Fusión de Amor (Piccolo y tú)

Capítulo 3

Capítulo 3 - Una decisión

-Está bien- dijo mi mamá con una pequeña sonrisa. Se me reinicio el sistema. La verdad no esperaba que fuese a aceptar.
-Bueno, dejen reviso cuando podemos salir- dijo la señorita Bulma alejándose un poco para revisar en su celular. Yo miré a mi madre quién parecía preocupada, ella nunca es de aceptar algo de extraños o siquiera de alguien que conoce, pero supongo que esta vez quiso aceptar por nosotros, aunque la verdad no sé el por qué.

-Bueno- dijo Bulma regresando con nosotros -Al parecer ya no hay más vuelos, así que si quieren pueden irse con nosotros- dijo Bulma con una sonrisa, yo miré confundida a mi familia. 
-Pero, ¿cómo?- preguntó mi padre igual de confuso que yo. 
-Bueno, ya lo verán mañana, nos vemos mañana por la mañana aquí, nos tenemos que ir, y gracias por aceptar- dijo la señorita Bulma, nos despedimos y ellos se fueron, nosotros estábamos desconcertados.

-¡Vamos a Japón!- gritó Santiago mientras tomaba a Sebastián y lo cargaba. 
-Sí, suéltame, me ahogo- dijo entre cortado Sebastián. 
-No crean que esto será  un regalo, al regresar a casa deberán mejorar sus estudios y Santiago deberá buscar trabajo- dijo mi madre logrando sacar quejidos de nosotros. -O no vamos- dijo mi madre, los tres nos miramos y suspiramos. 
-Está bien- dijimos los tres al unísono. 
-Si cuando estemos en Ciudad Playa no cumplen con lo que les pedimos no saldrán por un año más que a la escuela o trabajo- dijo mi madre con mucha seriedad, los tres asentimos agobiados. -Ok, entonces, disfrutemos lo único que nos queda del día, porque mañana ya no estaremos aquí- dijo mi madre sacando su cámara y seguir sacándonos fotos forzadas para el álbum familiar. 

Hicimos lo posible por recorrer los mejores lugares de Hawái, fuimos a la playa y a comer helados, pero fuera de eso no hubo más, solo una noche cálida que nos acompañaba a casa, mi madre decidió que sería bueno irnos un rato a nadar a la piscina, siendo que hacía calor. Y una vez pasamos todo, comidas, fotos, estatuas, helados y nadar nos fuimos a la cama no sin antes bañarnos por nuestro gran pesado día, y aunque nos faltó recorrer mucho más, no es como si tuviésemos mucho tiempo. Y fuimos a un par de tiendas donde compre un pequeño regalo para Angie, el cual era una pequeña palmera decorativa, no sabía que más podía regalarle. 

Todos nos fuimos a dormir. Sinceramente estaba muy cansada para poder contarles lo que sucede a mis amigas. 

Al día siguiente mi madre nos despertó y todos nos arreglamos, tomamos nuestro equipaje y fuimos a la entrada del hotel para desocupar los cuartos. Una vez logrado eso nos fuimos a donde deberíamos encontrarnos con la señorita Bulma, la cual también tenía su equipaje junto con su familia, nos vio y nos saludó, mi mamá solamente se acercó y mis hermanos saludaron como la señorita Bulma lo había hecho, yo solamente miraba el suelo. Al llegar con ellos me terminé perdiendo en mis pensamientos, pero sentí como si algo detrás de mí se acercará a gran velocidad, como si algo me fuera a pegar, inmediatamente esquive el golpe, tome lo que me iba a pegar, un brazo y lo pase detrás de la persona que me iba a lastimar. 

-Agh, TN, espérame, me lastimas- dijo Santiago en el suelo mientras yo estaba sosteniendo su brazo por su espalda, yo lo solté de manera inmediata. 
-Eh, lo siento- dije nerviosa, miré arriba y mis padres me veían molestos, mi madre me tomo del brazo y me jalo a ella, ella apretaba fuerte, pero no podía sentir el dolor, miré a mi madre quién me miraba furiosa y después mire a la señorita Bulma que parecía examinarme, yo tragué duro, ya vi por qué mi mamá se enojó, había olvidado que ya estábamos con la familia Brief. Escuche a la señorita Bulma susurrarle algo al señor Vegeta, mientras mi mamá me susurraba algo a mí, parecía molesta, pero no podía prestarle atención. De pronto el señor Vegeta se acercó a nosotros, mi mamá se enderezó y yo me alejé un poco de ella, sentía un mal presentimiento acerca de esto.