Capítulo 35: Tentador

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𝑪𝒐𝒎𝒆𝒏𝒛𝒆𝒎𝒐𝒔...

Ya había amanecido y desde muy temprano Rin estaba levantada junto a la anciana Kaede. La joven le insistió mucho para que le permitirá ayudarle a preparar el desayuno pero Kaede se negó rotundamente.

Kaede: Acabas de volver y lo menos que puedo hacer para darte la bienvenida es prepárate el desayuno. Me hubiera gustado prepararte una cena como se debe pero necesito ir a la aldea vecina para atender a unos niños enfermos y probablemente regrese dentro de tres días. – Explico en lo que termianaba de servir los tazones de arroz.

Rin: Si quiere la puedo acompañar para ayudarla. – Hace mucho que no lo hacia y sentía ansias por aplicar algunos remedios nuevos que aprendio pero…

Kaede: Definitivamente no, debes quedarte y descansar para recuperarte de ese viaje que incluso te provocó fiebre, puede que ya no la tengas pero es mejor prevenir, además no creo que quieras irte si Sesshomaru esta cerca y más porque dentro de poco partirá en un viaje.

Rin: Tiene razón… Debo aprovechar cada día para estar con el Señor Sesshomaru antes de que se vaya. – Su rostro se torno triste al pensar que no lo vería durante quien sabe cuanto tiempo.

Kaede: No te angusties, no le pasará nada y tampoco creo que tarde mucho en volver. – trataba de reconfortarla.

Rin: Si… El señor Sesshomaru es muy fuerte y no creo que le pase nada pero es difícil no sentir un poco de miedo.

Kaede: En vez de estar afligida por eso, termina tu comida para que puedas ir a verlo ¿Te parece? Supongo que estarán mas cómodos en el bosque donde siempre se encontraban. – Sabía que esos dos les gustaba estar mas apartados del resto.

Rin: Así es, al señor Sesshomaru no le gusta el bullicio y a mi tampoco. – Sonreía ilusionada por ir a verlo.

Las dos terminaron de comer tranquilas, Rin se dio un baño en el ofuro de la cabaña para no resfriarse si lo hacía en la cascada o en el río como a ella le gustaba, podría enfermarse y queria estar en buena salud en estos días para poder ver a su señor en el el bosque debajo del árbol donde siempre se reúnen. Después de eso Rin despidió a Kaede en la entrada de la aldea junto a Kagome quien se quedó a cargo de aldea, estaban charlando en lo que miraban como la silueta de Kaede en su caballo se divisaba cada vez menos.

Kagome: ¿Iras a ver a mi cuñado? Seguramente estas muy ansiosa por verlo. – Le guiño el ojo coqueta.

Rin: Estoy despieta desde muy temrpano, tengo muchas ganas de verlo pero me da un poco de pena lucir tan obvia. – Se tapo la cara sonrojada con sus manos.

Kagome: ¡Ay que emoción! Se ven tan tiernos, no puedo evitar emocionarme de solo verlos. – Su voz se hacia chillona y jalaba de un lado a otro a Rin del brazo con impaciencia.

Rin: Creo que ya debería ir al bosque a buscarlo… - Miró al bosque como los arboles se mecían con el viento por eso no se percató como alguien descendia del cielo.

Kagome: ¡Kohaku! Que bueno que has vuelto. - Gritó para llamar la atención del muchacho.

Kohaku: ¡Señorita Kagome! ¡Rin! Ya regresaste. - En cuanto aterrizó se bajó de Kirara para abrazar a Rin, la levantó como si nada y le dió vueltas en el aire.

Rin: ¡Kohaku! Estas más alto, que bueno verte, tengo mucho que contarte. - Ella se sostenía de los hombros de Kohaku contenta por volver a ver a su entrañable amigo.

Con esa misma energía con la que la levantó la volvió a poner en el suelo con cuidado pero una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en el joven.

Kohaku: Si regresaste con esa sonrisa solo hay una cosa que te puede hacer así de feliz. - La miró con mucha confianza.

El poder de la confianza: Sesshomaru y Rin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora