Lo único que quiere Beomgyu es que aquel apuesto chico lo bese una y otra vez. No le importa que deba dar a cambio, él necesita sentir esos lindos labios sobre los suyos.
« A cambio te daré lo que quieras, sólo pídelo; pero, maldición, bésame ahora...
Choi BeomGyu puede considerarse a sí mismo un omega ligeramente tranquilo, libre de drama, seguro, atrevido y amante de los animales y de la buena comida.
A sus veintidós años apenas ha tenido dos relaciones románticas, pero realmente le importa muy poco; prefiere enfocarse en su vida profesional como mánager de un famoso idol de nombre Kai Kamal Huening.
Es un joven muy feliz, risueño y juguetón, de eso no hay ninguna duda; es por ello que Huening lo ve como su mejor amigo y su hermano mayor.
Entre ambos omegas hay tanta confianza y cariño, lo que hace que el trabajo sea muy divertido y su amistad crezca cada día más.
Un día cualquiera, lleno de responsabilidades y con una apretada agenda que cumplir, Beomgyu asiste con Huening a una entrega de premios, donde el menor está nominado a tres importantes categorías.
A pesar de su poco tiempo de debut, Kai es bastante reconocido y apreciado, con un poderoso fandom que lo respalda; su dulce voz ha cautivado miles de corazones.
Las presentaciones son realmente buenas, Beomgyu no puede negarlo.
Cada uno de los artistas presentes se lucen de diversas maneras, reflejando sus conceptos. La ceremonia está llena de talento, eso es seguro.
Cuando el momento importante de la noche llega, Choi no puede negarlo: está demasiado orgulloso de su querido dongsaeng, tanto que no puede ocultar sus lágrimas en el momento en que Huening se convierte en el primer novato que gana los tres premios más importantes de la noche.
Pero, aunque es un mar de lágrimas, no puede evitar dirigir su mirada al apuesto MC que entrega el último premio al menor.
Posee un rostro atractivo, con facciones marcadas y bellas; pero lo que atrae más a Beomgyu son los perfectos y llamativos labios del chico.
Cuando llega el final de la ceremonia, el staff notifica a los artistas que pueden disfrutar de una pequeña cena, donde también pueden convivir unos con otros. Beomgyu sonríe de lado, pensando que tiene una oportunidad de buscar al guapo chico que lo cautivó.
Felicita a Kai y le repite lo orgulloso que está de él, deseándole mucho éxito, antes de acompañarlo a comer algo.
Apenas llegan con los demás, Beomgyu busca disimuladamente la oscura cabellera del chico; su lobo golpetea fuertemente, ansioso.
— Hyung, iré a buscar a Taehyun sunbaenim; te veo más tarde —exclama Huening, para después desaparecer en un parpadeo e ir tras Taehyun y Yeonjun.
Beomgyu sonríe de lado, antes de fijar su vista en un rincón del salón y por fin ver a quien buscaba.
Con algo de nervios, camina en dirección a él. Muerde su labio cuando su lobo confirma que aquel joven es un alfa. Aclara su garganta, antes de hablar.
— Hola —suelta, causando que el chico alce la mirada en su dirección—. Mi nombre es Choi Beom Gyu, soy manager de Huening.
Soobin hace un gesto con la cabeza.
Omega. Dice una voz en su cabeza.
— Ah... Sí... El chico más popular de esta noche —sonríe de lado—. Un placer, mi nombre es Choi Soo Bin.
El omega traga saliva, con fuerza, sin saber muy bien qué decir.
— Me parece que, al igual que yo, no te sientes muy cómodo rodeado de tanta gente —comenta, sin rodeos—. ¿Te parece bien ir hacia los camerinos? En el de Kai no hay mucha gente que pueda molestar, es un ambiente más agradable que éste.
Soobin asiente, casi sintiéndose asfixiado entre tantas personas.
No lo hagas. Es peligroso. Suelta su lobo, mas Soobin prefiere ignorarlo. Bien sabe que el omega intenta algo con él, pero no parece molestarle.
Ambos se alejan de la multitud, con dirección a los camerinos, que parecen solitarios.
Beomgyu puede sentir cómo aumentan sus ganas de besar a Soobin. Quiere que su lobo se tranquilice, que lo deje tranquilo... Pero bien sabe que su lobo no es el único que desea besar al alfa.
Invita al mayor a tomar asiento, antes de iniciar una conversación que lo único que hace es que los deseos aumenten. Quiere que las manos del alfa recorran su cuerpo y le hagan ver las estrellas; desea ser tomado allí mismo.
Agita brevemente la cabeza, intentando alejar esos pensamientos de su mente.
— ¿Te encuentras bien? —pregunta Soobin, acercándose, al ver a Beomgyu ruborizarse y al oler cómo sus feromonas son más fuertes.
Beomgyu suspira—. Seré sincero, Choi Soo Bin. Desde que te vi, arriba del escenario, entregando aquel premio a Kai, quedé prendado; me cautivaste, llamaste mi atención y despertaste a mi lobo.
Soobin traga duramente saliva, su lobo despierta, el deseo de tomar al omega nace.
Beomgyu sabe que probablemente se arrepienta de esto, pero no desea irse de aquel lugar sin antes haber probado los labios del hermoso alfa.
— Bésame —murmura, mirando los belfos ajenos—. Bésame una y otra vez, hasta que ya no pueda respirar. Te daré lo que quieras a cambio de que me beses, sólo pídelo; pero, maldición, bésame ahora.
Soobin obedece sin pensárselo dos veces. Lo besa una y otra vez, saboreando aquellos labios tan suaves. Muerde, lame y succiona los labios del menor; mueve los propios con experiencia, contrastando sus ágiles movimientos con los torpes y lentos de Beomgyu.
Lo besa hasta que su respiración se agita y de su boca salen débiles jadeos. Se deja caer sobre el sofá, con el menor sobre él. Se dan un respiro, antes de volver a unir sus labios. Las traviesas manos del omega recorren la anatomía de Soobin, despertando todos los sentidos del alfa.
La boca de Soobin baja al cuello de Beomgyu, besando con delicadeza el área, aspirando el dulce aroma del omega.
— Lo que quiero a cambio —dice, acercándose al oído del menor—, es que seas mi omega.
Antes de que el contrario pueda dar una respuesta, la puerta del camerino se abre de golpe.
— ¡Beomgyu hyung! ¡Taehyun sunbaenim me invitó a ir a desayunar con él! —exclama un emocionado Huening, para luego encontrarse con un despeinado y acalorado Beomgyu sobre el regazo de Soobin—. ¡Nos vemos luego, hyung!
Soobin ríe por la expresión del omega menor, después de que éste cerrara de golpe la puerta y saliera huyendo.
— ¿Y bien? —dice—. ¿Estás de acuerdo con lo que pido a cambio de esto, Choi Beom Gyu?
El omega sonríe de lado—. Supongo que no tengo ninguna objeción, Choi Soo Bin. Siempre y cuando pueda tener tus besos para mí, acepto.
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