1. VIDA MISERABLE

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Me encuentro acostada en mi cama mirando el techo. Es sábado por la mañana, quisiera decir que me despertó el glorioso cantar de las aves, pero ciertamente ni siquiera dormí.

Suelo tener insomnio, y cuando no, suelo tener fuertes pesadillas.

Me levanto de mi cama y camino hasta el closet, tomo unos jeans y una camiseta que me queda un poco grande, quiero estar cómoda. Salgo de mi habitación y camino por el pasillo hasta llegar a mi sala, mi pequeño apartamento hace que el silencio y la obscuridad sea aun mas impactante.

Camino por la sala a oscuras y llego a la cocina, estoy a punto de entrar cuando escucho un estruendo. Me quedo parada por unos segundos y decido avanzar, ¡pum!, escucho de nuevo. algo se ha caído. Mi cerebro empieza a lanzar posibles razones, trato de alejar la idea de que alguien ha entrado a casa, aunque eso seria extraño ya que suelo cerrar la puerta principal con llave siempre, y no he salido o abierto la puerta desde ayer que regrese en la tarde de mi trabajo.

Salgo de mis pensamientos y avanzo sigilosamente, entro por la puerta de la cocina esperando encontrarme con alguien, pero nada, no hay nadie. Examino la habitación rápidamente con la mirada y lo que veo es una caja en el suelo y la ventana abierta. Por esta entra mucho aire así que supuse que esta fue la razón para que el objeto cayera. Mi corazón se tranquiliza y solo me dispongo a recoger la caja en silencio. Por un momento creí que verdaderamente había alguien adentro; supongo, que todas esas novelas de misterio, finalmente están haciéndome efecto.

Me dispongo a caminar nuevamente hasta mi sala, pero al abrir la puerta de la cocina mi corazón se paraliza. Hay alguien parado como a 4 metros de mi, un silencio horrible hace que todo se aun mas tétrico, me quedo quieta y el sujeto también. La obscuridad no me deja ver completamente a la persona, pero por la silueta que alcanzo a ver, es estúpidamente mas alto y por ende mucho mas fuerte que yo. De un momento a otro avanza dos pasos y retrocedo con el. Detrás de mi esta la puerta de la cocina, si me muevo rápido puedo entrar y con el teléfono de casa que se encuentra ahí, llamar a ala policía. trato de moverme pero antes de lograrlo una voz varonil me detiene.

—Si das un paso más, te mataré. —me dice con un tono divertido.

—No te tengo miedo. —le digo lo más firme posible, pero se nota el obvio nerviosismo en mis palabras.

—¿Estás segura?—me dice sonando divertido. —Porque creo que realmente estás temiendo por tu vida.

—La policía ya está en camino. —miento. —Si para cuando lleguen no has salido de aquí, te atraparán. —aseguro.

—Me estás subestimando. —me dice ladeando la cabeza. —¿Creés que le temo a la policía?. Verdaderamente eso es lo que menos me importa en estos momentos. —mi corazón se empieza a descontrolar aún más, siento que el aire me falta.

—Oh... Mírate. ¿De verdad creíste que la policía puede detenerme? —empieza a reírse frenéticamente hasta que vuelve a hablar.

—Ignorando el hecho de que no has llamado a la policía. —hace una pausa y siento como me observa. —Nadie puede detenerme, ni siquiera la policía. —me dice con un tono más frío.

—¡Sal de aquí ahora! —le grito, pero no hay respuesta. —Te juro que no se de que soy capaz si no te largas de mi casa ahora mismo. —amenazo pero sigo sin tener una respuesta.

—Veo que no me recuerdas... —me dice serio. 

—No espero que me recuerdes, pero deberías tener cuidado con lo que dices. —baja a un tono de preocupación. —Cualquiera que te escuchara tendría mucho miedo. —me dice con un tono burlesco. 

—Espera... —hago una pausa. —¿Que quieres decir con que no te recuerdo? —pregunto esperando una respuesta.

—Eres muy preguntona... Querida Heaven. —veo como su silueta se vuelve a acercar y con lo mismo camino hacia atrás. 

—¿Cómo es que sabes mi nombre? —pregunto, la adrenalina sube y baja por todo mi cuerpo, solo tengo que girar y cerrar la puerta de la cocina. Si logro eso, lograré llamar a la policía. 

Es mi oportunidad, a cada paso que el avanza estoy retrocediendo, estoy muy serca de la puerta. Me armo de valor y me giro lo mas rápido que puedo para alcanzar la puerta y entrar, pero mis esperanzas caen al suelo cuando siento un firme agarre en la cintura, siento como respiran en mi oído. La voz fría vuelve. 

—Te dije que mi te movieras pequeña Have... Ahora por tu desobediencia, morirás. 

Siento como me toma de las piernas y me sube a su hombro, yo pataleo, grito, rasguño e incluso muerdo para zafarme. Pero nada, nada funciona, veo como deja atrás la sala y se dirige hasta mi balcón. 

—¡No por favor! ¡Bajame, dejame ir! —Ruego con todas mis fuerzas, lágrimas empiezan a bajar por mi rostro. 

—¡POR FAVOR!. —Sigo rogando hasta que me bajan y siento como mi espalda baja golpea contra el barandal. 

El tipo me toma por las muñecas y las sube a la altura de mi cabeza, yo lucho por liberarme de su agarre, pero es imposible. Con su otra mano toma un puñdo de mi cabello y me hace mirarlo a los ojos, el dolor al sentir los tirones es insoportable. 

—Mírame. —me dice tranquilamente, pero no lo hago. —Mírame. —repite con más brusquedad. 

Me atrevo a mirarlo directamente, me encuentro con unos ojos verdes que resaltan entre la obscuridad, un color verde muy brillante, que incluso a tanta falta de luz, puedo seguir viéndolos. 

—Que hermosos ojos azules tienes... Iguales a los de tu madre. —me dice, mi desesperación por ser soltada aumenta y provoca que fuerce más su agarre. 

—Espero que te puedas reunir con tus padres. —termina de decirme y me carga en brazos. —Saludalos de mi parte, en el infierno. 

Y con eso, me deja caer. 

Malignant TemptantionsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora