JUNTA DE GRUPO

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-Yo insisto en que debemos esperarlos -dijo Hanna con terquedad después de unos cuantos minutos.

-Amiga, Osvál tiene razón, ya somos la mayoría y tenemos que discutir varios asuntos -dijo Dara y su amiga se resignó apoyando su cabeza con las manos.

Osvál comenzó a recitar una antigua lengua, la lengua de los dioses. Las estatuas comenzaron a brillar y del centro del quiosco salieron cinco columnas y tres de ellas tenían una esfera que emanaba energía pura.

-Podemos comenzar el concilio -anunció Osvál -. Los hemos llamado porque Djevel puede estar cerca de volver - Gessa contuvo el aliento -. Saben lo que ocurrió la última vez que buscamos uno de estos -Osvál señaló los orbes -, fue algo duro, para todos, pero es tiempo de retomar la búsqueda, nos comprometimos a hallar todos los orbes y cumpliremos con esa palabra.

-Espera -comentó Vito -, dijiste que solo tenías sospechas, dime exactamente ¿Qué te dio esas sospechas?

-Tuvimos un encuentro con una bruja -respondió Dara.

-¿Estamos aquí porque una bruja les dijo algo que podría ser falso? -espetó Vito.

-También volvieron a aparecer los Iskalec -dijo Hanna.

-De acuerdo, eso no es tan normal -aceptó Vito.

-Miren se que suena raro que le crea a una bruja, pero creo que es la misma que nos atacó ese día -dijo Osvál.

-¿Te refieres a Alíz? -cuestiono Gessa y Osvál asintió.

-Creí que había quedado enterrada -comentó Vito.

-Estoy seguro que es la misma -respondió Osvál.

-Sea o no sea verdad, tenemos que reanudar la búsqueda -dijo Dara.

-Muy bien, siguiente punto, ¿Quién es el bardo? -preguntó Vito.

-Lo encontré inconsciente en el río Agio -comenzó a contar Hanna -, estaba herido así que lo llevé al refugio y curé sus heridas. Cuando estaba limpiando el hombro derecho vi una extraña marca en su piel.

-¿La marca de Odphira? -preguntó Gessa.

-Sí, ya saben que Djevel tenía varias alternativas para volver y una es la marca de Odphira.

-Es una suerte que lo hayas encontrado -dijo Vito.

-Yo tengo otra cosa para debatir - comentó Gessa -. Como sabrán yo vivo en Syrah y Sam es guardia del trono del rey Cavill, pues bueno, hay rumores de que el reino de Nimag quiere iniciar una guerra.

-¿Qué tiene que ver Nimag aquí? -preguntó Vito.

-Un orbe estaba cerca de Nimag -respondió Dara.

-Ohhhhh -Vito había entendido.

-Es muy sospechoso que haya rumores de guerra justo cuando los Iskalec vuelven a salir -dijo Gessa volviendo al punto.

-Tienes razón -comentó Osvál -, pero no podemos interferir en asuntos externos a la búsqueda.

-¿Y si Nimag se alía con los Iskalec y juntos atacan Syrah? -cuestionó Hanna.

-Ahí sí podríamos interferir, pero es poco probable que suceda. Pero volvamos al tema principal -dijo Osvál -. Debemos reanudar la búsqueda y encontrar los últimos 2 orbes.

-¿Cuándo empezamos? -preguntó Vito frotándose las manos.

-Espera -interrumpió Gessa -, Sam es común.

-Dane también -agregó Hanna.

-Ellos tendrán que aceptarlos -dijo Osvál señalando los orbes.

Hanna se puso rígida. Dane no estaba preparado para tocar un orbe. Sus amigos lo habían hecho sin problema, pero ellos tenían a sus mentores.
Recordó los días donde entrenaba arquería con su mentora Daiana. Pasaban tardes enteras practicando puntería con los Mykitas, pues su cabeza estaba reforzada.

También recordó cómo veía a Dara curar a todas las criaturas enfermas del santuario. Incluso llegó a curar las pequeñas heridas de Osvál cuando entrenaba con su madre, Nelia.

Su hermana Gessa aprendía a ver más allá del presente, pero casi siempre se equivocaba. Su mentora era Farina. Era una mujer curiosa, siempre te decía cosas sobre cómo iba a ser el clima o cómo podrías morir, pero no siempre acertaba, ya que el futuro está en constante cambio.

Kara aprendía con su mentor Daren, ella podía utilizar cualquier arma y era bastante rápida, BASTANTE. No se llevaba muy bien con las personas que apenas acaba de conocer pues le cuesta socializar.

Alec estudiaba muchas cosas con Antón, le enseñó a desaparecer por un corto tiempo y conocía todo sobre lenguaje de runas, esa era una habilidad bastante infravalorada, su mentora le explico que era como saltarse las instrucciones. Le contó que cuando ellos buscaban el primer objeto, tenían que atravesar un laberinto que estaba lleno de trampas que podían evitar si leían las runas en las paredes. Así que Antón aprendió a leer runas con ayuda de los orbes.

Los orbes, aún no le había dicho a Dane que contenían. Cuando ella supo la respuesta quedó atónita...

-Los orbes contienen la esencia de los dioses -le dijo Daiana.

-Pero, ¿Cómo? -preguntó la Hanna de 10 años de edad.

-Más allá de nuestra realidad, vivían los grandes dioses, nuestros creadores. Todo lo que es, fue y será ellos lo han creado. Pero uno quería crear su propio mundo y sus propias criaturas -dijo Daiana mientras corregía la postura de Hanna.

-¿Y lo logró?

-No del todo, sus hermanos se enteraron y trataron de razonar con él, pero desató a sus criaturas en nuestro mundo causando destrucción -Hanna contuvo un grito -. Se libró una gran batalla entre dioses y todo se resentía aquí. Como sus hermanos eran más, él decidió crear a varios sirvientes para que pudieran crearle una entrada a nuestro mundo.

-Pero si el mundo estaba siendo destruido ¿Cómo es que ahora es bonito?

-Jajaja, verás. Ocidem, el más grande de los dioses entregó unos orbes a sus hijos para que debilitaran a su primogénito. Pero el malvado Djevel ordenó a sus sirvientes robar los orbes y él logró encerrar a sus hermanos, es bastante astuto - Hanna contuvo otro grito y observó los orbes del quiosco -. Al final Ocidem utilizó toda su fuerza para encerrar a su hijo en su propio mundo.

-Y ya no podrá salir de ahí ¿Verdad?

-Esperemos que no Hanna...

Hanna.

-¡Hanna! -la llamó la voz de Dara.

-¿Qué sucede? -preguntó Hanna mientras volvía al mundo actual.

-Avisa a Dane para que venga. Hará la prueba ahora.

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