gracias señora mía su regalo a sido una gran bendición para nuestro pueblo. – grito con devoción.

Sorprendida por lo que escucho su cara de seriedad se borró por completo cambiándola por una de sorpresa, volviendo a la normalidad, solo para acercarse a las personas que la veían con ojos llenos de gratitud.

-les agradezco su gesto, pero no es necesario inclinarse. – lo dijo con voz cálida. - los amo así que por eso les he dado estos obsequios.

Todo se tranquilizó y comenzó a interactuar con los habitantes de aquella ciudad enseñándoles que era ese árbol, les enseño que aquel árbol no sufría daños, la savia que emanaba de el era para crear cosas nuevas, las ramas se podían hacer fibras para hacer telas, los frutos eran comestibles, se quedo por mucho tiempo solo para enseñarles como trabajarlo; pero un día se fue, los habitantes estaban en paz porque sabían que algún día regresaría.

Años pasaron desde que se fue su así llamada diosa, aquel pueblo ya había convertido en ciudad que prosperaba gracias a aquellos regalos recibidos, la gente se estiraba para lograr facilitarse la vida diaria y laboral, la esperanza no se perdía pues era una dicha vivir.

Por su parte la diosa elástica los observaba todos los días feliz por lo que habían logrado aquellas personas que amaba, se sorprendía al ver que sus vidas eran más fáciles y expandían los conocimientos a mas gente para poder ayudarse entre sí, un día sin mas observo el nacimiento de una niña.

-se que serás grande un día. - lo dijo mientras la observaba con cariño confiriéndole habilidades elásticas a temprana edad.