Elisabeth
Llevo ya casi media hora en casa de Ali, supuestamente eligiendo mi conjunto para la fiesta de esta noche.
Después de mi extraña y emocionante conversación con Iván, fui corriendo a contarle cada palabra y cada detalle a Mike y Allison, que alucinaron. Normal, ni yo me lo podía creer.
Miro a Allison y la veo rebuscando en su armario. Cada vez que pienso que ha encontrado algo que le guste, lo tira de mala manera a la cama y me estresa más.
Cojo unos de los libros que encuentro en su escritorio y lo empiezo a leer. Busco la cama con el pie sin apartar la mirada de mi lectura, y cuando la encuentro me tiro encima de ella de forma que mis pies quedan fuera de la cama y mi torso y mi cabeza en el centro.
En este instante, Allison coge una de sus faldas de brillantes y me la tira a la cara, interrumpiéndome lo que estaba leyendo y haciendo que me levante de la cama, le fulmino con la mirada.
- ¡Oye! ¿Pero qué haces? – me mira con cara indignada, como haciéndose la ofendida.
- ¿Qué qué hago? - me dice parando de rebuscar en su armario.
-Si, es lo que te acabo de preguntar- me cruzo los brazos por el pecho y espero su respuesta.
-Pues primero, que no te he traído a mi casa para que estés pasando de mi mientras te busco un conjunto que deje loquito a tu queridísimo Iván – para y me quita el libro. Lo deja en la mesa y empieza a rebuscar otra vez en el armario. Le miro con mala cara, pero pasa de mi y sigue hablando – bueno, dejando a un lado tu mal gusto de ropa, ¿Qué te parece y te espabilas y me ayudas? No eres la única que quiere impresionar a alguien...
Abro los ojos y la miro con sorpresa. No me ha contado nada sobre algún chico. La curiosidad empieza a asomar por mi y no puedo evitar acercarme a ella. Rebusco yo también en el armario y le pregunto.
- ¿Hay un alguien? - le digo intrigada. Eso hace que se gire y me mire directamente a los ojos - ¿Tan rápido te has olvidado de Chris?
-Oh por favor, lo de Chris era algo pasajero, hasta Mike lo sabía, y mira que no se entera de mucho- pone una mueca y vuelve a lo que estaba haciendo.
Sacudo la cabeza y sonrío. Allison es la típica que tiende a cambiar de chico cada mes, o a veces cada semana, y consigue a quien quiere y cuando quiere. Rubia, ojos azules y cuerpo perfecto, tiene lo que toda chica quisiera tener, por eso cuando salimos de fiesta me veo eclipsada por ella y la verdad es que me da igual. La gente me agobia y prefiero pasar desapercibida y que no se den cuenta de que estoy ahí. Soy muy buena observadora, y siempre me fijo en los gestos de los demás, los cuales me ayudan a averiguar mas o menos que se le pasa por la cabeza, y es muy útil en algunas situaciones.
Simplemente soy la amiga de la magnifica Allison, aquella morena de metro setenta con ojos mas negros que el carbón, sin mucha cosa que destaque en ella.
Pero hoy eso va a cambiar, porque allí me estará esperando alguien. Alguien que me espera a mí, no a mi amiga, y eso me emociona mucho. Muchísimo.
Y creo que a Ali también por eso se empeña en que esta noche debo ir perfecta. Ella es como la hermana que nunca tuve, y me alegra que siempre este ahí para mí.
Devuelvo mi vista hacia ella y veo que sostiene un top purpura con volantes, junto con una falda vaquera blanca. Cuando se da cuenta de que la estoy mirando, me lo tiende y me indica que me lo pruebe.
Me dirijo al baño y me lo pruebo. La verdad es que no me queda nada mal, el top se ciñe perfectamente a mi figura, al igual que la falda. Por primera vez en mucho tiempo me veo guapa. Bueno, muy guapa. Sonrío a mi propio reflejo y salgo para que mi amiga me vea.
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Lo que nunca pasó
RandomLucas, un chico de 19 años, frio y misterioso, empieza a sacar a reluzir los secretos mas oscuros del pequeño pueblo La Vahia. ¿Qué pasará cuando encuentren su cuerpo sin vida? ¿Los secretos saldrán a la luz o Lucas se los llevará a la tumba? ¿Será...