Capitulo 28

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Faltando dos semanas para el inicio del nuevo año escolar, los profesores que se encargarían de impartir las asignaturas ese año ya estaban en el castillo realizando todos los preparativos necesarios para recibir nuevamente a los estudiantes dentro de las paredes de Hogwarts, por lo que Dumbledore decidió hacer lo inevitable, llamo a una reunión con el personal para informarles sobre los nuevos guardianes que iba a tener la escuela, los cuales él había aceptado después de hablar con el ministro de magia, claro alegando que se había opuesto a la propuesta desde el principio y termino aceptando después de mucha insistencia consiguiendo que los dementores se quedaran fuera de las salas de la institución.

Después de hablar sobre los preparativos habituales para la llegada de los nuevos y viejos estudiantes, Albus procedió a informarles sobre las nuevas medidas de seguridad, en cuanto dijo lo de los aurores que iban a estar en Hogsmeade todos estuvieron de acuerdo que era una buena cosa, nunca esta demás un poco de seguridad sobre todo en las salidas de los sábados hacia el pueblo mágico, pero el desorden se formó al enterarse que no solo los aurores estarían cerca de la escuela, sino también los dementores ya que los profesores consideraban que era extremista esa medida de colocar tales criaturas al alcance de cualquier niño en su cuidado.

-Albus, ¿Cómo se te ocurre dejar tales atrocidades cerca de los niños?- pregunto Minerva indignada.

-La verdad, es que no pude hacer nada el ministro insistió en que se debían dejar por si Sirius Black aparecía, lo único que pude conseguir fue que los colocara fuera de las salas de la escuela- respondió Dumbledore con su mejor cara de abuelo tratando de calmar a la mujer.

-Pero tú eres el director de Hogwarts debiste plantarte más firme a Fudge, el ministerio no tiene ninguna injerencia en los asuntos de Hogwarts- volvió a decir McGonagall aun molesta por las acciones del viejo.

-Ahora Minerva, entiendo su indignación pero mis manos están atadas yo no puedo hacer nada contra los mandatos del ministro de magia- hablo otra vez el hombre conservando el tono de abuelo dando la impresión de estar triste porque no pudo hacer nada.

-Como sea, solo te advierto una cosa sobre tu cabeza pesara si alguno de esos dementores llega atacar un estudiante- dijo la profesora de transfiguración mientras se levantaba y salía de la sala de profesores.

Dejando atrás, a los demás maestros quienes también estaban indignados con las decisiones del director, por lo que no quedó más remedio que suspender la reunión hasta nueva orden; una vez afuera Severus Snape se apresuró hacia la oficina de Minerva para tratar de calmarla y escribir una carta conjunta con los acontecimientos para enviársela a Harry y Hermione a través de su elfo domestico, de esa manera estarían al tanto de las medidas de seguridad y nos los tomaran desprevenidos a la hora de llegar a la escuela.

El tiempo previo del regreso a Hogwarts Harry y Hermione lo ocuparon estudiando los libros de la biblioteca de la mansión Potter, ayudando a Sirius en sus sesiones de terapia, además de estar pendiente de que se tomara las pociones tal como había dicho Maya que debía hacerlo y hasta los momentos habían buenos resultados, ya que el hombre se veía más recompuesto de sus males asi como más centrado mentalmente que cuando lo encontraron la primera vez.

Faltando las dos semanas para iniciar clases decidieron ir al callejón Diagon en busca de su útiles escolares; tarea que un primer momento le iban a encomendar a Daysi, pero después de mucho pensarlo decidieron hacerlo ellos mismos para distraerse un poco y medir la sensación de las personas en las calles ante la fuga de Sirius, lamentablemente apenas llegaron al caldero chorreante se encontraron con los Wesley quienes acababan de llegar de Egipto y estaban de compras también en el callejón para sus materiales.

-¡Harry querido!, qué bueno que te veo quiero agradecerte nuevamente por haber salvado a mi niña el año pasado, y quisiera invitarte a la madriguera a un almuerzo- dijo Molly Wesley acercándose apenas lo vio.

UN HARRY POTTER DIFERENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora