"Fuiste tú quien después de tanto sufrir acabó con mi profunda soledad, y aunque este prohibido no podemos prohibirnos el intentar "
Era de mañana, muy temprano. Tan temprano que era posible incluso escuchar cómo el péndulo del reloj iba y volvía repetitivamente sin fin. La rubia no había podido dormir, se sentía diferente. No se encontraba a si misma, era un cambio pequeño. Pero incierto, algo había cambiado para siempre dentro de ella y no podía hallar el que o el por qué, sin importar que tanto buscara sin descanso en su mente, en su corazón. En su lugar solo volvía al mismo recuerdo en una marcha eterna, una y otra vez sin tener escape alguno volvía a toparse con sus memorias de Ban. Que quiera aceptarlo o no, siempre al pensar en él sin darse cuenta comenzaba a sonreír.
Con su recuerdo llegaba una sensación exótica, diferente a la sensación que lo producían sus recuerdos junto a otros seres queridos. Un sentir nuevo, raro y en el fondo, ella con todo el dolor en su corazón sabía que estaba prohibido. Necesitaba siempre de él para estar bien, verlo. abrazarlo, sentir cómo sus ojos clavaban su seductora mirada en ella. Los días pasaban y en lugar de olvidar este sentir tan diferente, se hacía cada vez más fuerte en ella. Con el pasar de los días lo que empezó cómo un encuentro desagradable se convirtió en una solida amistad. Pero, a pesar de tener una excelente relación a ella no le bastaba con ser sólo su amiga. No, verlo sólo cómo un amigo no era suficiente para clamar ese sentir que se se expandía rápidamente llegando su corazón.
Hoy, fue a verlo un vez. Y aunque quisiera gritarlo, sacarlo de una vez para siempre. Su mente la obligaba a callar. Por muchas razones, pero más que todo porque estaba prohibido. Esto que sentía era desconocido, no sabía cómo dominarlo o hacer que se amoldara a su voluntad racional. De algún modo este nuevo sentimiento llegaba más allá que la simple razón, transcendía la mente.
En mitad de la noche estos pensamientos azotaron con mucha más fuerza su mente, su corazón latía con rapidez y su cuerpo, tenía una temperatura tan alta que era anormal. Ella sentía cómo si él estuviese aquí, junto a ella. En eso, escuchó su melódica voz—Elaine.
—¿Ba-Ban?—Se volteó sorprendida la rubia viendo frente a frente al abino—¿Que haces aquí?
—Ven. Hay algo que hace mucho tiempo quiero decirte.
—¿A-ahora?
—Si. Claro si quieres.
—Por supuesto que quiero. Vamos.
Los dos salieron de la forma más silenciosa posible, caminaron fuera del castillo hasta llegar al bosque.
—Ban, ¿Que es...—Antes de que la ojimiel pudiese terminar su frase el peliplata la besó. Ella sólo correspondió. No fue un beso cualquier, fueron un beso cargado de todo ese sentir reprimido que tanto deseaban deja salir. Se separaron y está al mirarse no lo hicieron con los ojos de una mera amistad. Sino con un mirar lleno de amor.
Pasaron el resto de a noche en casa del albino, pues ella se negó a irse después de aquello y a Ban no se le ocurrió una mejor idea que pasar la noche junto a la chica en su gran castillo. Platicaron de toda clase de cosas hasta que se quedaron dormidos. A la mañana siguiente los sirvientes entraron al cuarto del albino cómo de costumbre, únicamente para encontrarlo con la inesperada visitante durmiendo en la cama junto a él, mientras lo abrazaba—Lord Ban, ¿Que ha hecho?, ¿A preñado a la joven?—Preguntó el sirviente al ver semejante escena. Al escuchar su voz la rubia despertó de golpe, despertando también al peliplata.
—No, eso nunca ocurrió—Dijo Ban en respuesta a las acusaciones—Ella es, sólo una amiga.
—¿Desde cuando los amigos duermen en la misma cama?—Replicó él mientras limpiaba.
—Sólo cállate. Ni una palabra de esto a los demás.
—Cómo ordene—Dijo para posteriormente retirarse en silencio.
Ambos se miraron en silencio y no pudieron evitarlo, unieron sus labios de nuevo en otro beso. Está vez mucho más pasional que el de anoche, pero la rubia se separó.
—Ban, tengo que volver a casa antes de que los demás despierten.
—No te preocupes yo te llevaré.
En cuestión de segundos estaban de vuelta en casa de la rubia—Te veo en un rato—Dijo ella mientras enraba al castillo discretamente para no alertar a nadie.
—Claro. Te espero ahí.
—Nos vemos—Se despidieron y Ban volvió a casa. Sin embargo, para su mala fortuna un guardia vio parte de la escena y a pesar de no haber visto nada que pusiera la lealtad de la rubia al reino en tela de juicio. Si vio lo suficiente cómo para correr la voz y difundir un rumor que en el peor de los casos llegaría a oídos de su hermano el rey.
Más tarde, durante el desayuno la rubia escuchó a un grupo de guardias reales murmuras durante sus turnos de vigilancia—Es sobre Lady Elaine. La vi con un tipo fuera de las murallas, muy temprano en la mañana—Susurro el guarida.
Ella decidió pasar esto por alto y seguir con su rutina diaria. Ir a ver a Ban y volver cómo de costumbre, sin embargo a su regreso vio a varios guardias paseándose por las afueras del castillo. Tan rápido cómo pudo se ocultó para escuchar su platica—Dicen los altos mandos que el chico con el que Lady Elaine estuvo esta mañana proviene de Benwick, la tierra maldita de los vampiros—Comentó uno de los guardias.
Ella se retiró en silencio y entró al castillo, lo último que necesitaba era un rumor de esa magnitud. Sabía que aunque no quisiera tarde o temprano tendría que desmentir lo que ellos decían, aunque para su fortuna por obvias razones el rey creía más en ella que en cualquier otro presente en el castillo. No podía mentir, traicionaría la confianza de su hermano y pondría en riesgo la paz entre los clanes hada. Pero tampoco podía confesar su pecado amoroso de frente ante su pueblo, eso implicaría una guerra y además, un crimen cómo ese sería motivo de ejecución. Era claro su dilema y poco el tiempo que tenía para decidir que hacer, lo único que daba por sentado, es que pase lo que pase su corazón no le pertenecerá nunca a un hombre que no ama. Sino que siempre será del único que alguna vez amó, Ban.
Fin.
Espero que les guste este capítulo. Gracias por el apoyo, dejen su voto su fue de su agrado y nos vemos.
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Forever.
RomanceBan es un vampiro de varios millones de años de edad e Elaine es una joven princesa hada que mientras visita el bosque de las afueras del reino se topa con él, quien pese a parecer cualquier humano común, devela su verdadero origen a causa de su inm...