El bosque encantado

La leyenda del bosque encantado

Esta es la historia de un pequeño reino independiente escondido en las profundidades de un bosque de Srunia, un país que ni siquiera existía en la tierra, que es perteneciente a un mundo alejado de nuestra vía láctea. En ese pequeño reino del bosque, una vez antes de que nacieran las piedras naturales reinó un hombre de nombre Kalzich con su mujer, quien le otorgó un par de mellizos que fueron siendo diferenciados con el paso del tiempo, uno rubio como la reina de brillante azul en sus ojos y el otro quedó con el cabello oscuro y una tonalidad verdosa en su mirada como su padre. Ethyel y Uriel, totalmente diferentes. 

 Los mellizos apenas alcanzaron los doce años de edad cuando la reina madre cayó enferma, tan enferma que ni la magia que Uriel empezaba a estudiar era capaz de salvarla. Mientras Ethyel se quedó al lado de la reina durante sus últimos suspiros, Uriel continuó su investigación para poder salvar a su madre, habló con hechiceros del bosque incluso pidió una patrulla para salir del pequeño reino para conseguir llegar a la gran ciudad de Srunia donde el rey de este país conseguiría darle una solución, pero su padre no le concedió el deseo ya que se negaba a que su hijo cabalgara solo por un reino tan grande pese a ir acompañado.

Cuando la reina murió, Ethyel, para acallar su dolor aumentó sus entrenamientos cómo caballero mientras que su hermano se encerró en sus aposentos para continuar sus estudios cómo hechicero. De la mano de los mejores maestros del reino, Uriel consiguió dominar las artes de la hechicería con tan solo dieciséis años, llegó a superar a sus docentes pero aun así, continuó sus estudios día y noche para conseguir evitar que se volviera a repetir la historia. Hizo tantas excursiones a los países vecinos para aprender de ellos y el poder que tenían sus habitantes. 

 Una mañana, de manera desprevenida, un grupo de zostims decidieron alzarse en armas contra el país de Srunia que los mantenía presos y cómo ayuda al reino que los protegía, Kalzich, el rey del bosque, se ofreció a la batalla para el rey que gobernaba sobre toda Srunia Ekthor, el príncipe Ethyel combatió junto a su padre mientras Uriel simplemente ayudaba a curar a los heridos o caídos en batalla con el poder que fue adquiriendo durante sus años de estudio, para desgracia de los príncipes, su padre fue herido de muerte y apenas logró sobrevivir. El reino se quedaría sin rey por lo que antes de morir, Kalzich dijo que no quería que sus hijos se pelearan por el trono por lo que dictó que sería rey aquel quien primero se casara. 

 Durante meses, Uriel apenas rechistó, ambos hermanos se vieron involucrados en bailes y fiestas para poder conseguir una esposa pero no fue hasta una expedición que hicieron ambos donde Ethyel cayó prendado de una jóven que le ofreció un vaso de vino de su posada. 

 Así pues fue Ethyel quien primero se casó haciendo a su hermano Uriel dudar acerca de la ley que su padre dictó en su lecho de muerte ¿Acaso era justo que por casarse un hombre debiera ser rey?¿No era Uriel más poderoso que su hermano? ¿Por qué el hechicero de la familia debía quedarse con el miserable puesto de duque mientras veía cómo su hermano gobernaba tan solo por tener una mujer a su lado? El día de la coronación juró delante de todo el bosque que acabaría por conseguir la corona y desapareció elevándose al cielo hasta llegar a las afueras del reino del bosque donde se cruzó con un pequeño dertokp que empezó a huir por temor a ser capturado y lo llevó a las montañas de Irka donde los primeros castillos del país de Srunia cayeron a manos de los zostims antes de estos ser expulsados por el rey Ekthor.

Uriel se refugió en un viejo castillo que reconstruyó para él y pasó años recibiendo noticias sobre cómo el legado que su padre les dejó a él y Ethyel empezaba a caer por falta de alimentos. El rey del bosque concentró su poder en atraer nuevas criaturas y crear de sus manos a otras tantas, entre ellas las clías, unas pequeñas criaturas del tamaño de un dedo con cuatro alas, torso, brazos y cabeza humanos y en vez de piernas, humo. Estaban dedicadas a la vida y muerte de cualquier ser vivo de la tierra de Alner, si que es verdad que Ethyel consiguió avivar su reino pero todo a costa de los recursos que faltarían para conseguir alimentar a la población alneriana ya que la creación de nuevos seres consumía energía de la tierra e impedía la producción de alimentos.