El mundo es por y para los hombres, las mujeres no pueden ser sacerdotes, está escrito en las reglas del Vaticano. Jesús eligió doce apóstoles hombres y así debía seguir... Excepto en un pueblo casi olvidado de Corea.
El lugar era tan pequeño que no hace falta siquiera nombrarlo, nadie lo conocía. Su población era ínfima también, no llegaba a los doscientos habitantes, por eso se conocían entre todos. Si seguían así quizás pronto desaparecería y no quedaría nada más que polvo.
Había una cosa de todo; una escuela, una tienda de ropa, una carnicería, un restaurante, una iglesia. Al ser tan pequeño y nadie visitar el pueblo, la llegada de Dami al lugar aclamando ser el reemplazo del sacerdote muerto hacía unas horas generó un revuelo. Semanas antes de fallecer, el anciano había enviado una carta al Vaticano suplicando un pronto reemplazo y a los días recibió respuesta de que llegaría alguien joven al lugar, todos lo sabían, pero de igual manera fue un shock para el pueblo y cada uno de los habitantes, no sabían que las mujeres podían predicar la palabra del Señor, es más, estaban casi seguros de que estaba prohibido, así que la despreciaron.
"Es imposible que una mujer ocupe ese cargo."
Eso fue lo más leve que oyó porque Dami se pasó noches enteras soportando un bullicio en la puerta de la iglesia que decía que era una impostora, que debía irse y muchas más cosas que prefería no recordar. No dejaron que entierre a su colega siquiera, probablemente eso fue lo que más le dolió.
Las ancianas del pueblo se juntaron y no había nada más letal que más de dos mujeres de pueblo con la lengua casi tan ágil como cualquier deportista. En nombre del lugar le enviaron una carta al Vaticano exigiendo una respuesta a tal atrocidad que había llegado. Recibieron una carta del mismísimo Papa diciendo que traten bien a la sacerdote Dami, que se había ganado su puesto con sudor, lágrimas y la voluntad de Dios. Ese día la puerta de la iglesia no paró de sonar, todo el pueblo se apareció pidiendo disculpas por haber incumplido la voluntad del Señor. Dami los recibió con una sonrisa dulce y un abrazo cálido, su religión le decía eso, que siempre debía poner la otra mejilla y siempre amar al prójimo.
Había pasado años de eso, ahora Dami era parte del lugar y quería a todos como todos la querían, a pesar de la mala impresión primera era un pueblo con mucho amor para dar.
Los domingos de misa asistían todos sin falta. Desde temprano estaban afuera esperando entrar a purificarse el alma. La sacerdote los reciba con una sonrisa y empezaba su discurso de dos horas hablando de cuánto los amaba Jesús y cuánto se había sacrificado por cada uno en la sala. Leía y leía con ayuda de dos ancianas que le hacían de secretarias. Al final saludaba a todos y compartía una que otra pregunta de cómo estaba. Las respuestas variaban de bien en pésimo y suplicaban que la mujer vaya a bendecir sus casas. Dami les decía que sí a todos y marcaba su cita en la libreta para después encerrarse en el confesionario.
El confesionario era una ley después de la misa porque algunos de los habitantes vivían lejos y no se podían dar el lujo de viajar horas para verla, así que a veces ahorraban tiempo y se desligaban de sus pecados en el momento. Siempre era lo mismo; Susan, la esposa del carnicero, confesaba que le había sido infiel a su marido y que estaba completamente arrepentida, Gerald, el carnicero, confesaba que ya no amaba a su esposa y que no sabía qué hacer, Nicholas, el ayudante de cocina del restaurante, había robado y con lágrimas pedía perdón, Tina, la maestra de escuela, pedía y suplicaba por calmar el ardor que sentía cuando veía a su ex besar a su mejor amiga, la respuesta era la misma para todos; después de una especie de sesión con el psicólogo, venía un "Si de verdad te arrepientes de tus pecados pide perdón al Señor y reza treinta Padre nuestro antes de dormir." A veces alternaba de oración, pero no variaba las ganas que tenía de irse a mirar televisión. Ser sacerdote es un trabajo full time y nunca obtenía los descansos que se merecía.
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The devil - Dadong
Fanfiction¿El diablo siempre tenía esa voz tan sensual? Dami es la sacerdote de un pueblo y Handong atormenta su existencia. Básicamente es pwp con religión, NADA puede salir bien de eso, si sos menor pls no leas.