One-Shot

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Hermione consideraba que con los años, la guerra, ser una gryffindor en Hogwarts y en general todo su tiempo siendo amiga de Harry Potter y Ron Weasley le habían dado una habilidad gigantesca en paciencia y en ignorar ciertas cosas al momento de centrarse en sus estudios, sin embargo, habían ciertas ocasiones donde ni toda la experiencia de su vida le servían para calmar sus nervios e ignorar ciertos comportamientos.

Hoy era una de esas ocasiones.

―¡Harry por Dios! ¿Puedes dejar de acosar a Malfoy con tus ojos? ¡Prácticamente estás asesinándolo con la mirada! ¡Aparta tus ojos de él por un segundo una vez en el día!

―Hermione, no lo entiendes...

―¿Qué exactamente según tú no entiendo?

―Finalmente lo va a hacer, ¡está tramando algo! Lo sé...

―¡Por Dios Harry! ¡Estás volviendo sexto año! ―poco a poco el ceño de su frente se va pronunciando más― ¿Qué estaría tramando Malfoy ahora mismo? ¡Tú mismo hablaste en su favor en su juicio!

Aún con ese argumento sobre la mesa Harry no se dignó en apartar sus ojos acusadores de Malfoy, quien tranquilamente estaba comiendo su almuerzo sin dar ni la más mínima muestra de atención en su dirección.

Tomando una gran bocanada de aire junto con contar hasta 10 en su mente Hermione comenzó a tranquilizarse un poco, tampoco tenía que descargar su estrés por los E.X.T.A.S.I.S. con sus amigos.

Luego de un par de respiraciones más, finalmente pudo volver al tema.

―Harry, sabes que Malfoy no va a tramar nada en tu contra de nuevo cierto, lo sabes y por eso impediste que lo mandaran a Azkaban luego de la guerra, tu... ¿Cambiaste de opinión?

―No, no, no, Mione, no hablo de ese tipo de planes malvados. ―Harry finalmente se dignó a mirarla, mientras negaba con una de sus manos― ¡Está tramando otra cosa! Pero yo sé que las está tramando, lo siento Mione.

―¿Qué otro tipo de planes estaría planeando? ¿Hacer trampa para vencerte en el quidditch?

Mira a Ron con una ceja alzada, el pelirojo inteligentemente había preferido comer su almuerzo en vez de involucrarse en su reto a Harry.

―¡Estoy seguro de que cederá y me va a invitar a salir!

―¿Cómo? ―Hermione turna su mirada entre Ron y Harry, tratando de enterarse si le están jugando una broma o sus noches con sueño reducido por el estudio ya le están afectando― ¿Has... Has estado acosando a Malfoy todos estos días porque piensas que quiere invitarte a salir? ―Harry asiente con su cabeza mientras vuelve a mirar a Malfoy― ¿Y tú estás, eh, en contra de la idea?

―¿Qué? No, lo estoy esperando para burlarme de él y aceptar la invitación.

―¿Burlarte...? ¿Es una especie de...? ―No termina la oración, pero Ron parece entender a lo que se refiere y niega con la cabeza, okey, no es una broma o venganza― Si quieres salir con él (tanto para acosarlo con la mirada por días), ¿por qué no vas y lo invitas directamente?

Harry la mira como si estuviera diciendo que Hagrid va a golpear a una criatura: Como si estuviera loca.

―No Hermione, ¡no puedo perder contra Draco!

¿Desde cuándo Malfoy se ha convertido en Draco?

Lleva una de sus manos a su otro brazo para pellizcarse, ciertamente duele. Mira a Ron en busca de respuestas, principalmente porque Harry está respondiendo todo en claves, sin explicarle nada a fondo.

Ron se compadece de ella y finalmente abre su boca para hablar.

―Han estado en una guerra fría desde hace meses. Prácticamente ya todos saben que se gustan pero ninguno quiere ceder y ser el primero en dar el primer paso e invitarse a salir.

―¿Qué? ¡No es posible que no me haya dado cuenta de eso!

―Te dije que deberías salir un poco de tus libros Mione, aún quedan unos meses para los E.X.T.A.S.I.S., la próxima vez que te conectes con la realidad va a ser en la boda de Harry con Draco.

Hermione estaba lista para su perorata usual con respecto a los exámenes, pero un Harry colorado se le adelantó atragantándose con su propia bebida.

―¡¡Ron!!

―¡Oh cállate! ¡Si hiciste que mi mente aceptara la idea de mi mejor amigo saliendo con Malfoy puedes tolerar las repercusiones de tus actos! ―dijo metiéndose una gran cantidad de carne a la boca― Y tú serías el con vestido.

―¡Ron! ¡Aún ni siquiera...! ―Harry, quien claramente había despegado su vista de Malfoy cuando se atragantó se congeló cuando una silueta apareció en su vista periférica.

―Hey Harry, Granger, Weasley ―Hermione nota dos cosas, la primera: Malfoy, pese al uso de sus apellidos, saluda cortésmente, sin nada de animosidad en su voz. Y la segunda cosa que notó, que es la más notable, es que al igual que Harry, usó el nombre para llamar a Harry, no el Potter de sus anteriores 6 años en Hogwarts.

―Draco ―responde Harry, Ron y la misma Hermione asienten con sus cabezas en saludo al slytherin― ¿Qué te trae por aquí?

―Oh, solo quería hacerte recordar que hoy las canchas de quidditch están a libre disposición, yo voy a estar presente así que te aconsejaría que no te metas en mi camino.

Hermione tiene que luchar entre elevar sus cejas sorprendida o fruncirlas en señal de molestia.

―Oh, entiendo, lástima que me dieron ganas de volar, pero tranquilo, es mejor, así cuando te caigas de tu escoba tendrás un verdadero buscador que te ayude.

Con ese dialogo por parte de Harry definitivamente elige sorprenderse. Lo más impresionante de todo es que ninguno está realmente peleando, más que nada parecen estar jugando a "di lo opuesto a lo que quieres decir".

―¡Ja! Sueña Harry, sueña. Estaré ahí a las 7, solo para ver si nos podemos evitar.

―Ah, haré lo que quiera, pero gracias por el aviso.

Draco se ríe y Harry le responde de la misma forma, ambos al parecer dan por terminada la conversación. Malfoy se va y Harry se vuelve a concentrar en su comida (esta vez gracias al cielo no con sus ojos en la mesa Slytherin).

―¿Entonces...? ―Pregunta Hermione, Harry, quien en algún momento comenzó a sonreír como niño en navidad iba a responderle, pero Ron se adelanta.

―Esa son sus citas-no-citas. ¡Realmente te envidio por haberlos ignorado por tanto tiempo! Hace meses que se invitan indirectamente.

―¡Pero ya van a ver! Esta vez realmente está planeando algo chicos, lo puedo sentir, va a ceder en cualquier momento.

La única chica del trío dorado vuelve a suspirar como método de liberación de estrés, decide que si no pasa nada serio, es mejor que deje a sus amigos ser ellos mismos y se centre en aprenderse la materia de pociones por tercera vez. Murmura un "chicos, quién los entiende" antes de levantarse de la mesa para volver a la biblioteca. 

Una cuestión de ceder [Drarry / Harco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora