Cap.21🌻

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Qué mejor cosa para dos almas humanas que saberse unidas para toda la vida” – George Eliot

***

Su viaje duro dos semanas, visitaron todas las atracciones turisticas de paris, ahora estaban en el avion destino a Londres, y eso desconcerto al rubio.

-Bri, nosotros deberiamos de ir a Virginia, no a Londres- Se acomodo en su asiento mirando a el de rizos.

-Tengo algo que mostrarte- Tomo la mano del rubio, entrelazando sus dedos.

-¿Deberia de tener miedo?-

-No, te va a encantar mi sorpresa-

-Tengo miedo-

-Tranquilo, ¿Que fue lo que mas te gusto?- El rubio sonrio atrevido, se acerco a el oido del rizado y hablo coqueto.

-Pues la primera noche, fuiste una bestia- Susurro, el rizado estallo en carcajadas.

-Si, tambien es mi parte favorita, pero no me referia a eso, ¿Que es lo que mas te gusto de París?-

-La cama de ese hotel resistió mucho- El rizado se llevo una mano a el rostro para cubrir su verguenza.

-Dios, he creado un mounstro-

-Un mounstro sexual, Brimi-

-Ya enserio-

-Bueno, el museo del Louvre, sin duda- Se emociono igual que un niño pequeño -Me encantaron todas esas cosas antiguas ¿Y cuál fue tu favorito?-

-El palacio de Versalles-

-Tiene una buena arquitectura-

-El barroco es mi favorito- Siguieron su conversacion durante esa hora que duro el vuelo a su destino, cuando llegaron a el aeropuerto de Londres, pidieron un taxi, Brian dio la direccion al taxista, para Roger sonaba muy conocida pero no recordaba el porque. Una vez que llegaron Brian puso una suave tela sobre los ojos de roger antes de bajar del transporte.

-Ahora, debes hacerme caso, confia en mi-

-¿Seguro que no me inercambiaras por un conejo con algun mafioso?-

-Seguro, el mafioso dijo que su conejo era mas caro- Bajaron del auto, Roger tomaba la mano de Brian y seguia a este mismo a cada paso que daba, hasta que se detuvo.

-Ya te voy a quitar la venda, pero no abras los ojos- Retiro la tela, el rubio estaba nervioso, las sorpresas nunca fueron sus favoritas ya que la insertidumble le causaba bastantes nervios. Sintió una mano en sus piernas y una tras su nuca, se confundió aún más cuando dejó de sentir sus pies contra el suelo,abrió los ojos por instinto, viendo primero el rostro de Brian con una sonrisa, el más alto empezó a dar pasos lentos con Roger en brazos igual que una princesa, Roger miro en dirección a donde iba Brian, y mentiría si dijera que no sintió tanta nostalgia.

-Brimi, esta era mi casa de niño- Dijo con un sonrisa.

-Justo donde nos conocimos-

-¿Pero como?-

-¿Recuerdas que papá y mamá dijeron que su obsequio de bodas debía esperar?-

-Ajam-

-Pues a esto se referían, este es su obsequio, nuestra casa-

-¿Enserio?-

-Si mi amor, será en dónde vivamos desde hoy- Aún no borraba su sonrisa, estaba emocionado- Si tú quieres- Apenas se escuchó.

-Como no voy a querer Brian, es mi casa de niño, dónde te conocí, este lugar es especial, será nuestra casa-

-Me alegro-

-Ahora, ¿Podrías bajarme?-

-No, entraremos a nuestra casa como se debe-

-Brimi bájame- Protesto.

Sin bajar a el rubio camino hasta la entrada, abrió la puerta y entro con el rubio entre carcajadas.

-Bienvenido a su casa señor Taylor de May-

-Gracias mi sexy esposo, ya bajame-

-No, te tengo otra sorpresita-

-¿Ahora que?-

-Shhhh...- Subió escalón por escalón con la mirada de Roger sobre su rostro, justo a la mitad estuvo a punto de resbalar pero logro estabilizarse, fue difícil pero triunfo, fue a la habitación principal, su nuevo dormitorio, el rubio sintio que su corazón salía de su pecho, había pétalos de rosas blancas y rojas sobre la colcha, un par de veladoras con escencia a vainilla.

-Nuestra primera noche en casa debe de ser especial-

-Si, mi ricitos- Brian dejo a su chico sobre la cama, iba a alejarse pero el rubio le agarro la corbata y le atrajo a si para poder besarlo, un beso de necesidad, algo extraño pues durante todo el viaje se habían dado besos discretos, Roger se dejo caer por completo en la cama llevándose consigo a Brian, separó sus piernas para que fuera más comodo. Necesito aire y se separó.

-No perdamos más tiempo- Susurro en el oído del mayor, con una voz que le encendió. Brian volvió a besarlo, después empezó a recorrer con besos ese cuello con sabor dulce, quitó la camisa de Roger para poder besar su pecho y juguetear con los pezones, bajo más hasta el abdomen dejando lamidas y besos húmedos por dónde pasaba teniendo como respuesta suspiros del rubio, bajo la bragueta del pantalón negro, el rubio batió sus piernas para que este salieran por completo, llevo sus manos a los botones de la camisa que quedaba, ante la desesperación la arranco rompiendo un par de los botones.

-Roggie era mi favorita-

-Te lo compensare- El mismo Brian se encargó de quitar sus propios pantalones llevándose su ropa interior, volvió a besar el cuerpo de Roger quitando los boxers del mismo, en un rápido movimiento Roger se levantó de la cama y sentó a Brian a la orilla de esta, para poder sentarse el sobre la piernas del rizado-Brimi sonara desesperado y es que lo estoy, se rapido, por favor-

-Lo que digas-

Tomo la botella de lubricante que estaba en la cómoda.

•"Gracias fredd, por no olvidar los detalles"•

Vacío un poco de ese líquido en dos se sus dedos, dió más besos a Roger para que la temperatura no se bajara e introdujo sus dedos de a poco en la entrada del rubio, después de un rato de puros besos Roger comenzó a mover sus caderas en busca de más, cuando ya no era suficiente para ninguno de los dos el mismo rubio hecho lubricante en la erección de Brian, movió la mano un par de veces como si le estuviera masturbando.

Se acomodo con una pierna de cada lado de la cintura de Brian, tomo la extención de Brian y sin avisar se sentó haciendo que está entrara de golpe, sacándole un largo gemido tanto a el como a Brian, le dolía un poco, pero está vez no quería nada de compasión, quería ser follado de la manera más ruda posible que el rizado pudiera, empezó a dar brincos sobre este, Brian llevo ambas manos a las caderas de Roger. Levantaba la pelvis para llegar más profundo de Roger, pero aún así no era suficiente. Brian tomo de los muslos a Roger y le hizo caer en la cama, se volvió a poner entre sus piernas, fue de apoco en poco metiendo su miembro, sostuvo los muslos de Roger en sus caderas y empezó las estocadas que al fin les daba un gran disfrute a los dos, los testículos de Brian golpeaban el trasero de Roger.

Roger se sorprendió un poco, Brian estaba siendo salvaje está vez justo como el quería, claro lo era sin dejar de ser cuidadoso, eso le exitaba. Así hasta que llegaron a el climax, Brian afirmo su agarre en la cintura de Roger, apretándolo contra su pelvis, y Roger apretó las piernas a la cintura del rizado.

Salió de Roger y se recosto junto a el rubio mismo que le rodeo con un brazo y recargo su cabeza en el pecho de Brian.

-Mi amor-

-Mande-

-¿Ya seremos felices para siempre?-

-Ya lo somos mi niño, y eso durará una eternidad, te prometo- Se dieron un pequeño beso.

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Wuenas, ¿Como están?

Ammm... Probablemente mañana subo el último capitulo, estoy feliz.

Y hasta aquí mi reporte Joaquín.

ℕ𝕠 𝕕𝕖𝕓𝕖𝕣í𝕒𝕞𝕠𝕤  [Maylor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora